Chávez encontró en Putin un compañero de viaje para la construcción de un mundo más justo


Chávez entregó a Vladimr Putin la réplica de la espada de Bolívar

El presidente Nicolás Maduro develó el 7 de octubre 2016 un monumento en honor a Hugo Chávez Frías, en la ciudad de Sabaneta, pueblo natal del Comandante. La estatua de bronce, de aproximadamente seis metros de altura, colocada sobre una base de granito, fue elaborada por el escultor Sergei Kazantzev para el Gobierno ruso y colocada en la plaza Hugo Chávez, ubicada en la capital del municipio Alberto Arvelo Torrealba, en el estado Barinas.

Esta nota informativa divulgada por Prensa Presidencial de Miraflores agrega que el monumento, encargado por el presidente de Rusia Vladimir Putin expresa en una placa: “Al hijo ilustre del pueblo venezolano, comandante Supremo Hugo Chávez Frías en el día de aniversario de su natalicio 28-07-2016”.

La estatua fue develada por el presidente Maduro en compañía del presidente de la empresa petrolera rusa Rosneft, Ígor Sechin, y diferentes autoridades rusas y venezolanas.

En el evento, el presidente Maduro anunció que Venezuela otorgará el Premio Internacional Hugo Chávez a la Paz y la Soberanía de los Pueblos, “un premio de carácter nacional e internacional que va a reconocer a partir de este año a personalidades mundiales que se hayan destacado en la lucha por la paz, la soberanía e independencia de los pueblos, por las ideas humanas y avanzadas del siglo XXI”.

La estatuilla que representará este galardón, fue creada por el escultor ruso Sergey Kazantzev, y es una réplica de la estatua de seis metros de altura que fue construida por el gobierno ruso en la plaza Hugo Chávez.

Maduro propuso públicamente al jurado, que debe constituirse en los próximos días, que el Premio Internacional Hugo Chávez a la Paz y la Soberanía de los Pueblos sea otorgado al presidente ruso Vladimir Putin, como un reconocimiento a su liderazgo, a su lucha por la paz y la construcción de un mundo pluripolar y multicentrico.

La donación de la estatua por parte del presidente Vladimir Putin al pueblo venezolano constituyó una muestra del aprecio que el mandatario sentía por Hugo Chávez, con quien construyó sólidos lazos de amistad, solidaridad y cooperación, más allá de los convencionalismos y formalidades diplomáticas. Ambos dieron un giro a las relaciones puramente formales que habían predominado hasta que Hugo Chávez asumió el poder en 1999 y miró hacia Rusia y China, como amigos confiables en el nuevo camino y retos que le esperaban por delante.

En un artículo de la agencia Rusia Today, publicado el 6 de marzo de 2013, un día después del fallecimiento del Comandante, se afirma que a lo largo de sus 14 años en el poder, Chávez emprendió un número casi récord de viajes a Rusia: visitó el país en nueve ocasiones.

“Durante su primera visita, en mayo de 2001”, reseña el portal, “recibió (Hugo Chávez) el título de doctor ‘honoris causa’ de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. En el último viaje, en octubre de 2010, paseó por Moscú en un coche rojo Lada para, según él, «destacar lo popular que son las mercancías rusas en Venezuela».

En 2008 el entonces presidente ruso Dmitri Medvédev, a su vez, emprendió una visita a Caracas. En 2010 lo hizo también el entonces primer ministro Vladimir Putin. La intensificación de las relaciones políticas no tardó en desembocar en un crecimiento drástico de la cooperación empresarial. El intercambio comercial entre los dos países alcanzó en 2011 un valor de unos 1.733 millones de dólares estadounidenses, una cifra que multiplica por 10 la del año anterior. Agrega el medio que se trataba en primer lugar de suministros de armamento y tecnologías rusas. La realización de los contratos firmados entre Moscú y Caracas debía convertir a Venezuela para el año 2015 en el segundo importador de armamento ruso, después de la India, con un volumen de compras de 3.200 millones de dólares anuales.

Rusia estimaba invertir en los próximos 40 años unos 36.000 millones de dólares en los yacimientos petroleros venezolanos en la Faja del Orinoco, 16.000 millones destinados a la exploración y explotación del campo Carabobo 2 y 20.000 millones para desarrollar el campo Junín 6.

