Desde chamito EDR fue un “fiebrúo” de los deportes

Archivo GUNS

El oficio periodístico de Eleazar Díaz Rangel comenzó a cultivarse a mediados de los años cuarenta, animado, como todos los muchachos venezolanos de la época, por los rotundos éxitos de las selecciones nacionales de mayores que se coronaron los campeonatos mundiales de beisbol amateur celebrados en La Habana (1941) y Caracas (1944 y 1945).PUBLICIDAD

Díaz Rangel, quien fue director del diario Últimas Noticias (2001-19), falleció a los 87 años hace justamente un año: el 24 de abril de 2019. Nació en Sabaneta de Barinas el 5 de marzo de 1932.

Finalizando la década de los cuarenta, cuando contaba con 15-16 años, publica sus primeras notas en las páginas deportivas de El Universal, “actualidad de la pelota yaracuyana”, informaciones que le envía a Herman “Chiquitín” Ettedgui, quien dirigía la sección de deportes del rotativo capitalino, que entonces estaba ubicado en el edificio Ambos Mundos, cerca del cine Principal.

 Ya para 1950, Díaz Rangel llega a Caracas y logra integrarse al plantel de redactores de la sección deportiva del  diario La Esfera, dirigida por Andrés Eloy Dielingen, quien lo designa para coberturas en disciplinas como atletismo, beisbol, boxeo y voleibol.

En sus primeros trabajos de pelota, por ejemplo, conseguimos el 2 de noviembre de 1952, una curiosa nota en la que revela que 20 mil 500 personas están jugando pelota organizada en Venezuela en ese momento. Se basa en un censo nacional que está haciendo la Federación Venezolana de Beisbol, institución que ha  registrado 110 campos en todo el país. Solo en el Distrito Federal existen para el momento 250 equipos, mientras que la segunda entidad con mayor cantidad de clubes hace casi setenta años, era Zulia con cien.

En boxeo y atletismo el Diaz Rangel que comenzaba a hacer periodismo se caracterizaba por informaciones con abundantes datos y amenas entrevistas a personajes del pasado y el presente como los boxeadores Simón Chávez (el Pollo de la Palmita) o Ramoncito Arias o un atleta de pista y campo como el medallista olímpico Asnoldo Devonish.

Su actividad en el diarismo en la fuente deportiva culmina  principios de 1957 en las páginas del tabloide El Heraldo. A partir de 1958 se dedica a la fuente política y a los temas históricos.

Pero no deja de estar pendiente del acontecer del deporte nacional en rol de investigador y comienza a publicar obras relacionadas con la historia del beisbol y del boxeo, así como columnas y análisis sobre el desempeño de delegaciones de nuestro país en competencias nacionales e internacionales

En 1966, cuando se conmemoraron los primeros 25 años de la victoria de la selección nacional de beisbol en el Mundial de 1941, escribe, en coautoría con Guillermo Becerra Mijares, el libro “Cien Años de Beisbol Venezolano”. Por entonces pagaba prisión pólitica desde 1964 en el Cuartel San Carlos de Caracas, por lo que contó con el apoyo, en la investigación hemerógrafica de su esposa Aída Camacho.

 Posteriormente publicó diversos trabajos acerca de la historia del beisbol venezolano, incluida la conceptualización, en 2015, del libro 70 Años de Beisbol, para conmemorar la creación de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, el cual fue llevado en 2018 a la biblioteca del Salón de la Fama de Cooperstown.

También se caracterizó por sus agudos análisis acerca del desempeño de las delegaciones venezolanas en eventos internacionales, desde Juegos Bolivarianos hasta citas Olímpicas. En sus últimas  columnas sobre del tema advertía que había que prestarle mayor atención y apoyo a nuestros atletas para que “no se nos despegue Colombia en el medallero”.

No cabe duda de que su mayor fortaleza periodística estuvo en el difícil trajinar político. Pero nunca se apartó del deporte, a pesar de los compromisos con las luchas gremiales y la labor docente. Siempre encontraba un lugar para valorar la actuación de los atletas venezolanos y ni hablar de su apego a la religió caraquista. En su página semanal, los Domingos de Díaz  Rangel, siempre hubo espacio para el deporte.

En reconocimiento a su labor en el periodismo deportivo fue inmortalizado en el Salón de la Fama del Atletismo venezolano en 2009 y en 2017 recibió homenaje de la Asociación Internacional de Prensa Deportiva (AIPS).