Bloque Histórico Popular.

Propuesta pública para resolver la crisis política institucional en nuestro país a los 04 días del mes de octubre del año 2025.

Venezuela atraviesa una profunda y prolongada crisis de gobernabilidad e institucionalidad, caracterizada por la sistemática amenaza de represión, la aplicación de torturas y la persecución política, lo cual se sobrepone a la latente retórica de revancha y retaliación que domina el espectro opositor. Esta coyuntura se agravó
tras los comicios presidenciales del 28 de julio de 2024 (J28). Existen dudas razonables y verificables sobre la legitimidad de dicho proceso, dado que el CNE, cuya actuación ha sido contraria a los postulados de la Carta Magna, omitió la publicación de resultados fidedignos y concretos. En este contexto de opacidad, ambas facciones políticas polarizadas se han autoatribuido el triunfo, mientras se documentan detenciones, exilios forzados y la persecución de ciudadanos que exigieron el conteo exhaustivo y transparente de los votos y la exhibición del sobre N° 1, que custodia los resultados originales bajo la dirección de la FANB y el ya desprestigiado CNE.
En este delicado escenario de polarización extrema, irrumpe una injerencia externa y creíblemente amenazante, encabezada por los EE. UU. Dicha potencia persigue planes inconfesables que buscan la imposición de un gobierno tutelado y funcional a sus intereses geopolíticos y económicos, una situación que rechazamos categóricamente por constituir una flagrante violación a nuestra soberanía nacional y al texto constitucional. Reafirmamos que la resolución de las diferencias políticas compete exclusivamente a los venezolanos a través de elecciones libres, verificables, comprobables y desprovistas de cualquier vestigio de duda.
Desde el Bloque Histórico Popular (BHP), proponemos tres ejes de acción fundamentales y de carácter urgente para superar la actual crisis política e institucional de la nación:

  1. Amnistía General y Liberación Inmediata: Excarcelación de la totalidad de los presos políticos y de aquellos ciudadanos detenidos arbitrariamente por ejercer su legítimo derecho a la disidencia ideológica y la libertad de conciencia.
  2. Cese a la Injerencia Militar Externa: Retiro inmediato de las fuerzas y amenazas militares de los EE. UU. de nuestras costas y el espacio marítimo circundante, en estricto apego al principio de no intervención.
  3. Proceso Electoral Presidencial Renovado y Transparente:
    a) Convocatoria a nuevas elecciones presidenciales organizadas por un CNE de composición imparcial, ético y de probada credibilidad.
    b) Invitación formal a testigos internacionales de incuestionable honorabilidad, probidad moral y ética provenientes de organismos multilaterales y la sociedad civil, para garantizar la fidelidad pública del proceso.
    c) Derogación de las inhabilitaciones administrativas arbitrarias y respuesta expedita a las solicitudes de tarjetas electorales, asegurando así el pleno y abierto derecho a la participación masiva y eliminando la coerción a votar por una polarización artificialmente impuesta.

Hacemos un llamado a la Reflexión

La represión estatal, la persecución y el encarcelamiento injusto por la disidencia ideológica, combinados con la aspiración de revancha política, exterminio del adversario, invasión o guerra por parte de otros sectores, sólo auguran la perpetuación de conflictos irresolubles a lo interno, incrementando la pobreza estructural y la lamentación social. Este ciclo de violencia política debe ser corregido y evitado a toda costa mediante mecanismos internos de justicia y reconciliación.

La mayoría del pueblo venezolano, no alineada con los extremos polarizados, demanda imperiosamente vivir en Paz y con garantías institucionales. Reiteramos que los desafíos de Venezuela deben ser resueltos soberanamente por los venezolanos. Aquellos actores que rehúyen la validación democrática mediante el conteo transparente demuestran de facto su conocimiento de que carecen de la mayoría social.

Rechazamos la polarización impuesta y toda injerencia externa. El deber ético del Ciudadano Histórico es defender la soberanía y exigir la validación popular transparente. Quien evade el conteo, traiciona el ideal de la República, pues la auténtica llama Bolivariana es la Paz en la Justicia.

BHP.
Toca Luchar.