El peligro proviene de Estados Unidos más que de Rusia


Fuentes: Rebelión

Por Fernando G. Jaén Coll. | 22/09/2022 

La Unión Europea (UE) va de comparsa (en acepción 4 del diccionario de la Real Academia Española, DRAE); sus mandamases confunden el cargo que ostentan por nombramiento de otros políticos con tener inteligencia, vamos, que confunden la velocidad con el tocino. Otra cosa son los Estados Unidos, con pillería propia y estulticia ajena, la de los políticos y burócratas de la UE y de los diferentes países que la componen y otros que le siguen como si hubieran sido encandilados (acepción 3 de encandilar en el DRAE), han dado en crear un problema, el enfrentamiento con Rusia, que los Estados Unidos han ideado y preparado con Ucrania, e intentan agrandar para debilitar a Rusia y su alianza con China.

Sólo la miseria intelectiva de los políticos y burócratas europeos pueden considerar a Rusia como una amenaza para los países de la UE, pues no han sido atacados ni amenazados por Rusia, que pretende situar sus fronteras dando cabida en ellas a las repúblicas de Donetsk y de Lugansk, mediante referéndum de los ciudadanos que las habitan, alejando así un poco la capacidad de ataque inmediato de la OTAN. Rusia no ha amenazado  ni siquiera a los países del Báltico, por lo que pretende que amenaza a Alemania, Francia, Italia, Austria o España (no digamos ya Portugal), es de una inteligencia esmirriada o vana excusa.

Los países de Europa deberían estar atentos al movimiento que ha iniciado el Gobierno alemán del socialdemócrata Scholz, de donde puede proceder un peligro directo para el resto como consecuencia del viraje en la política de defensa, deseoso de armarse hasta los dientes y recuperar la hegemonía sobre el resto de países europeos, utilizando para ello una UE que modificaría la regla del voto unánime de los Estados por el de una mayoría cualificada. El artículo del presidente de Refondation Républicaine, Jean-Yves Autexier, publicado en el diario francés Le Figaro de 20-12-2022, https://www.lefigaro.fr/vox/politique/la-fin-du-vote-a-l-unanimite-au-conseil-europeen-reviendrait-a-brader-notre-independance-nationale-20220920, que sitúa los aspectos principales con perspectiva francesa y en particular señala su temor a que este cambio cuestione el equilibrio entre las naciones, y no cuesta nada deducir la significación para cada una de ellas, no sólo la francesa; así, por ejemplo, España no podría impedir decisiones contrarias a lo que hemos fraguado a lo largo de la historia como nuestros intereses colectivos.

Al no querer tomar en consideración el sentimiento de amenaza que se cierne sobre Rusia con la actitud de los Estados Unidos y de la UE, sancionando a Rusia,  (véase mi artículo https://rebelion.org/sanciones-economicas-y-comerciales-a-rusia-donde-estan-los-defensores-del-libre-mercado/ y generando un daño mayor que el que se nos dice pretender evitar, la balanza de costes y beneficios de los ciudadanos europeos se ha ido decantando más y más del lado de los costes, en parte agazapados en el cúmulo de deuda pública que habremos de pagar y que sirve para remunerar a las empresas de Estados Unidos que fabrican armas y para compensar el gasto de la Administración Biden por suministro de armas a Ucrania, que al final paga el ciudadano europeo.

Renunciar al gaseoducto Nord Stream II (véase mi artículo https://rebelion.org/el-gasoducto-nord-stream-ii-un-ejemplo-de-interposicion-de-los-intereses-de-los-burocratas-de-la-union-europea-ue/), renunciar al gas ruso a buen precio (y al petróleo y a las materias primas, etc.) y alargar todo lo posible la guerra en Ucrania, haciendo un uso mercenario de ejército de Ucrania (que pone los muertos, mutilados y heridos), guiado por expertos de los Estados Unidos y del Reino Unido, con participación de extranjeros, poniendo a todos los medios de comunicación de masas a repetir las letanías construidas para mover los sentimientos ciudadanos en favor de los ucranianos que se han quedado (silenciando que otros, con coches de gama alta, se han ido tranquilamente), todo esto pone a Rusia en una situación de confrontación que los Estados Unidos no padecen lo más mínimo en sus carnes, aunque económicamente la inflación o las dificultades de abastecimiento de algún producto les cause malestar. En cambio, los ciudadanos europeos que hemos vivido pacíficamente con Rusia y hemos establecido acuerdos de mutuo interés y teníamos en el mercado ruso unas buenas expectativas para nuestras empresas, o sea, para el empleo y los salarios de muchos ciudadanos, nos hemos de sacrificar por los intereses de una potencia que ha iniciado su decadencia y se resiste a admitir la conveniencia de negociar en lugar de imponer sus criterios en el orden mundial (véase mi artículo https://rebelion.org/pagaremos-el-enfrentamiento-innecesario-con-rusia-por-la-decadencia-de-estados-unidos/).

No debemos demorar más el abandonar los intereses de los Estados Unidos a su suerte y defender los intereses propios, sin que los burócratas y políticos de las instituciones de la UE vengan a medrar en favor de los Estados Unidos (véase mi artículo https://rebelion.org/los-politicos-y-burocratas-de-la-union-europea-nos-someten-a-estados-unidos-con-la-excusa-de-ucrania/). Si es preciso, más que romper la regla de la unanimidad, deberíamos empezar a plantearnos como dar un paso atrás retomando cada Estado la soberanía cedida, manteniendo los acuerdos convenientes entre los Estados.

Fernando G. Jaén Coll. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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