Experto de la ONU afirma que Israel está llevando a Gaza al borde de la inanición tras la masacre de 104 palestinos que esperaban comida


El jueves 29 de febrero, soldados israelíes abrieron fuego contra una multitud que esperaba para recibir ayuda alimentaria en la ciudad de Gaza. Al menos 104 refugiados palestinos murieron en el ataque. “No es la primera vez que las fuerzas israelíes disparan contra personas que están intentando acceder a la ayuda alimentaria”, señala el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, quien acusa a Israel de cometer el crimen de guerra de llevar intencionalmente a la población de Gaza a la inanición. En estos momentos, se están difundiendo cada vez más reportes de familias palestinas que recurren a la comida para animales y a las hojas de cactus para obtener algún tipo de sustento, mientras que especialistas en el tema advierten que hay un inminente colapso agrícola. Fakhri añade que “en Gaza no hay una sola persona que no esté pasando hambre” y enfatiza que la hambruna, en el contexto moderno, es una catástrofe provocada por el ser humano. “A esta altura ya no tengo palabras para describir el horror de lo que está sucediendo y lo viles que han sido las acciones de Israel contra la población civil palestina”.


Transcripción

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AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.

NERMEEN SHAIKH: Mientras esperan para recibir ayuda humanitaria en Gaza, los palestinos están siendo atacados por las fuerzas israelíes al tiempo que el hambre aguda y la desnutrición severa se extienden. En el más reciente de los ataques, más de cien palestinos murieron y más de 700 resultaron heridos en la ciudad de Gaza cuando tanques y drones israelíes abrieron fuego contra una multitud. Más de medio millón de personas en Gaza están al borde de la inanición, mientras que prácticamente toda la población de 2,3 millones de personas necesita comida desesperadamente como resultado de los continuos bombardeos, los ataques terrestres y el asedio israelí en curso. Según las Naciones Unidas, la cantidad de ayuda que llega al territorio palestino disminuyó en un 50% en febrero en comparación con el mes anterior.

Este es Ramesh Rajasingham, director de coordinación de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, hablando el miércoles ante el Consejo de Seguridad.

RAMESH RAJASINGHAM: En diciembre, se predijo que toda la población de 2,2 millones de personas en Gaza enfrentaría altos niveles de inseguridad alimentaria aguda para febrero de 2024 —la mayor proporción de personas enfrentando este nivel de inseguridad alimentaria de la que se tenga registro—. Y aquí estamos a finales de febrero con al menos 576.000 personas en Gaza, una cuarta parte de la población, a un paso de la hambruna.

AMY GOODMAN: El relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, dice que Israel está llevando intencionalmente a los palestinos a la inanición y debería rendir cuentas por crímenes de guerra. Michael Fakhri nos acompaña desde Eugene, Oregon. Es profesor de Derecho en la Universidad de Oregón.

Bienvenido a Democracy Now!, Michael Fakhri. ¿Puede explicar lo que entiende de esta situación? ¿Y qué dice el derecho internacional sobre el derecho a la alimentación?

MICHAEL FAKHRI: Sí. Gracias, Amy. Todas las personas en Gaza están pasando hambre en este momento. Una cuarta parte de la población, es decir, medio millón de personas, padecen hambre extrema. Y la hambruna es inminente. Nunca hemos visto a la totalidad de una población, 2,2 millones de personas, obligadas a pasar hambre de manera tan rápida y absoluta. Y la salud de las personas se está deteriorando con rapidez. Lo verdaderamente preocupante es que estamos empezando a recibir informes sobre niños que han muerto de deshidratación, desnutrición e inanición. Nunca habíamos visto que se lleve tan rápido a los niños a padecer desnutrición. En los casi cinco meses de guerra, han muerto más niños, más periodistas, más personal médico y más personal de la ONU que en cualquier otro lugar en el mundo en cualquier conflicto. A principios de octubre, cuando comenzó esta guerra, yo mismo, junto con otros expertos independientes en derechos humanos de la ONU, pedí inmediatamente que se advirtiera sobre el riesgo de un genocidio, e hice un llamado a un alto el fuego inmediato para prevenir el genocidio. Lamentablemente, lo que ha pasado es que la guerra ha empeorado. Los ataques israelíes contra civiles han continuado y se han incrementado. Y creo que podemos decir que esto es un genocidio. Y ahora estamos viendo que la gente está padeciendo hambre extrema, mientras vemos que se les niega la ayuda humanitaria y se ha destruido el propio sistema alimentario en Gaza.

