Bombardeo AtómicoLunes 6 de agosto de 1945, Hiroshima.Jueves 9 de agosto de 1945, Nagasaki.


El contexto:

Humberto Rojas:

el Proyecto Manhattan desarrollado por los Estados Unidos, Inglaterra y Canadá, atrajo a una gran cantidad de científicos, entre los que encontraban Robert Oppenheimer, Niels Böhr, Lou Szilard y Enrico Fermi, se fijaron el objetivo de desarrollar la primera bomba atómica antes que los alemanes, pero la dinámica de la guerra ya tenía una tendencia desfavorable para el Eje Alemania, Italia y Japón que para esta altura del conflicto ya se encontraba en la práctica desmembrado. Italia capitula en septiembre de 1943, Alemania (luego que le quebraran a la Wehrmacht su “espinazo miliar” en la Operación “Barbarossa” en Rusia) capitula en mayo de 1945 y Japón, ya solitario para agosto de 1945 estaba cercado militarmente por los Aliados (la Unión Soviética, Inglaterra y los Estados Unidos), por lo tanto, era cuestión de tiempo para su rendición.

El Hecho.
Harry S. Truman, Presidente de Estados Unidos:
“…Le agradecemos a Dios que nos ha llegado, en lugar de a nuestros enemigos; y oramos para que Él nos guíe para usarlo en sus caminos y para sus propósitos…”
Los japoneses comenzaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor. Lo hemos usado para acortar la agonía de la guerra, a fin de salvar las vidas de miles y miles de jóvenes estadounidenses contra aquellos que nos atacaron sin previo aviso, contra aquellos que han abandonado toda pretensión de obedecer las leyes internacionales de guerra. Ahora les hemos devuelto el golpe multiplicado. Con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas. En su forma actual, estas bombas se están produciendo. Incluso están en desarrollo otras más potentes. […] Ahora estamos preparados para arrasar más rápida y completamente toda la fuerza productiva japonesa que se encuentre en cualquier ciudad. Vamos a destruir sus muelles, sus fábricas y sus comunicaciones. No nos engañemos, vamos a destruir completamente el poder de Japón para hacer la guerra. […] El 26 de julio publicamos en Potsdam un ultimátum para evitar la destrucción total del pueblo japonés. Sus dirigentes rechazaron el ultimátum inmediatamente. Si no aceptan nuestras condiciones, pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire como la que nunca se ha visto en esta tierra.

Lo pendiente:
78 años después, USA no se ha disculpado ante el pueblo japonés. Harry S. Truman, su Comandante en Jefe, justificó, sin remordimiento, el lanzamiento de las bombas atómicas sobre dos poblados civiles (un elemento paradójico: Nagasaki era la mayor localidad cristiana de Japón) y aún no ha sido señalado, mucho menos, juzgado y condenado como culpable directo de este hecho aciago, funesto e inédito en la historia de la humanidad.
[18:33, 2023-08-06] Humberto Rojas: 78 ACTOS MAQUILLADOS

Atroz y cruel ataque
como si el sol hubiese caído sobre dos poblaciones civiles.
Inmensa bola de fuego,
miles de miles de grados desatados,
energía térmica liberada,
fisión,
reacción en cadenas,
lo sintético desparramado:
uranio, plutonio, isotopo radiactivo;
16 y 21 kilotones danzando su juego de muerte.

Masa de espanto,
remolino de fuego,
ignición, deflagración de los valores,
todo arrojado al trasto,
la ética en combustión,
el cinismo triunfal
y de nuevo de vuelta a la prehistoria.

Todo lo que existía crepitando:
humanos,
animales,
vegetales,
madera,
cemento,
hierro,
hormigón arenado…

Todo lo que era desapareció:
aire,
agua,
bloques,
metales… se fundió.

Los cuerpos de niños,
ancianos,
mujeres,
jóvenes,
hombres…
hervidos, incinerados, abrasados
calcinados, carbonizados
(carbones humanos encendidos),
ardiendo, consumidos, evaporados…

Cadáveres caminando
sin ropa,
desnudos de vida,
dejando por las calles
pedazos de la cara,
de los brazos,
del pecho,
de las piernas;
ya sin sexos,
ya sin piel,
caminan ignorantes de sus muertes
torbellino de penumbras …

Hiroshima y Nagasaki,
lluvia eterna y oscura en el alma humana,
(hongo corrosivo de la historia).
Desolación en el espíritu
que nos envenena como especie,
me crujen las entrañas,
araña incrustada en el corazón de la inteligencia.
No es una fecha más,
no es un aniversario más,
no es un acto más,
es un galardón en el ojo de un arrebato…:
Más de doscientos mil nombres volatizados en segundos,
catres de brasas
sin travesía…
Saña y soberbia,
hecho criminal,
episodio innecesario del género humano.
Dominar la inteligencia,
el talento
de manera perversa es irracional,
disparate moderno…

Pero mi desconocimiento,
mi ignorancia no me redime
ni me exime,
por el contrario,
detonan mi tranquilidad,
mi quietud,
mi oscuridad;
mi caverna,
carcomen mi inacción y pasividad…
No necesito traducción,
toda muerte me degrada,
toda injusticia me empequeñece,
me humilla,
me ultraja,
me avasalla como especie.
Un trueno interminable de 78 años
me retumba en el alma,
me impide aceptar actos maquillados.
Decir casi lo mismo
no es decir lo mismo,
escribir la historia no es la historia…
sus almas siguen vagando sin honor
sin justicia
escondida en la ignominia del vencedor.
Ellos vivirán en cada hogar exterminado
si no mueren en mi (tu) memoria,
si no mueren en mi (tu) conciencia…

Humberto Rojas D.
6 de agosto de 2023

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