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Este 19 de agosto se cumplen 75 años del primer levantamiento general registrado en la historia vietnamita como la *Revolución de Agosto*, cuando el pueblo de la nación anamita tomó los aldeanos caminos y calles de las principales ciudades de país para proclamar la Independencia Nacional.
Esa bandera roja de estrella dorada denominada *¡Decididos a combatir y vencer!* constituye hoy el recuerdo cotidiano de las heroicas jornadas de aquel 19 de agosto de 1945 que se explica en esas pocas palabras que ondean en el imaginario colectivo cuando la brisa sacude ese “drapeau” que espantó a los invasores franceses hace 75 años.
El triunfo de la Revolución de Agosto resultó de la conseja unitaria del líder Ho Chi Minh y el Partido de los Trabajadores que posteriormente se llamaría Partido Comunista de Vietnam. La dirección política de la revolución, con su sabia visión marxista-leninista supo interpretar el momento histórico que enfrentaba a las grandes potencias por el liderazgo del mundo capitalista, para entones en la suerte de los alemanes; llegaba a su fin la confrontación mundial; los ejércitos estaban exhaustos, de tal manera que las fuerzas revolucionarias de Ho Chi Minh y Vo Nguyen Giap, no vacilaron en pescar bajo el convulsionado río para dar el zarpazo, lanzar el grito independentista y crear la República Democrática de Vietnam. El pueblo hanoyenses se conglomeró al frente de la centenaria Casa de La Opera, donde la Dirección de la Comisión Regional Norte y el Comité del Partido en Hanoi se hicieron presente para la ratificar su disposición de proclamar la Independencia y anunciar la fundación de la República Democrática de Vietnam, cuyo nombre fue oficializado por Ho Chi Minh el 2 de septiembre de 1945, en la histórica concentración de la Plaza Ba Dinh: *”…nuestro país es uno, nuestra nación es una…el Norte debe avanzar hacia el socialismo”*, expresó el líder vietnamita en la céntrica plaza, frente a la cual hoy se encuentra el Mausoleo al máximo líder.
Instalado el primer Estado democrático del Sureste Asiático, debieron transcurrir nueve largos años de confrontaciones armadas para concretarse la derrota definitiva, en la Batalla de Dien Bien Phu (1954), de la monarquía y el régimen feudal que sostenían los franceses desde 1858 cuando irrumpieron con sus barcos por las costas de Da Nang.
Con la reunificación nacional, tras la estampida yanqui en Saigón en 1975, la bandera *¡Decididos a combatir y vencer!* se convirtió en símbolo del primer país socialista del Sureste Asiático que hoy, con sus grandes avances, grita a todo pulmón que otro mundo es posible.