NERMEEN SHAIKH: Y, Michael, ¿puede responder a las últimas noticias provenientes de las autoridades de Gaza que dicen que las fuerzas israelíes cometieron una masacre en la ciudad de Gaza, en la que mataron al menos a 104 palestinos mientras esperaban la ayuda alimentaria? El Ministerio de Salud de Gaza dice que más de 760 personas resultaron heridas, en lo que Hamás calificó como un crimen de guerra sin precedentes. Según testigos presenciales, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra la multitud que se había reunido alrededor de los camiones de ayuda humanitaria. ¿Puede hablar sobre eso y sobre lo que significa que tan poca ayuda alimentaria pueda entrar y que cuando la gente trata de obtenerla les pasa esto?

MICHAEL FAKHRI: Sí. Esta no es… Desafortunadamente, no es la primera vez que la población ha recibido disparos por parte de las fuerzas israelíes al tratar de acceder a la ayuda. Este caso más reciente ha sido el más trágico en términos del número de muertos y el número de heridos, pero ha habido informes reiterados sobre miembros de las fuerzas armadas israelíes disparando contra civiles palestinos mientras esperan para recibir ayuda humanitaria. También hemos recibido informes de que Israel ha bombardeado convoyes de camiones de ayuda, incluso después de que esas rutas fueran coordinadas con las fuerzas armadas israelíes. Entonces, los militares israelíes saben dónde están esos convoyes, y, sin embargo, les están disparando. Además, ha habido convoyes que se han intentado enviar al norte de Gaza, y el último convoy que se envió y que Israel permitió llegar al norte de Gaza fue el del 23 de enero. Así que Israel no solo les está disparando a las personas que reciben ayuda y bombardeando camiones en ruta, también está impidiendo que los convoyes lleguen al norte. Y está imposibilitando que los camiones puedan cruzar la frontera, como ha denunciado el senador Merkley, ya sea a través del cruce fronterizo de Rafah, en la frontera con Egipto, o donde la mayor parte de la ayuda está llegando, que es al cruce fronterizo de Kerem Shalom, en la frontera con Israel.

AMY GOODMAN: Michael Fakhri, usted está describiendo una situación muy grave. Estamos viendo imágenes de la gente en Gaza, con los ojos hundidos, la delgadez de sus cuerpos. Hay informes, como uno reciente de Al Jazeera desde uno de los hospitales en el norte de Gaza, el hospital Kamal Adwan, donde hablaron sobre los bebés que están en el hospital. Ya no tienen padres ni madres. Por lo general, en el hospital hay una lata de leche para cada bebé. Pero allí no hay una sola lata para todo el pabellón. ¿Qué significa ser relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación? ¿Qué tipo de poder tiene ese cargo? ¿Qué tipo de informes hace?

