Dia Internacional de la Mujer


El 8 de marzo es una fecha para conmemorar la lucha por la emancipación de la mujer, sus esfuerzos por la equidad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos, así como su articulación al combate contra las formas de dominación propias del capitalismo, el neocolonialismo y de su lógica excluyente, guerrerista, racista, saqueadora y dominadora.
La mujer ha jugado un papel trascendental desde la época pre-colonial, pues en nuestros pueblos originarios las mujeres gozaban de un alto status social, tejían hilaban, sembraban, combatían, sabían de plantas medicinales, aconsejaban y ejercían funciones de liderazgo.
Hurgando en la historia de Venezuela encontraremos mujeres como Apacuana, Urimare, Urquia, AnaSoli, quien lideraron levantamientos contra los españoles que usurpaban sus territorios. En la gesta independentista encontraremos mujeres con nombre como Josefa Camejo, Luisa Cáceres, o a la Libertadora del Libertador Manuela Sáenz , y mujeres invisibilizadas pero presentes, la Gaceta de Caracas sobre la “Representación que hace el Bello Sexo al Gobierno de Barinas” señaló el 5 de noviembre de 1811 que: “El sexo femenino (…) no teme los horrores de la guerra: el estallido del cañón no hará más que alentarle: su fuego encenderá el deseo de su libertad, que sostendrá a toda costa en obsequio del suelo Patrio.”
Esto demuestra la participación de las mujeres en su conjunto, en la gesta independentista.
Por la misma época, en el contexto internacional, encontraremos a Flora Tristán, precursora del socialismo feminista y defensora de los derechos de la clase obrera, a quien el propio Marx la llamó: “precursora de altos ideales nobles”.
Pero, ¿Por qué cada año conmemoramos un día internacional dedicado a la mujer trabajadora?
A finales del siglo XIX e inicios del XX las mujeres marchaban en las calles de Estados Unidos y Europa exigiendo el derecho a voto, mejores condiciones laborales, un sueldo igualitario al de los hombres, e igualdad entre los sexos, sin embargo, la lucha de las mujeres afrodescendientes, que se unieron a estas manifestaciones y a las conferencias, era por ser consideradas seres humanos, expresión de ello es la voz de Isabella Baumfree.
En 1908, cuarenta mil costureras industriales de las grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, igualdad salarial e igualdad de trato, jornadas de trabajo menos largas, y formación para el trabajo de acuerdo a sus vocaciones, y expresando su profundo rechazo a la explotación laboral infantil. Durante la huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York, debido a que los dueños de la fábrica las habían encerrado para obligarlas a permanecer en el trabajo e impedirles su derecho de unirse a la huelga.
En homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908, Clara Zetkin, en la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (Copenhague), impulsó que se proclamara oficialmente un día internacional en honor a la mujer trabajadora.
La versión en castellano de Second International Conference of Socialist Women at Copenhagen de fecha 26 de agosto de 1910 señaló que:
Para impulsar la emancipación política de la mujer se debe:
Ilustrarlas con discursos y literatura sobre la necesidad social y la importancia de la emancipación política del sexo femenino y aprovechar, por tanto, toda oportunidad de hacerlo. (…) Se debe proclamar (…) la solicitud de plena igualdad política de los sexos (…) las mujeres socialistas de todas las nacionalidades deben organizar cada año un Día de la Mujer, el cual, ante todo, tiene que promover la agitación por el sufragio femenino. Esta reivindicación debe ser explicada en relación con toda la cuestión de la mujer según la concepción socialista. El Día de la Mujer debe tener un carácter internacional y debe ser preparado cuidadosamente.
En la misma Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se señaló que el deber de las mujeres socialistas es:
(…) colaborar con la obra del mantenimiento de paz (…) formarse “sobre las causas de la guerra y su fundamento (el orden capitalista) y los objetivos del socialismo, (…) consolidar en el conjunto de la clase obrera la conciencia del poder que puede y debe utilizar (…) para garantizar la paz mediante el papel que juega en la vida económica de la sociedad moderna.
En 1889, durante la sesión del 19 de julio del Congreso Fundacional de la Segunda Internacional celebrado en París, Clara escribió:” La emancipación de las mujeres, como la emancipación de todo el género humano, sólo ocurrirá dentro del marco de la emancipación del trabajo con respecto al capital”.
Finalmente, la institucionalización del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer fue declarada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en1977.
En nuestro país, las luchas feministas fueron escasamente difundidas en el siglo XX a pesar de las centenares de Chelas Vargas, Marías León y Olgas Luzardos, y Argelias Layas que participaron en la lucha armada contra la opresión de gobiernos apátridas en el siglo XX, de las Noelí Pocaterra que llevaron al parlamento venezolano el tema de los derechos de los pueblos indígenas, de las cimarronas como Casimira Monaterios que pusieron sobre el tapete la cuestión de las afrodescendientes venezolanas, de las Noras Castañedas con sus importantes aportes en el tema de los derechos de la mujer. Así como las mujeres que usando la capucha lucharon por una educación universitaria incluyente, o por la creación de modelos productivos solidarios como el llevado a cabo por las mujeres de Sanare.
A pesar de sus esfuerzos para el pensamiento común y corriente era imperceptible la opresión de las mujeres. El proceso constituyente generó los espacios para que las mujeres convirtieran en derechos sus demandas de justicia social y les permitió tener voz para sensibilizar a la sociedad venezolana.

