CARTA ABIERTA A GABRIEL BORIC, PRESIDENTE DE CHILE


Credit : Marcela Contardo Berríos

Estimado Sr. Boric

A través de su Embajada en París, he recibido vuestra invitación a participar en el encuentro internacional para conmemorar el 50° aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Tal y como lo indiqué en mi respuesta al Embajador de Chile en Francia, he decidido, tras reflexionar y debatir con activistas mapuches y militantes de movimientos sociales chilenos que han participado activamente en las últimas movilizaciones, declinar su invitación. También he decidido hacer públicas las razones de mi rechazo en esta carta abierta.

Habría venido con gran placer a honrar a Salvador Allende por su determinación al optar por romper con las lógicas coloniales y capitalistas y su valentía frente a un golpe militar ilegal en el que se vio obligado a optar por la muerte para no ser rehén y víctima de un régimen defensor de lo indefendible, la indignidad y la ignominia.

Habría venido a honrar al pueblo chileno, que ha demostrado y sigue demostrando un inquebrantable espíritu de lucha frente a un gobierno que, ante las legítimas demandas, sólo ha respondido utilizando la fuerza represiva para amordazar a un pueblo en marcha que, bajo la dictadura militar, aprendió a luchar a costa de su vida.

Habría venido con tanto más placer si usted, el recién elegido Presidente, hubiera seguido los pasos de Salvador Allende haciendo de Chile, en una Sudamérica con tendencias socioeconómicas y culturales muy contrastadas, un país donde la voz del pueblo cuenta.

Por el momento, pareciera que el camino emprendido será el que han dejado los distintos presidentes que han favorecido las relaciones con las instituciones financieras internacionales, los terratenientes o las transnacionales en detrimento de la mayoría del pueblo chileno y de los pueblos originarios, en particular el pueblo Mapuche, cuyos territorios ancestrales han sido expoliados y acaparados en nombre de una ideología de desarrollo que deja a los más pobres y precarios en la extrema pobreza y sin ningún derecho. La militarización de su territorio, el estado de excepción y la represión salvaje han continuado desgraciadamente bajo su gobierno, haciendo poco creíbles las intenciones de una solución pacífica al problema del acaparamiento de sus tierras. Los Mapuche siguen siendo el punto ciego de los sucesivos presidentes chilenos desde el final de la dictadura; se les considera « terroristas » que amenazan la integridad del país.

El trato dado a los presos políticos mapuches, que siguen siendo víctimas de juicios injustos, viola los convenios internacionales de los que Chile es signatario. También es inaceptable que jóvenes chilenos, que han participado activamente en la movilización contra la injusticia impuesta por un modelo de desigualdad extrema, sigan encarcelados. Como presos políticos, deben ser indultados, al igual que muchos otros, entre ellos Mauricio Hernández Norambuena, que resistió a la dictadura y sigue detenido en condiciones que violan el derecho internacional.

Defendiendo incansablemente del derecho de los pueblos a determinar libremente su estatus político y a asegurar libremente su desarrollo económico, social y cultural, pero también de los derechos de las personas víctimas del racismo y excluidas, luchando, en el marco de la Fundación Frantz Fanon, contra el racismo institucional y estructural, contra las políticas hegemónicas mortíferas, no he venido. Venir hubiera sido traicionar a todos aquellos con los que trabaja la Fundación y que pagan con su vida sus compromisos contra la violencia estatal que sufren; pienso, entre otros, en los Mapuche, de los que fui observadora en varios juicios en el curso del año 2011.

La personalidad de Salvador Allende nos exige estar a la altura de sus luchas y de su postura política orientada a la emancipación de los pueblos y a romper con la Doctrina Monroe, que aún campea en Sudamérica y el Caribe.

Su lucha no ha terminado; es nuestro deber recoger la antorcha que nos dejó y luchar sin tregua contra la lógica mortífera del capitalismo liberal, por la dignidad de los pueblos y el fin del racismo institucional.

La Fundación Frantz Fanon seguirá luchando junto a los pueblos cuyas voces son proscritas cuando se movilizan por sus derechos inalienables y por el respeto de su cultura y de sus derechos consuetudinarios.

Permítame, Señor Presidente, desearle que sepa hacer frente a las presiones de la derecha chilena y de las instituciones financieras internacionales y volver a las promesas que hizo al pueblo que lo eligió, y que espera ver cumplidas sus reivindicaciones, expresadas con tanta contundencia en la revuelta de 2019.

Mireille Fanon Mendes France

Fundación Frantz Fanon

Paris, 26 de septiembre 2023

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