A 52 años del golpe, sigue la impunidad de la dictadura de Banzer


POR MIGUEL GÓMEZ / La-razón.com

Su gobierno dictatorial, que sembró terror de 1971 a 1978, es considerado el ‘más represivo’ de la historia del país.

Hace 52 años la marcha de las botas de los militares cambiaron de tono en el poder. A sangre y fuego, el coronel cruceño Hugo Banzer Suárez se declaraba presidente. Comenzaban siete años de terror. Siete años que permanecen impunes hasta ahora.

Ese 21 de agosto de 1971, la resistencia fue sometida. Banzer contaba con muchos aliados y había planificado minuciosamente el golpe que iba a perpetrar a un colega, Juan José Torres, el llamado Jota Jota, a quien pocó le sirvió convocar al apoyo ciudadano, incluso con la entrega de armas en el estadio de Miraflores de La Paz.

Eso sí, muchos civiles se unieron para evitar el arribo de Banzer al Palacio de Gobierno, entre ellos el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz. Todo fue vano. El cruceño abrazó el poder y de inicio dio una pincelada de su visión represiva a Presencia, al preguntarle por los muertos de ese día: “Vale perder la vida para conseguir la libertad”.

Para Nila Heredia, expresidenta de la Comisión de la Verdad, hay algo claro entre las dictaduras de 1964 y 1982 que apuñalaron a Bolivia y escribieron sus páginas oscuras. “El gobierno dictatorial de Banzer fue el más represivo en la historia. Este es el peor, y han habido dictadores y gobiernos aparentemente democráticos graves”.

Por ello, lamenta que la impunidad sea el común denominador. “La dictadura de Banzer fue gravísima y sobre todo también por su implicación en el Plan Cóndor… Hay muchas cuentas pendientes en estos 52 años. Desde que nunca se hizo un juicio de responsabilidades al gobierno, al dictador Banzer, a todo su gobierno”.

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BANZER

Ruth Llanos, presidenta de la Asociación de Familiares y Detenidos, Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional (Asofamd), tiene la misma sentencia. “A 52 años del golpe de Banzer, como Asofamd tenemos que seguir sufriendo la impunidad. No se enjuició a los responsables materiales e intelectuales”.

La activista subraya que las ejecuciones extrajudiciales, las masacres campesinas y mineras, los desaparecidos de la represión de Banzer siguen sin justicia. Como dato, un afiche de Asofamd para cuando el dictador se postuló como candidato a la presidencia en la era democrática, da cuenta del luto que dejó entre 1971 y 1978.

Los números muestran a 33 desaparecidos entre 1971 y 1976, además de 57 asesinados durante el gobierno dictatorial. Eso no es todo, se contabiliza a 14 asesinados en Tolata, en enero de 1974; aparte de tres militares asesinados: los generales Juan José Torres, Joaquín Zenteno Anaya y Andrés Selich Chopp. Eso no es todo, también figuran 37 desaparecidos y seis asesinados en Argentina. Y cuatro desaparecidos y asesinados en Chile. 

Heredia afirma que la corrupción fue otro sello de la dictadura banzerista. “Durante los siete años vilipendiaron los bienes del Estado”. Indica que se explica que en esa época no hubo siquiera un atisbo para enjuiciar la vulneración de derechos humanos. Y apunta a dos razones para que eso tampoco haya ocurrido en democracia.

PROTECCIÓN

Primero, que en los golpes posteriores se borró todo lo que se había acumulado para un juicio de responsabilidades contra Banzer, proceso que precisamente había sido impulsado por Quiroga Santa Cruz. En criterio de Heredia, las dictaduras de Alberto Natusch Busch (1979) y Luis García Meza (1980-1981) son las culpables.

“Fue una etapa de la destrucción o de ocultamiento de todo el material que sindicaba a Banzer. Todo ese material fue ocultado, destruido y aparentemente entregado a Banzer. Hubo un interés exclusivo y directo, manifiesto de los grupos militares alrededor y de todo ese conjunto que fueron parte de la dictadura”, añade.

Eso no es todo. En cuanto a la voluntad política, Heredia señala una segunda razón para que el juicio contra Banzer no haya siquiera gateado: los partidos de derecha. Esto más allá de lo que el presidente Hernán Siles Zuazo (1982-1985) incentivó con la Comisión Nacional de Investigación de Personas Desaparecidas. 

Tras la salida del poder de Siles Zuazo y con la llegada de Víctor Paz Estenssoro (con quien Banzer tiene una foto cuando asumió el poder en el balcón del Palacio de Gobierno, que puede verse en la página anterior), relata Heredia, todos los partidos votaron para “engavetar” el juicio de responsabilidades contra el futuro líder de Acción Democrática Nacionalista (ADN).

ENGAVETADO

“La Justicia y todos los órganos del Estado en realidad engavetaron todo y no continuaron porque es lógico que frente a los reclamos que hicimos familiares de desaparecidos, pudo la Fiscalía continuar investigando, pero no lo hicieron. Las deudas son enormes y el Estado tiene la obligación, incluso creo que habría que pensar en un juicio posterior”.

Llanos insiste en justicia, algo que tampoco llegó, según ella, con la Comisión de la Verdad porque no cumplió su mandato. “La violencia política que vivimos hace 52 años fue una que no fue neutral. Fue una decisión y una acción deliberada y que debería ser juzgada y debería ser sancionada. Y para eso hay que comprender lo que pasó hace 52 años”, remarca.

Memoria y justicia. Es la síntesis exigida. Hace 52 años, Banzer marcó con sangre la historia boliviana y continuó así durante siete años. Y sus tentáculos represivos se extendieron a otros países, bajo el permiso del Plan Cóndor, que unió a varias dictaduras de la región para eliminar a sus “enemigos”. El manto de la impunidad aún cubre todo ello.

(21/08/2023)

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