Rusia participó, además, en el ambicioso plan de construcción de viviendas en Venezuela. Se firmó un acuerdo sobre la construcción y explotación de la primera central nuclear en el país latinoamericano.

Existe también un banco conjunto ruso-venezolano, con un capital nominal de unos 4.000 millones de dólares, y una empresa mixta de producción de plátanos (al sur del Lago de Maracaibo). Se estipuló, además, el suministro de flores venezolanas a Rusia. En 2009 se cancelaron los visados entre los dos países.

En numerosas ocasiones el Mandatario venezolano mostró su apoyo a la postura política de Moscú. En 2008 Caracas condenó la agresión georgiana contra la región de Osetia del Sur y un año después se convirtió en uno de los primeros países en reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, indicó Rusia Today en su reseña.

La mutación universal

En un informe detallado, preparado por la Embajada de la Federación Rusa en Caracas, se indica que el comandante Chávez fue en varias ocasiones a Rusia (con visitas oficiales – en mayo de 2001, noviembre de 2004, octubre de 2010; con visitas de trabajo – en octubre de 2001, julio de 2006, junio de 2007, julio y septiembre de 2008 y septiembre de 2009).

“La primera visita en la historia del Presidente de Rusia a Venezuela (26-27 de noviembre de 2008) y el viaje del Presidente del Gobierno de la Federación de Rusia a Caracas (2 de abril de 2010) se convirtieron en hitos importantes de las relaciones ruso-venezolanas. Estos eventos dieron un nuevo impulso a la asociación estratégica de nuestros países en las esferas política, económico-comercial, energética, financiera, científica, técnico-militar y otras, enriqueciendo, además, la base jurídica bilateral (fueron firmados más de 40 acuerdos de cooperación, en particular, en el campo de la cultura, educación superior, deportes, reconocimiento mutuo y equivalencia de los títulos)”, especifica el informe.

El 15 de mayo de 2001 Hugo Chávez estaba en Moscú en visita oficial. En la Academia Diplomática de la Federación Rusa pronunció un discurso con motivo de habérsele concedido el doctorado honoris causa por dicha institución. Allí habló de Francisco de Miranda y su viaje a Rusia en el siglo XVIII, cuando abrazó la causa de la libertad en diferentes confines de la tierra y recorría las cortes europeas buscando apoyo para la independencia americana. Se refirió a la situación de Venezuela y América Latina y se detuvo en un concepto de Vivian Forester en torno a la “mutación universal”.

“… Yo voy a hacer algunas reflexiones”, dijo Chávez, “espero ser de utilidad a los estudios, a los esfuerzos de investigación que ustedes en estos salones llenos de luces hacen a diario. Y en este caso sobre Venezuela, sobre América Latina y sobre el mundo. Porque creo que lo que está ocurriendo en Venezuela, no está ocurriendo en Venezuela, no, creo que parte de lo que llama Vivian Florester, esta buena amiga y brillante escritora francesa, en uno de sus libros más recientes del horror económico. Vivian Forester habla en ese, en mi criterio maravilloso libro, habla de la mutación universal”.

“Ya lo había señalado varias décadas atrás”, continuó, “lo había señalado varias décadas atrás, este buen filosofo F. Kappra en ‘El Punto Crucial’, y muchos otros pensadores, imaginadores y dominadores de caminos lo han venido señalando desde hace varias décadas. Pero creo que hemos llegado en el punto crucial ahora sí. Es que estamos, creo, en el medio de un proceso de mutación universal, ahora sí. Y lo que en Venezuela está ocurriendo, también en Rusia están ocurriendo cosas muy importantes, también en China, también en Europa, también en Sudamérica, en Centro América y en el Caribe, el mundo entero está sometido a un proceso de cambios que se ha (…), y no se va a detener, apenas está comenzado”.

“Si alguna época ha sido propia y es propicia para el optimismo creo que es ahora. Tomemos la bandera del optimismo y vamos a la batalla por los cambios. Llegó la hora, dice La Biblia, que todo lo que va ocurrir debajo del sol tiene su hora. Creo que ha llegado una hora, otra vez, una vez más dentro de tantos momentos y horas que a lo largo de los siglos se presenten oportunas para grandes cambios para grandes mutaciones. En la medida que tengamos conciencia de ello y movamos nuestra voluntad y movamos nuestros esfuerzos, nuestros pensamientos, nuestras acciones, nuestros movimientos en esa dirección, esos cambios, esos cambios, serán más factibles, podemos dinamizarlos podemos dinamizarlos, podemos acelerarlos y un poco por eso estamos aquí en Moscú”, expresó.

