Marx y los fracasos del llamado socialismo en Rusia, China, Cuba, Nicaragua y de los nuestros


Por: Pedro Echeverría 

1. Marx (1818-83) fue de los grandes estudiosos, investigadores y críticos de la historia, la filosofía, la política, pero de manera fundamental de la economía capitalista, cuyo producto esencial fueron los gruesos volúmenes de El Capital. Lo he seguido en 60 años, pero sólo en los últimos 20 –junto al filósofo Enrique Dussel- me he convencido de algo elemental: que Marx escribió a partir de Europa –el continente más desarrollado de su tiempo- y que fuimos nosotros los que quisimos aplicar su teoría en países no industrializados, sin los obreros que profundizarían la lucha de clases y enterrarían el capitalismo.

2. Quizá por ello las revoluciones rusa, china, cubana, nicaragüense, estaban condenadas a no transformarse en socialistas; eran todavía países feudales, con predominancia campesina, con capitalismos débiles, que les correspondía el desarrollo capitalista, no socialista como se propagó. Ya los mencheviques advirtieron a Lenin en 1915-16, que –de acuerdo con Marx- en Rusia sólo se desarrollaría el capitalismo, tal como sucedió. Recuerdo dos reclamos a Lenin: 1. No hubo partido de la clase obrera, sino de intelectuales “obrerizados”; 2. Los obreros no se encargaron del gobierno, porque “”no sabían gobernar”.

3. ¿Por qué fracasaron los llamados socialismos y las posibilidades socialistas de Europa? a) Porque el poderío del capitalismo y el imperialismo se agigantó después de la segunda guerra, b) Porque el imperialismo y sus organismos (ONU, OEA, OTAN, FMI) se encargaron de someter al mundo, c) Porque se formaron grandes burocracias de gobierno –autodenominadas socialistas- que adormecieron a la población, d) Porque ningún pueblo ha sido capacitado para la autogestión y la vida en comunas. El capitalismo lleva cinco siglos de vida, ¿cuántos más soportaremos a la socialdemocracia para luego conquistar la igualdad?

4. Con la concepción de Marx, el país más cercano al socialismo real hoy sería EEUU por poseer la más grande industria y la enorme cantidad de obreros que sepultarían al capitalismo para construir un socialismo igualitario; pero sus investigaciones por meses y días enteros en la gran biblioteca de Londres –aunque vieron las grandes contradicciones entre los grandes capitalistas- no pudieron prever las guerras de 40 o 50 años después de su muerte, mucho menos el salvaje y asesino capitalismo del nuevo imperialismo. A partir de entonces el mundo sufrió universales cambios imprevisibles para Marx en el siglo XIX.

5. Pero el socialismo igualitario no sólo se construye con economía, necesita también de una ideología, una fuerte conciencia en permanente búsqueda de la igualdad. Si se vive en el capitalismo, la corrupción, el consumismo, la competencia –que además los medios de información lo difunden todas las horas- la desigualdad social y económica jamás desaparecerá. Por el contrario, si nuestra vida es de lucha permanente contra el capitalismo y los terribles vicios y deformaciones que impone, con toda seguridad construiremos un mundo humano. Marx, sobre todo los anarquistas libertarios, se opusieron siempre a todo poder.

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