Usuarios queman empresa norteamericana en Guatemala


 POR OLLANTAYITZAMNA

¿Por qué llegó a este punto la molestia de usuarios de ENERGUATE?

Ahora, sectores crecientes de usuarios de electricidad inconformes en el país se encuentran acorralados.
Al parecer las acciones de resistencias comunitarias, dentro de lo dispuesto en la Constitución Política, fue una válvula de escape hasta cierto punto controlado de la bronca social.
Ahora, sin resistencias comunitarias, y ante la complicidad del Estado con los abusos de ENERGUATE, la población actúa como en la obra de Fuente Ovejuna de Lope de Vega.

La conflictividad social por el pésimo servicio de distribución domiciliaria de electricidad se torna más violento en Guatemala.

Ayer, 9 de junio, usuarios afectados por los malos servicios de la empresa norteamericana ENERGUATE, en San Benito, Petén, no sólo incendiaron las instalaciones de la empresa, sino también maltrataron al gobernador departamental, arrojándose basura, insultos etc.

Este tipo de reacciones violentas se repite. En 2019, en Totonicapán, usuarios molestos con ENERGUATE prendieron fuego a las oficinas de la empresa… En otras circunstancias, incluso trabajadores de la empresa son detenidos y advertidos en las comunidades por usuarios molestos por los malos servicios.

El Estado, en 1996, entregó para 50 años, en condición monopólica, la distribución de la electricidad domiciliaria a la empresa española Unión Fenosa. Al momento, dicho negocio fue revendido en varias ocasiones. Actualmente lo tiene el grupo financiero norteamericano I Squared Capital. Lo compró en paquete por más de mil millones de dólares. Por dicho negocio, Unión Fenosa pagó al Estado de Guatemala 101 mil dólares en la década de los 90.
Años después, usuarios rurales comenzaron a protestar. Así nació el movimiento de comunidades denominado “resistencia por la nacionalización de la energía eléctrica”. FNL y el movimiento CODECA acompañaron, y aún lo hacen, dicho movimiento.

La respuesta del Estado fue crear una fiscalía especial contra el Hurto de Fluidos, 2013. En 2023, salió el Decreto 8-2023 que castiga hasta con 12 de años de cárcel y multas de hasta de 100 mil quetzales ($12 mil) a usuarios que se conecten directamente al servicio eléctrico o manipulen el sistema eléctrico, o se declaren en resistencia. Es decir, ahora, el usuario está obligado a pagar las abusivas facturas de energía eléctrica.

Según investigaciones oficiales la empresa ENERGUATE cometió varios delitos en Guatemala. Para evadir el pago de impuestos, creó dos empresas de cartón (inexistentes). En su intento de contener el crecimiento de usuarios en resistencia, destruyó el tendido eléctrico, dejando a comunidades completas sin electricidad por meses, y por años incluso. Como actualmente ocurre los departamentos de Jalapa y Jutiapa. En ningún caso la empresa norteamericana fue sancionada penalmente.

Más por el contrario, como un premio al crimen empresarial, el Estado le entrega anualmente subsidios económicos que alcanzan decenas de miles de dólares anuales.

Ahora, sectores crecientes de usuarios de electricidad inconformes en el país se encuentran acorralados. Al parecer las acciones de resistencias comunitarias, dentro de lo dispuesto en la Constitución Política, fue una válvula de escape hasta cierto punto controlado de la bronca social.

Ahora, sin resistencias comunitarias, y ante la complicidad del Estado con los abusos de ENERGUATE, la población actúa como en la obra de Fuente Ovejuna de Lope de Vega.

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