Suecia acogerá en abril un ejercicio con 30.000 soldados de 14 países.


Un vehículo de combate sueco CV90 lidera un convoy durante un ejercicio en la isla báltica de Gotland en junio de 2022.


El próximo 24 de abril, la «guerra» llegará a Suecia. El día ha estado precedido por una semana de inestabilidad en la sociedad; en algunos lugares, agua potable inservible, dificultades para retirar dinero en efectivo y suministro eléctrico deficiente.

La movilización tanto del personal empleado de las Fuerzas Armadas como de los reclutas se llevará a cabo a mediados de abril. El 24 de abril, la decisión del gobierno viene acompañada de una orden posterior de la ÖB: tomar una mayor preparación.

Comienza así el ejercicio de defensa más amplio jamás realizado, el Aurora 23, de tres semanas de duración. Participan cerca de 30.000 personas. Además de casi todo el ejército sueco, también unidades de otras 14 naciones, y no menos importante un gran número de actores civiles.

«La gran participación internacional es una de las cosas que hacen que este ejercicio destaque», afirma el jefe del ejercicio, el General de Brigada Stefan Andersson.

Aurora 23 es similar en muchos aspectos al ejercicio correspondiente que iba a realizarse en 2020, pero que tuvo que adelantarse debido a la pandemia. Ese ejercicio también se planificó pensando en una gran participación internacional, y Stefan Andersson explica que el aspecto internacional es importante por varias razones.

«Principalmente porque varias de estas naciones vienen a apoyarnos en caso de situación crítica. Debemos practicar tanto el apoyo del país anfitrión, que es como recibimos la ayuda de otras naciones, como la cooperación a todos los niveles, desde el trabajo del personal hasta el combate. Pero el ejercicio también envía una señal importante de que somos un actor creíble en política de seguridad, afirma.

Nos encontramos con él durante una reunión en el Regimiento de Mando, con representantes de todas las unidades participantes. Durante la reunión, de tres días de duración, se repasa el ejercicio día a día, entre otras cosas. En un mapa gigante se colocan marcadores que indican dónde estarán las distintas unidades y unidades en distintos momentos, dónde tendrán lugar los movimientos y los ejercicios.

En resumen, el ejercicio sigue un escenario en el que el adversario comienza con una serie de las llamadas operaciones subversivas, es decir, actividades de perturbación y sabotaje de la sociedad, y luego lleva a cabo diversos ataques armados. El ejercicio tiene lugar en toda Suecia, pero con una concentración en las zonas meridionales, incluida Gotland.

Los elementos practicados abarcan desde el transporte hasta el combate en tierra, mar y aire. Inicialmente, por ejemplo, se trasladarán unidades americanas con material desde la frontera con Noruega, a la altura de Trondheim, hasta el sur de Suecia. Se practica la defensa costera en el Mar del Norte y el Mar Báltico, y en el sur de Suecia unidades británicas, finlandesas y estadounidenses participan en la defensa aérea cuando atacan aviones polacos.

Por primera vez en un ejercicio se estudiarán aspectos morales, para crear una imagen de cómo actúa y reacciona la gente en un «ejercicio tan agudo» como es Aurora 23.

Como ya se ha señalado, la planificación se basa en gran medida en el aplazado Aurora 20. La grave situación de la política de seguridad y el hecho de que Suecia esté en camino hacia la OTAN no han afectado significativamente al diseño del ejercicio, afirma el jefe del ejercicio, Stefan Andersson. Pero subraya que las Fuerzas Armadas pueden pasar del modo ejercicio al modo agudo en muy poco tiempo si es necesario.

Aurora 23 finaliza el 11 de mayo.

Swedish Armed Forces

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