MICHAEL FAKHRI: A estas alturas me estoy quedando sin palabras para poder describir el horror de lo que está pasando y lo viles que han sido las acciones de Israel contra los civiles palestinos. Mi trabajo es ser… Soy un experto independiente. Estoy autorizado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Este es un cargo voluntario. Mi trabajo es ser los ojos, los oídos, y a veces la voz de la conciencia, para el sistema de la ONU en los asuntos relacionados con el hambre, la desnutrición y la hambruna, desde una perspectiva de derechos humanos. Entonces, lo que hago es que presento informes al Consejo de Derechos Humanos y a la Asamblea General. Yo decido qué hay en la agenda cuando hago mis presentaciones. Yo decido cuál es la agenda del derecho a la alimentación al presentar informes ante el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General. Mi informe más reciente, cuando vaya al Consejo de Derechos Humanos la próxima semana, será sobre el papel de los pescadores artesanales. Y lo que estaré haciendo a partir de ahora, desde hoy hasta la Asamblea General de octubre, es mi próximo informe sobre el padecimiento de hambre extrema, con énfasis en Gaza, porque, lamentablemente, estamos viendo un aumento de los conflictos en todo el mundo —los conflictos son la principal causa del hambre en el mundo—. Y también, para ese informe, la idea es crear un registro de lo que está pasando en Gaza, porque estamos viendo hambre extrema y estamos al borde de la hambruna. Y lo que hay que recordar sobre el hambre extrema y la hambruna, es que siempre, siempre, son causadas por el hombre. Siempre es el resultado de decisiones políticas. Nunca ha habido ninguna hambruna en la historia moderna que no se haya dado porque las personas en el poder tomaron decisiones muy específicas y eligieron y decidieron castigar a los civiles. Y lo que estamos viendo en Gaza no es diferente de ese registro histórico.

NERMEEN SHAIKH: Michael Fakhri, ¿podría hablar sobre la orden de la Corte Internacional de Justicia de tomar medidas provisionales? ¿Qué resultados ha tenido? ¿En qué medida Israel cumplió con esas medidas provisionales?

MICHAEL FAKHRI: Sí. El 26 de enero, la Corte Internacional de Justicia manifestó, al ordenar que se tomen medidas provisionales —y aquí voy a citar textualmente—, que el Estado de “Israel debe tomar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de los servicios básicos y la asistencia humanitaria que se necesitan urgentemente para hacer frente a las adversas condiciones de vida a las que se enfrentan los palestinos en la Franja de Gaza”. Lo que el tribunal también hizo fue considerar que la “catastrófica situación humanitaria” —estas son sus palabras— en la Franja de Gaza “corre el grave riesgo de empeorar”. Eso dijo la Corte Internacional de Justicia a finales de enero. Lo que sucedió en cambio, fue que Israel no obedeció al tribunal. De hecho, trató de socavar la autoridad del tribunal. Y, en efecto, lo que han hecho es que han estado restringiendo y denegando la entrega de ayuda humanitaria a la población de Gaza. Y más o menos al mismo tiempo, a finales de enero, Israel incluso negó que hubiera una crisis humanitaria o padecimiento de hambre extrema. Y así, lo que vimos fue que en lugar de cumplir con el fallo de la Corte Internacional de Justicia se produjo una reducción de la ayuda humanitaria en un 50%. Entonces, para ponerlo en perspectiva, antes de que comenzara la guerra, aproximadamente 500 camiones solían entrar en Gaza al día. Ahora, si tenemos suerte, la media es de unos cien, pero esa es una cantidad media. Además, hay que recordar, que incluso antes de que todo esto sucediera, Israel tenía un gran control sobre la entrada de alimentos en Gaza a través de un bloqueo que ya dura 17 años. Porque la pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Cómo pudo Israel hacer que 2,2 millones de personas llegaran a pasar tanta hambre tan rápido y de forma tan generalizada? Israel ya estaba manteniendo a la gente al borde del hambre a través del bloqueo de 17 años, que hace muy difícil que los pescadores puedan acceder al mar. Y el 50% de la población de Gaza ya sufría inseguridad alimentaria antes de la guerra. El 80% dependía de la ayuda humanitaria. Por lo tanto, está muy claro que Israel no solo no está cumpliendo con el fallo de la Corte Internacional de Justicia, sino que además está utilizando la ayuda humanitaria como moneda de cambio. No solo está violando el derecho internacional y la orden de la Corte Internacional de Justicia, ahora ha quedado patente, porque lo que vimos el martes, 27 de febrero… Israel y Hamás comenzaron a negociar una posible tregua de 40 días. Y es importante tener en cuenta lo que Israel ha ofrecido en las negociaciones. Han ofrecido permitir la entrega de ayuda humanitaria a los palestinos de Gaza. Entonces, lo que Israel está ofreciendo a cambio de concesiones por parte de Hamás son cosas como un compromiso de permitir la entrada de 500 camiones por día con ayuda humanitaria. Israel se está comprometiendo potencialmente a proporcionar 200.000 carpas y 60.000 caravanas. Y están ofreciendo rehabilitar hospitales y panaderías y permitir la entrada de los equipos necesarios. Este es el mínimo indispensable. Lo que ofrecen como una negociación política es el mínimo básico como parte de su obligación legal en términos de derecho internacional humanitario, como parte de su obligación legal de cumplir con el fallo de la Corte Internacional de Justicia y de cumplir con las leyes de derechos humanos. Pero, repito, esto es lo mínimo. Y han estado reteniendo esto. Han estado reteniendo esto. Y ahora vemos cómo en las negociaciones para una tregua Israel lo está usando como moneda de cambio para poder ofrecer algo, como si fuera una opción política y no una obligación legal y, yo añadiría, moral.

