¿Cuál es la verdad en Nicaragua?


Por: Víctor Manuel Ramos

Nicaragua, Venezuela y Cuba probaron la libertad auténtica y no retornarán al pasado. | Foto: Cortesía

Contra Nicaragua hicieron una campaña feroz, desde dentro y fuera –los de dentro con el escudo de las ONG financiadas por EE.UU.

La prensa mundial adocenada sigue en la divulgación de noticias falsas sobre lo que realmente ocurre en Nicaragua, Cuba y Venezuela. Ese es el mecanismo que han encontrado, heredado de Joseph Goebbels, ministro fascista de Hitler. Sin embargo la realidad es otra.

Contra Nicaragua hicieron una campaña feroz, desde dentro y fuera –los de dentro con el escudo de las ONG financiadas por EE.UU.- al inicio de la pandemia: mostraron fotos de fallecidos en las calles que correspondían a otras latitudes, principalmente a Ecuador.

Luego a raíz de haber puesto en el banquillo a los líderes de esas ONG, que actúan de manera traidora a su país, han enfatizado que en Nicaragua se persigue a los opositores, que se tiene en la cárcel a siete candidatos presidenciales, que los presos no tienen derecho a la defensa, que esto y que lo otro.

La verdad es que los investigados, incluida Cristina Chamorro, hija de Violeta Chamorro e integrante del clan Chamorro que ha gobernado a Nicaragua desde hace mucho antes de Walker: en primer lugar, ninguno de ellos es candidato a la Presidencia de Nicaragua por cuanto en Nicaragua no se han escogido quienes serán los competidores en la contienda electoral; pero, segundo, tampoco son precandidatos porque estos señores, que claman descaradamente por la intervención militar de EE.UU. en Nicaragua, ni siquiera tienen partido político de tal manera que no han existido posibilidades de que sean candidatos presidenciales.

Los “fake news” son absurdos, porque si eso fuera cierto, el que Daniel Ortega tenga siete opositores en las elecciones vendría a debilitar las escasas posibilidades de que alguno de ellos ganara porque, ahora las encuestas dicen que la fuerza mayoritaria es el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Lo que no dicen estos medios tergiversadores de la verdad que el Estado de Nicaragua está enjuiciando a estos tortolitos que reciben alpiste de los yanquis con una ley que fue aprobada por la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, misma que perdonó, sin tener autoridad para eso, la indemnización que EE.UU. debe pagar a Nicaragua en compensación a los crímenes de la Contra en perjuicio de la vida y los bienes de miles de nicaragüenses. Doña Violeta aprobó esa Ley para aplicarla a los sandinistas pero le ha salido el tiro por la culata.

La Prensa de Honduras destaca que Ortega se niega a negociar con EE.UU. condiciones para unas elecciones limpias. De esa manera estos apologistas de los antiguos somocistas y de comandantes renegados dejan en paños menores a esta oposición alquilada porque pretenden que EE.UU. sea quien dicte las normas que deben dirigir el proceso electoral en un país que es verdaderamente libre, soberano e independiente desde que el sandinismo tomó la conducción del país.

El mismo lloriqueo tienen en contra de Cuba. Dicen: hay persecución, represión, enjuiciamiento arbitrario. En las fotos que los mismos contrarrevolucionarios presentan como muestra de su descontento se les ve con garrotes, y en las calles son evidentes los destrozos provocados por ellos.

Aquí en Honduras el Gobierno, cada vez que hay una protesta, saca a los militares a lanzar gas lacrimógeno, a dar tolete y a disparar con muchas víctimas. Eso mismo se repite en Colombia, en Chile, en Guatemala, en Brasil y en los mismos EE.UU.; en estos países son incontables los muertos, lesionados, personas que han perdido sus ojos, miles de presos por asistir a las protestas pero la prensa se manda a callar.

Lo que no dicen es que Cuba está en dificultades alimentarias y sanitarias debido al bloqueo. Que Nicaragua es sometida a sanciones arbitrarias por parte de EE.UU., que intentaron darle vuelta al proceso democrático de Bolivia. Que metieron a Lula en la cárcel para que no ganara las elecciones y que inhabilitaron a Correa y a Evo por la misma razón. Eso no lo dicen.

Como tampoco informan sobre la miseria en Honduras y Guatemala, la criminalidad en estos dos países, el aliento y respaldo gubernamental -en estos dos paraísos para los yanquis-, al tráfico de drogas.

Los Estados Unidos parecen duros en entendederas, porque llegará el momento en que tendrán que aceptar que ellos no son los gendarmes del mundo, ni los legisladores del mundo, ni los dueños de las riquezas del mundo; ni que los países del Sur de América serán títeres suyos por siempre.

Una ola de espíritu libertario recorre la columna vertebral de Los Andes, que estremece el continente con un grito unánime de libertad y soberanía. Ya la OEA es pa’fuera que va y Almagro irá a parar al basurero de la historia.

Nicaragua, Venezuela y Cuba –hoy de aniversario del Asalto al Cuartel Moncada- probaron la libertad auténtica y no retornarán al pasado.

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