El mundo de la paz

En abril de 2010, Vladímir Putin visita a Venezuela como primer ministro de la Federación Rusa. En esa oportunidad ambos países firman un sustancioso acuerdo de cooperación en múltiples áreas. Chávez le otorga una réplica de la espada de Bolívar y le impone el collar de la Orden del Libertador. Putin fue al Panteón Nacional y colocó una ofrenda floral ante el sarcófago de El Libertador.

En una reunión del consejo de ministros celebrada el 1 de abril en el Palacio de Miraflores, el presidente Chávez pasó revista al conjunto de acuerdos que serían firmados con Rusia y valoró la importancia de la visita del primer ministro. Allí bromeó con los voceros de la oposición y su cantaleta de que Venezuela estaba aislada en el concierto internacional. Chávez también alabó el papel jugado por Nicolás Maduro como canciller en la concreción feliz de los acuerdos, así como de Elías Jaua, para entonces vicepresidente ejecutivo. Dentro de la premisas que manejaba el canciller Nicolás Maduro, avalada por Chávez, estaba lo de la “nueva ecuación”, “una nueva ecuación en estos mecanismos de cooperación bilaterales”.

“Bueno, diría la oposición, ¡Venezuela está aislada! Venezuela está aislada, es evidente que estamos aislados del mundo, estamos aislados porque claro este Gobierno y tal, una política exterior como dicen los sesudos analistas de la oposición, que no saben el autobusero de Catia ¿eres tú Nicolás?”, le pregunto Chávez a su canciller, ‘del Valle’”, respondió Maduro.

“El autobusero de El Valle, un canciller, el arañero de Sabaneta, esos no saben nada de eso, bueno para que ustedes vean ¡pa’ que vos veáis! Diría un maracucho ¡pa’ que vos veáis! Bueno es producto de una humilde pero sostenida política exterior, que coloca a Venezuela hoy, bueno, allí en un lugar modesto pero de respeto en todos los continente, a los cuatro vientos”, expresó el presidente Chávez.

En el acto de firma de los 31 convenios, Hugo Chávez detalló que estos mecanismos de cooperación eran impensables en el siglo XX. Habló de algunos de estos acuerdos: el energético para que la Federación Rusa y sus empresas tengan presencia, ya no en uno sino en cuatro campos de la inmensa Faja Petrolífera del Orinoco, la cooperación técnico-militar, el tema de la energía nuclear con fines pacíficos, el tema del uso del espacio ultraterrestre, el intercambio educativo, pedagógico, formación de talento humano, el desarrollo de la agricultura, del comercio, de la industria.

En relación a Vladimir Putin, Chávez remitió a unas reflexiones expuestas, tres años atrás, por el visitante en la conferencia de Múnich. Estas consideraciones habían ayudado a configurar el mundo nuevo pluripolar que está naciendo.

“Fíjense lo que dijo Putin, nuestro ilustre visitante”, expuso Chávez”, lo leo: “Hace dos decenios todavía el mundo estaba escindido en lo ideológico y lo económico, su seguridad se garantizaba por los inmensos potenciales estratégicos de dos superpotencias, la confrontación global desplazaba a la periferia de las relaciones internacionales y la agenda, acuciantes problemas económicos y sociales, igual que sucede en toda guerra, la Fría, la llamada Guerra Fría nos dejó sus minas sin explotar, figuradamente dicho; me refiero a los criterios ideológicos estereotipados, la política de doble rasero y otros clichés de la mentalidad de la época de bloques, el mundo unipolar que se proponía establecer después de terminada la Guerra Fría, tampoco se hizo realidad… Sentenciaba Vladimir Putin en 2007 allá en Múnich. Afortunadamente tenía razón, afortunadamente tiene razón, y afortunadamente tendrá razón y tendremos siempre razón los que hemos luchado siempre por ese equilibrio, porque termine el fin de los imperios, y se levante el verdadero mundo nuevo, el mundo del progreso, el mundo de la felicidad social, decía Bolívar, el mundo de la paz”.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO
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