Hugo Rafael Chávez Frías levantó un polvorín no solo en Venezuela sino en Latinoamérica y el mundo, al surgir en aquella rebelión militar del 4 de febrero de 1992, para sembrar una esperanza en el pueblo, con aquel memorable “Por ahora” que cambió el rumbo de la política venezolana.
Hasta esa fecha, los gobiernos de la cuarta república, conformado por el bipartidismo adeco-copeyano surgido del Pacto de Punto Fijo, se habían subordinado a los intereses del Gobierno de Estados Unidos (EEUU).
Luego de su rebelión, a escala internacional, al primero que cautivó fue al comandante Fidel Castro, quien quiso conocer personalmente y oír de primera mano a ese joven militar que tenía al Libertador Simón Bolívar como referente.
Desde que asumió el poder en 1999 inició un agresivo programa de proyección internacional con base en la defensa de los derechos de los pueblos y en el concepto del multilateralismo, lo que lo llevó a establecer relaciones de hermandad y cooperación con gobiernos progresistas de la región y del mundo para alcanzar un objetivo común. Estas naciones han sido, permanentemente, agredidas y sancionadas por el imperio norteamericano con el único fin de hacerse de sus riquezas naturales.
Chávez se ganó el cariño de los pueblos más desvalidos, lo que le hizo obtener el calificativo de precursor de la nueva integración latinoamericana y caribeña.
Su popularidad siguió creciendo y líderes del mundo buscaron su cobijo para emprender planes de cooperación y colaboración mutua en áreas del quehacer económico, político, salud y cultural, entre otras, además de impulsar las asociaciones estratégicas para el desarrollo conjunto.
Es así como establece contactos con mandatarios como el propio Fidel Castro (Cuba); Manuel Zelaya (Honduras); Luiz Inácio Lula Da Silva / Dilma Rousseff, (Brasil); Néstor Kirchner / Cristina Fernández (Argentina); Evo Morales (Bolivia); Rafael Correa, (Ecuador); Tabaré Vázquez (Uruguay); Daniel Ortega (Nicaragua); Vladimir Putin (Rusia); Hu Jintao (China); Nguyen Minh Triet (Vietnam); Robert Mugabe (Zimbabue); Saddam Hussein (Irak) y Mahmud Ahmadineyad (Irán), entre otros.
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Encuentro Fidel-Chávez
Invitado por la Universidad de La Habana, Hugo Chávez Frías visitó por primera vez Cuba, el 13 de diciembre de 1994. Llegó en un vuelo comercial, y para su sorpresa, el comandante en Jefe, Fidel Castro, lo esperaba al pie de la escalerilla del avión, donde lo recibió con un abrazo de gran repercusión internacional.
Ese día, el mundo fue testigo de un encuentro histórico de dos líderes revolucionarios inigualables, Hugo Chávez y Fidel Castro, quienes se reunieron por primera vez en La Habana, Cuba, después de la rebelión cívico militar de 1992.
Aquel abrazo histórico representó el inicio de un fuerte lazo de amistad, solidaridad y cooperación que hasta nuestros días hermana a ambas naciones, y que se transformó en la esperanza de los pueblos de nuestra América y del mundo. Dichos pueblos ven hoy en la Revolución Bolivariana y en la Cubana, en el legado de Hugo Chávez y en el ejemplo de dignidad de Fidel Castro, una luz de guía para luchar por un mundo con justicia social, inclusión y solidaridad.
Posteriormente, ambos líderes fundaron la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), un mecanismo de concertación política y de solidaridad entre naciones hermanas, que Chávez consideró que “nació de aquel primer abrazo”.
Entierran el Alca
La llegada al gobierno de Hugo Chávez en 1998 y luego de los movimientos progresistas en Argentina con Néstor Kirchner y en Brasil con Luiz Inácio “Lula” Da Silva, marcó un punto de inflexión clave en la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), impulsada por el presidente de EEUU, George W. Bush, al asumir las banderas de los movimientos sociales en rechazo al neoliberalismo propio de la propuesta hemisférica, como también a posturas nacionalistas en defensa de un comercio más justo.
El 4 de noviembre de 2005, en la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata, Argentina, se llevó a cabo el entierro del Alca, que proponía la creación de una zona de libre comercio desde Alaska a Tierra del Fuego, con la eliminación de barreras arancelarias, liberalización de servicios, acuerdos de protección de inversiones extranjeras intrazona y limitación de la capacidad estatal para orientar las compras públicas.