Fue Chávez, el líder de este proceso constituyente, quien planteó la imposibilidad de construir una sociedad realmente igualitaria sin que la igualdad sea también entre mujeres y hombres. En “Las Líneas de Chávez” el 8 de marzo del año 2009 expresó que “Sin la verdadera liberación de la mujer, sería imposible la liberación plena de los pueblos”.
Por eso, es parte del legado de Chávez, la reivindicación de la mujer, en su diversidad (indígena, afrodescendientes, blancas, inmigrantes, con discapacidad, sexo diversas) cuyos derechos fueron consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, garantizándose la no discriminación, el lenguaje inclusivo, la igualdad de posibilidades, de condiciones y de responsabilidades para las mujeres.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela sentó las bases de un modelo de democracia participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, donde la mujer tiene un papel trascendental, hoy no podemos concebir un espacio de lucha dentro de la sociedad venezolana sin la participación protagónica de las mujeres, la acción comunitaria del poder popular se materializa gracias al trabajo de las mujeres, ya que más del 50% de las vocerías de más de 46.000 Consejos Comunales son ejercidas por mujeres.
Se ha impulsado la participación política de forma paritaria en las elecciones, aunque aún hay mucho terreno que arar.
Se aprobó la Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, ley promulgada en 2007, reformada en el año 2014, esta ley visibiliza formas específicas de violencia contra las mujeres tanto en el espacio público como en el privado.
La Constitución también dio a la mujer una amplia garantía de sus derechos fundamentales, reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, reconoció el trabajo invisible de las mujeres en los hogares como generador de riqueza.
No obstante “en el marco del sistema capitalista es imposible derrotar la exclusión y el atropello a la mujer, porque el sistema capitalista tiene su base en los antivalores de la exclusión, el machismo, la violencia, la degradación de los valores y particularmente de la mujer”
Desde hace nueve años se nos han impuesto sanciones que buscan generar coyunturas difíciles para obligarnos a “la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria”, tal como anunció Chávez aquel 8 de diciembre de 2012, y nos orientaba diciendo “ante (…) nuevas dificultades, del tamaño que fueren, la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras, (…) es unidad, lucha, batalla y victoria”.
Desde la unidad, rechazamos la renovación de la orden ejecutiva contra Venezuela y sus efectos perversos en todas esferas de nuestra vida social, incluyendo el ejercicio efectivo de nuestros derechos y de decimos al imperialismo norteamericano basta de sanaciones contra un pueblo digno que lucha por su libertad.

Johanna Rivero
Docente Universitario UBV/UNEFA
Secretaria General del Frente Revolucionario Socialista para Formación y Defensa del Sistema Educativo Bolivariano.

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