AMY GOODMAN: ¿Israel está cometiendo un crimen de guerra, Michael Fakhri?

MICHAEL FAKHRI: Sin duda. Sin duda, están cometiendo crímenes de guerra. Pero permítanme añadir que lo interesante de los crímenes de guerra es que solo podemos hacer responsables de ellos a individuos. Esto es algo, en mi opinión, más existencial. Es por eso que estamos diciendo —y con “estamos” me refiero a las decenas de expertos independientes en derechos humanos de la ONU— que esto es un genocidio. Esta es la razón por la que la Corte Internacional de Justicia está diciendo que hay un caso plausible de genocidio, desde su perspectiva. Lo que queremos decir con que esto es un genocidio es que el pueblo palestino, la gente, están siendo atacados simplemente porque son palestinos, simplemente por quiénes son. Esto es lo que lo convierte en genocidio. Lo importante de enmarcarlo como genocidio es, por supuesto, el remedio que está disponible. Genocidio significa que el Estado de Israel mismo es culpable, porque, si tomamos el asunto del hambre extrema, esta es una negación sistémica de ayuda humanitaria. Pero es una decisión política, es utilizar la negación de la ayuda humanitaria y el hambre extrema como moneda de cambio en una negociación política. Esto significa que todo el Estado de Israel es culpable. Pero eso también significa que el remedio no es solo meter a este individuo o a esa persona en la cárcel unos años en el futuro. El remedio para el genocidio es reconocer plenamente el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación. Por eso es importante entender esto como un genocidio.

AMY GOODMAN: Pasemos de Gaza a Cisjordania. ¿Puede hablar sobre los ataques a los campesinos de Cisjordania? ¿Qué está pasando sobre el terreno? ¿Quién es el responsable, Michael Fakhri?

