¡Sin truco ni maña! Cabello lo dijo y testimonios confirman: Embajador español ayudó en fuga de Leopoldo López


Exembajador de España en Venezuela, Jesús Silva
Foto internet

Publicado: 18/09/2023

Tal y como lo denunció el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, el embajador de España en Venezuela, Jesús Silva y su esposa Sara de la Lastra Bécker facilitaron la fuga del condenado Leopoldo López en el 2020.

Esta versión que había sido negada por el diplomático del país ibérico, fue confirmada en el libro en España de Javier Moro, “Nos quieren muertos“, donde se precisa que Lastra Bécker fue quien trasladó al responsable de la muerte de más de 40 venezolanos desde el Country Club hasta un punto en Los Palos Grandes,

“El 26 de octubre de 2020, después de un año en la embajada, Leopoldo salió escondido en el maletero de un coche, el utilitario de Sara, la mujer del embajador, conducido por ella misma. Saludó a los guardias con su sonrisa luminosa y la dejaron pasar sin problema. El coche efectuó un corto recorrido hasta llegar a Los Palos Grandes, donde dejó a su peculiar pasajero en la calle junto a otro automóvil”, contó Moro en su publicación.

Igualmente, relató que en el otro vehículo lo esperaba Alberto, quien le haría entrega de una documentación falsa para poder fugarse del país.

Leopoldo pasaba a ser Eduardo Galleti, cédula de identidad 13.833.928, nacido el 19 de agosto de 1982, abogado y casado. Era clave poder responder con la mayor precisión posible; no bastaba con dar el nombre, había que saberse la fecha de nacimiento, el número de cédula, la profesión, el nombre del padre, el de la madre, el número de hermanos, o sea, todo lo que uno debía saber en caso de toparse con un policía inquisitivo”, detalló.

Ante ello, es importante destacar que el embajador Silva abandonó el país en noviembre de ese mismo año, negando la denuncia realizada por Cabello bajo la premisa de que “mientras yo he sido embajador aquí, no se han cometido actos ilícitos o ilegales en la Embajada”, afirmación que quedó desmontada por los testimonios de los involucrados confirmando que sin truco ni maña, el Mazo no engaña. 

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