Durante la Cumbre de los Pueblos celebrada en paralelo a la IV Cumbre de las Américas, los movimientos sociales latinoamericanos se aglutinaron en el Estado Mundialista para rechazar la propuesta del Alca. Chávez, junto al futbolista Diego Maradona, se sumó a esta jornada en la que participó Evo Morales, por entonces líder social y candidato presidencial de Bolivia, entre tantos otros.
“Entre tantas cosas de las que hemos venido a hacer aquí en Mar del Plata hoy, cada uno de nosotros trajo una pala, una pala de enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del Alca”, dijo el comandante ante un estadio repleto y eufórico.
Nace el Alba
El naufragio del Alca dio paso a la Alba (Aliana Bolivariana para las Américas) surgida del pensamiento bolivariano de integración. “Nos toca, compañeros y compañeras, ser los parteros del nuevo tiempo, los parteros de la nueva historia, los parteros de la nueva integración, los parteros del Alba, la Alternativa Bolivariana para las Américas, para los pueblos de América, una verdadera integración liberadora, para la libertad, para la igualdad, para la justicia y para la paz, sólo nosotros unidos podemos hacerlo”, manifestó Chávez, quien cuestionó el camino del Alca.
En el 2006, Hugo Chávez pronunció su memorable discurso ante la ONU. “Ayer vino el diablo aquí. (…) ¡Huele a azufre todavía en esta mesa!”, declaró en referencia al entonces presidente de EEUU, George W. Bush.
Integración latinoamericana
La idea de crear una amplia zona homogénea de libre comercio en todo el hemisferio dirigida desde EEUU, nació en 1994 en la 1era. Cumbre de las Américas, en Miami, a fin de convertir el mercado latinoamericano en un espacio de acceso sin restricciones para las transnacionales del país norteamericano, pero su derrota se concretó 10 años después, como se indicó, en la cumbre del Mar del Plata.
Hoy, Venezuela sigue fomentando la construcción de un mundo multicéntrico y pluripolar, libre de hegemonismos, donde sean respetados los derechos a la autodeterminación de los pueblos y a su libre desarrollo. A casi nueve años de la partida física del “Gigante de América”, distintos líderes del mundo tributan su legado político y pensamiento, así como su aporte a la construcción de un mundo multipolar.
(Prensa Presidencial/Ciudad CCS)
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Visionario de la política energética
Con su llegada a la Presidencia en 1999, el comandante Chávez ordenó ejecutar una política petrolera acertada para fortalecer a la Revolución Bolivariana, así como lograr el resurgimiento del papel protagónico de la Opep, para la recuperación del mercado energético mundial, fundamentado en el diseño de una política en defensa de los precios del petróleo y el equilibrio en los mercados internacionales.
La visión del Líder de la Revolución Bolivariana apuntaba al reequilibrio de los precios y de las cuotas diarias de barriles, tal y como lo dice el artículo publicado el 7 de marzo de 2013 en el portal La Información.
En el año 2000, se realizó en Caracas, la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), para defender los recursos energéticos y los intereses de las naciones productoras de crudo, de los intereses de las empresas transnacionales e imperialistas, al tiempo que significó el resurgimiento de esta Organización.
Este II encuentro concluyó con la firma de la Declaración de Caracas. En su oportunidad, el secretario general de la Opep, Rilwanu Lukman, destacó el compromiso de la organización de continuar suministrando petróleo a los países consumidores de manera segura y a precios justos.
El comandante Chávez resaltó la importancia de la transformación y el renacer de esta alianza energética para la construcción de un mecanismo de preservación del recurso natural no renovable, su justa comercialización y la estabilidad del mercado.
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Hugo Chávez fue artífice de la unidad
Hugo Chávez fue, sin dudas, un artífice de la unidad de América Latina. Impulsó distintas plataformas de integración regional.
Petrocaribe
Otra iniciativa fue la alianza Petrocaribe en junio 2005, acuerdo que permite que las naciones del Caribe compren hasta 185 mil barriles de petróleo por día en condiciones ventajosas.
Unasur
Junto a Lula Da Silva promovió la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), creada el 23 de mayo de 2008, para construir un espacio de integración de las naciones que la integran, con prioridad en las necesidades fundamentales de los pueblos, eliminar la desigualdad y fortalecer su soberanía.
Celac
La Comunidad de Naciones Latinoamericanas y del Caribe (Celac) fue creada en el año 2010, para fomentar la integración regional, sin influencia de EE.UU. y Canadá.
Mercosur
El 4 de julio de 2006, fue suscrito el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur). Su incorporación como nación miembro se formalizó el 31 de julio de 2012.
Xiomara Nauel