Goles y sexo


Foto del avatarpor Leoncio Barrios | @Leonciobarrios24 febrero, 2024 

Los hombres que son estrellas mediáticas suelen agregar a la prebenda de su masculinidad, el ser admirado y codiciado por su público, particularmente por las mujeres. Esto les da más poder social y lamentablemente en algunos casos, licencia hasta para cometer abusos sexuales.

Con frecuencia, astros del espectáculo, particularmente del deporte, aparecen involucrados en delitos sexuales que cometen amparados en la impunidad que les da la fama y el dinero  aunque, a veces, pudiera no ser así.

Goleador y violador

Hace poco más de un año, un famoso futbolista brasileño contratado por unos de los clubes de fútbol más prestigiosos de España, fue acusado por una joven de haberla violado (agresión sexual, dicen los medios aunque no necesariamente sea lo mismo, ni se escriba igual que violación). Lo que hasta esta semana fue un supuesto hecho ocurrió en el baño de una discoteca cuya clientela se caracteriza por ser “gente de bien”, VIP, de dinero. “Pija” la llaman en España.

El juicio al futbolista violador ha sido altamente mediático porque combina varios elementos que apasionan al público: deporte, sexoviolencia y poder. Un juicio semejante al de otro deportista, O.J Simpson, a mediados de los años 90, en los EE.UU., acusado de haber matado a su esposa y declarado no culpable debido a presiones sociales y políticas.

Los abogados del futbolista usaron varias versiones para justificar la acción de su defendido, entre ellas el que  “estaba borracho”, lo que podría interpretarse como que cometió el acto pero “sin darse cuenta” o que borracho no tiene erección y por tanto es imposible que haya ejecutado una violación, o por estar borracho, todo lo que haga puede ser tomado como un atenuante legal por no estar en sus cabales.  

En el juicio del futbolista ha privado la valentía de la denunciante (y poder económico, según se infiere por cómo los medios han respetado su anonimato), la contundencia de sus argumentos, la consistencia de los testigos, el apoyo social que ha tenido, la sensibilidad de la población española ante la violencia machista y la voluntad de gobiernos locales y el nacional de combatir la violencia machista.

Además,  una nueva ley en defensa de las mujeres y un tribunal honesto, han permitido una sentencia condenatoria que hace pocos años no hubiese sido posible en ese país. 

La sentencia

El tribunal que juzgó al futbolista en España emitió un veredicto del cual transcribo unos párrafos por su importancia en la vida social de mujeres y hombres en cualquier sociedad que luche por erradicar la violencia sexual hacia las mujeres:

«Debe señalarse que ni que la denunciante haya bailado de manera insinuante, ni que haya acercado sus nalgas al acusado, o que incluso haya podido abrazarse al acusado, puede hacernos suponer que prestaba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir»

«Estas actitudes o incluso la existencia de insinuaciones no suponen dar carta blanca a cualquier abuso o agresión que se produzca con posterioridad; el consentimiento en las relaciones sexuales debe prestarse siempre antes o incluso durante la práctica del sexo, de tal manera que una persona pueda acceder a mantener relaciones hasta cierto punto y no mostrar el consentimiento a seguir, o a no llevar a cabo determinadas conductas sexuales o hacerlo de acuerdo a unas condiciones y no a otras».

«Es más, el consentimiento debe ser prestado para cada una de las variedades de relaciones sexuales dentro de un encuentro sexual, puesto que alguien puede estar dispuesto a realizar tocamientos sin que ello suponga que accede a la penetración, o sexo oral pero no vaginal, o sexo vaginal pero no anal, o sexo únicamente con preservativo y no sin este. Ni siquiera el hecho de que se hubieran realizado tocamientos, implica haber prestado el consentimiento para todo lo demás».

A pesar de esos contundentes argumentos, el tribunal optó por la pena mínima en España, para este tipo de delitos: 4 años de cárcel, debido a una serie de atenuantes que la parte a acusadora recurrirá como también lo hará la defensa, que haciendo caso omiso a las pruebas, insiste en la inocencia del acusado.

Denuncia que algo queda

A pesar de que continúe la discusión por la pena impuesta al futbolista violador por considerarla insuficiente, esta sentencia  podría sentar precedentes en futuros juicios por violacion sexual no sólo en España, ya que introduce valiosos argumentos conceptuales para casos de violencia hacia la mujer.

En el juicio al futbolista, el tribunal ha aceptado como creíble la versión de la mujer violada, lo que usualmente no ocurre porque las autoridades la descalifican por el solo hecho de provenir de una mujer y, además, ha delimitado el imperante consentimiento por parte de la mujer en cualquier momento del acto sexual, como lo establece la ley recientemente aprobada en España, conocida como la ley del solo sí es sí.

En el primer tiempo de este juego, el laureado goleador salió con tarjeta roja no por haber violado reglas del juego sino a una mujer. Los árbitros judiciales de otros países deberían seguir el ejemplo para que todos y todas ganemos.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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