MICHAEL FAKHRI: Sí. Algo interesante es que cuando esta guerra en particular comenzó en Gaza, inmediatamente vimos una escalada de la violencia perpetrada por colonos israelíes contra palestinos, y específicamente contra los campesinos palestinos, y un aumento de la violencia por parte de las fuerzas israelíes contra los palestinos en Cisjordania. Y lo que ha pasado ahora es que la temporada de cosecha de la aceituna ha pasado, y los agricultores no pudieron cosechar sus aceitunas. Esto tiene varias implicaciones. Estamos viendo un número récord de actos de violencia en Cisjordania, más que nunca en los últimos tiempos. Y cuando atacan los olivos y las cosechas de aceitunas no se trata solo de aceitunas, que son importantes para la nutrición y para la alimentación y para asegurarse de que la tierra siga siendo fructífera en el futuro. El olivo es central para la identidad palestina. Refleja y es un aspecto central de la forma en que los palestinos se relacionan con la tierra, con las tradiciones, con sus antepasados y con el futuro. Por lo tanto, atacar y dañar y eliminar algunos olivos es, repito, atacar la esencia del pueblo palestino. Entonces, lo que estamos viendo, y es por eso que estamos tan preocupados, es que no es… esto no se trata solo de la guerra en Gaza. Esta es una escalada de violencia contra el pueblo palestino. Y puedes ver esto cuando sigues la comida, cuando sigues la agricultura, cuando ves a los pescadores en Gaza, y me gustaría recordar también cómo la Agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina, UNRWA, se ha visto amenazada por la falta de financiación. Debido a las infundadas acusaciones de Israel, acusando al principio a 12 trabajadores, aunque ahora el número ha bajado a nueve, de los 30.000 empleados de la agencia, los principales donantes de la UNRWA han decidido poner fin a la financiación. Esto incluye a Estados Unidos, Alemania, Canadá, Japón, entre muchos otros, y esto castiga a todos los palestinos refugiados, no solo en Gaza, también en Cisjordania y Jerusalén Este, así como en el Líbano, Siria y Jordania. Entonces, una y otra vez, lo que estamos viendo es este aumento de la violencia contra todo el pueblo palestino simplemente por ser quiénes son.

NERMEEN SHAIKH: Michael Fakhri, por último, hablemos de la crisis de hambre a nivel mundial, que el Programa Mundial de Alimentos ha denunciado como algo de proporciones sin precedentes. En solo dos años, el número de personas que se enfrentan o están en riesgo de sufrir inseguridad alimentaria aguda ha aumentado de 135 millones antes de la pandemia a 345 millones en este momento.

MICHAEL FAKHRI: Sí. Antes de la pandemia, ya estábamos viendo un aumento en las tasas de hambre y desnutrición. Esto comenzó en 2015. Cuando comenzó la pandemia en 2020, desencadenó inmediatamente una crisis de hambre en todo el mundo, tanto en países ricos como en pobres. De repente, hubo un aumento en el hambre. Así que, cuando la pandemia terminó formalmente, lo que pasó fue que la crisis de hambre de hecho empeoró. Esto se debió a las medidas y los programas sociales temporales que fueron implementados durante la pandemia para hacer frente a la crisis sanitaria. Cosas como el programa universal de comidas escolares para niños y niñas, a veces durante todo el año, no solo durante el año académico; los pagos directos en efectivo; el apoyo a los mercados locales de alimentos. Estos programas se pusieron en marcha como medidas temporales para hacer frente a la pandemia y la crisis alimentaria durante la pandemia.

AMY GOODMAN: Tenemos 10 segundos.

MICHAEL FAKHRI: Entonces, lo que hay que hacer es convertir esos programas temporales en programas permanentes; de lo contrario, esta crisis alimentaria mundial solo va a empeorar.

AMY GOODMAN: Michael Fakhri es relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación y profesor de Derecho en la Universidad de Oregón. Hasta aquí nuestro programa de hoy. Democracy Now! está producido por Mike Burke, Renée Feltz, Sharif Abdel Kouddous, Messiah Rhodes, María Taracena, Tami Woronoff, Charina Nadura, Sam Alcoff, Tey-Marie Astudillo, Robby Karran, Hany Massoud y Hana Elias. Nuestra directora ejecutiva es Julie Crosby. Un agradecimiento especial a Becca Staley, Jon Randolph, Paul Powell, Mike Di Filippo, Miguel Nogueira, Hugh Gran, Denis Moynihan, David Prude, Dennis McCormick, Matt Ealy, Anna Ozbek, Emily Andersen, Buffy Saint Marie Hernández. Soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Esto es Democracy Now!


Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

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