A 46 años del asesinato del Mártir Revolucionario Jorge Rodríguez, su ejemplo de lucha prevalece en la Patria


Hace 46 años el aparato represivo del gobierno de Carlos Andrés Pérez apagó la vida del político y luchador social, Jorge Antonio Rodríguez, quien fue detenido y luego asesinado el 25 de julio de 1976, por la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip). Sin embargo, con esta despiadada acción criminal jamás lograron aniquilar sus pensamientos y hoy se consagra como un ejemplo eterno de la lucha revolucionaria.

Jorge Antonio Rodríguez, fue dirigente político y Secretario General fundador del partido de izquierda, Liga Socialista, que nació el 19 de noviembre de 1973.

Durante su corta vida luchó contra actos criminales, persecuciones y asesinatos de líderes estudiantiles y políticos, lo que caracterizó a los gobiernos de la Cuarta República, quienes silenciaban a los jóvenes por la vía de la desaparición forzosa.

El 23 de julio de 1976, fue arbitrariamente detenido, y dos días más tarde es hallado muerto en su celda producto de las terribles torturas infringidas por funcionarios del cuerpo policial, quienes en un principio intentaron enmascarar el homicidio como un suicidio, pero al conocer el contenido de la autopsia se evidenció las dantescas y excesivas acciones cometidas por este aparato represivo del Estado.

De Carora para Caracas

Jorge Antonio Rodríguez nació en Carora, estado Lara, el 16 de febrero de 1942. Hijo de Pascual Florido y de Eloína Rodríguez. El 26 de diciembre de 1962, contrae matrimonio con Delcy Gómez en la Iglesia de San Juan, Barquisimeto y de esa unión nacen Jorge Jesús Rodríguez Gómez y Delcy Eloína Rodríguez Gómez.

Años más tarde viaja a Rubio, estado Táchira, y se gradúa como maestro normalista. A su retorno ejerce la docencia y emprende una campaña de alfabetización en Barquisimeto en el año 1959. Posteriormente se traslada a Quíbor, donde se dedica a enseñar a leer y a escribir a los campesinos.

Con mayor experiencia en la política, se traslada a Caracas a estudiar en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV). A la edad de 24 años se ocupó de la dirección estudiantil en la Federación de Centros Universitarios (FCU) y ejerció como delegado del Consejo Universitario en 1966.

En la casa que vence las sombras, Rodríguez, se destacó como activista en contra del cierre de la UCV, y estuvo a favor del Movimiento de Renovación Universitaria, creado el 18 de junio de 1968, agrupación que exigía mayor libertad al gobierno de Rafael Caldera (1969-1973), quien arremetía con sus políticas de Estado contra las instituciones universitarias.

Revolucionario e irreverente

Consciente de los retos y el peligro de ir en contra de las injusticias de la Cuarta República, Jorge Antonio Rodríguez, expresó una frase lapidaría: “La muerte es parte del riesgo que debe correr todo revolucionario”, con ella iba su irreverencia ante el modelo dominante constituido.

Sus camaradas y militantes de la Liga Socialista lo recuerdan y describen como el ideólogo e impulsor de esa organización política, en un periodo político en que ser revolucionario era prácticamente una sentencia de muerte.

Estos testimonios aparecen en el documental en homenaje a los 37 años del asesinato de Jorge Antonio Rodríguez, transmitido el 25 de julio de 2013.

Para su compañero de luchas, Jesús Martínez, “hablar de la Liga Socialista es hablar de Jorge Rodríguez, es quien la concibe, es quien la propone, es quien la impulsa y es quien la realiza”.

Fernando Soto Rojas, también expresó:

“Nosotros levantamos el proyecto Liga Socialista, que es una organización de revolucionarios, porque decíamos que aquí no había un partido revolucionario que expresara la historia, el programa, las reivindicaciones sociales y políticas; y que eso se expresara en una dirección estratégica articulada a nuestro pueblo”.

Igualmente, otra mujer combativa como Gladys Rivero, lamenta el vil asesinato de Rodríguez y sostiene que “hay razones más profundas para entender su asesinato, era un dirigente integral, cabal a toda prueba. Tenía apenas 34 años, una juventud a flor de piel cuando lo asesinaron”.

Jesús Díaz, indica en torno a la obra política de Jorge Antonio Rodríguez, que “la Cuarta República no sospechó jamás que sus actos inhumanos convertirían al maestro Jorge Rodríguez en un ejemplo dignidad, de patria y de revolución”.

Matan al hombre, pero no su pensamiento

Jorge Antonio Rodríguez, es uno de los tantos hombres en América Latina y el mundo que han sido asesinados por sus convicciones revolucionarias, sin embargo, sus ideales siguen siendo inspiración de los pueblos que buscan su emancipación.

El día 27 de julio de 1976, el Aula Magna de la UCV, se vistió de luto. En ese lugar tan emblemático se le rindió un sentido homenaje, en ese mismo espacio donde muchas veces fue un ferviente orador. Allí sus familiares recibieron un sin número de expresiones de solidaridad y palabras de repudio por el abominable crimen.

Jorge Rodríguez, su pequeño hijo de apenas 12 años, con valentía y entereza rindió honores a su padre con la lectura de un poema. Un río humano lo acompañó y llevó sus restos mortales desde la UCV, hasta el Cementerio General del Sur de Caracas. Campo Santo, donde cada año se le rinde un sentido y revolucionario homenaje a su memoria expresando: ¡Prohibido Olvidar!.

Hoy, 45 años después, la lucha sigue contra los vestigios de la Cuarta República y del imperialismo norteamericano, los cuales tratan de fragmentar el proceso revolucionario emprendido por el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, y sostenido por el Presidente de la República Nicolás Maduro, quien continúa en combate por la defensa de los derechos del pueblo.

En las nuevas generaciones está vigente el pensamiento de Jorge Antonio Rodríguez, quien dejó su legado en una frase que se sembró en el corazón de las y los revolucionarios: “Si caemos en el combate, otros valerosos camaradas continuarán el camino…”. Continuamos..

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