Memoria Histórica / La Lucha por la Liberación Nacional EL GENERAL VALLE. 09/06/1956


Por Fernando Bossi

En septiembre de 1955 la oligarquía argentina, apoyada por los Estados Unidos, había derrocado, a través de un Golpe de Estado, al gobierno democrático del General Juan Domingo Perón.

El brazo ejecutor del Golpe fue el general Eduardo Lonardi, un ultracatólico conservador que apenas duró un mes y medio en el poder. En noviembre, el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas asumieron la presidencia y vicepresidencia, comenzando así, una despiadada persecución contra dirigentes y militantes peronistas. Miles de activistas son encarcelados, torturados y otros partieron al exilio. Se intervino la Confederación General del Trabajo y se prohibió hasta la mención del nombre de Perón y de Evita.

El 9 de junio de 1956, militares patriotas, encabezados por el general Juan José Valle intentaron levantarse contra el régimen inconstitucional y vendepatria. Los revolucionarios, antes del alzamiento, fueron delatados y como consecuencia de ello apresados por las fuerzas de seguridad del estado. Aramburu y Rojas lanzaron el decreto Nº 10.364, que imponía la ley marcial. La pena de muerte debía hacerse efectiva a partir de entonces. Los militares y obreros apresados en esos días fueron fusilados sin contemplaciones. Casi treinta patriotas cayeron asesinados, por lo que de ahí en más, la llamada “Revolución Libertadora” de 1955 será denominada por el pueblo como la Revolución Fusiladora.

Una vieja amistad unía a la familia de Valle y Aramburu. La esposa del general patriota se movilizó hasta la residencia de Aramburu e imploró clemencia la noche el 12 de junio de 1956, pero la respuesta fue categórica: “el Presidente duerme”. Esa noche, Valle, después de conversar un rato con su hija, fue fusilado.

En una de las cartas que dejó se lee: “Como cristiano me presento ante Dios, que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos, no sólo de minorías privilegiadas”.

En 1970, el criminal Pedro Eugenio Aramburu fue secuestrado por un comando de la organización peronista Montoneros. Tras un juicio revolucionario, donde se lo acusó de los fusilamientos del 56, fue ajusticiado.

Valle y sus compañeros dieron su vida por la Patria, por la democracia y por la justicia social.

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