Insurgencia cívico militar del 23 de enero de 1958. Nuestra participación, conclusiones y perspectivas


Escrito por Fernando Soto Rojas

Hace 62 años, por estos días el 02 de Enero de 1958, en Caracas y otras ciudades  de Venezuela, vivíamos tiempos tomentosos, de expectativas, de movilizaciones populares, de violencia y de luchas como pueblo por la libertad y la democracia, frente a un régimen autoritario, producto de la asonada militar el 24 de Noviembre de 1948 contra el régimen constitucional del presidente novelista Rómulo Gallegos, que instala en el poder a una junta militar integrada por los tenientes coroneles delgado Chalbaud, Pérez Jiménez y Llovera Páez; junta militar que es reconstituida, unilateral y dictatoríamente, por el Coronel Marcos Pérez Jiménez al desconocer la victoria de la consulta electoral constituyente de 1952.

El régimen Pérez Jimenista fue un gobierno burgués, corrupto,   al servicio de la dominación del capital, anticomunista y alineado políticamente con el bloque yanky europeo en el periodo de la llamada guerra fría.

Para entonces la población no llegaba a  6 millones de habitantes, con ingresos petroleros significativos, un dólar a 3,35 Bolívares de cambio, que permitió el desarrollo de una obra material y técnica en infraestructura y servicios públicos, sobre todo en Caracas y en otras ciudades, que aún es visible hoy.

La dictadura nunca pudo construir un movimiento político de masas solido frente a los factores políticos de la resistencia. Intentó realizarlo con el Frente Electoral Independiente (FEI),  asumiendo frases del pensamiento de Bolívar, pero esa acción política  fue un fracaso.

En 1956-57 se agudizan las contradicciones entre los factores de la dominación, se descompone políticamente el régimen, en el ejército, los cuerpos de seguridad, la iglesia católica, medios de prensa y el Departamento de Estado de los EEUU.

Y se abren brechas para reactivar el movimiento popular en función de la unidad, de las reivindicaciones democráticas y  populares.

Es constituida la Junta Patriótica, acontece la huelga universitaria del 21 de Noviembre 1957, la carta de Monseñor Arias expresa el deslinde de la iglesia católica respecto de la dictadura militar, y se produce el levantamiento militar del Coronel Hugo Trejo, evidenciando la existencia de una crisis de poder.

Se desarrollan movilizaciones populares contra la dictadura y las maniobras de los mecanismos del poder en  New York y de sus lacayos que reajusta y recompone la dictadura,   pero Pérez Jiménez no logra unificar fuerzas suficientes que le permita mantener el poder.

La Junta Patriótica llama a la huelga general indefinida el 21 de Enero de 1958. Caracas asume la huelga total y en la madrugada del 23 de Enero huye el dictador hacia Santo Domingo, protegido por  su compinche Chapita-Trujillo.

Nuestra participación siempre fue activa contra la dictadura, desde 1951. En el 58 estábamos articulados en Catia y en la Urbanización 2 de Diciembre (hoy 23 de Enero), en la juventud de Acción Democrática (AD) y en la Junta Patriótica, realizando tareas de agitación y propaganda, reuniones clandestinas y en movilizaciones intensas  en los barrios de Caracas. Se desarrolló un crecimiento vertiginoso del movimiento de masas, muy superior a los círculos conspirativos de la resistencia, que nos arropo y sobre pasó.

La Junta Patriótica integrada por los partidos URD, PCV, AD Y COPEI, en la personas de Fabricio Ojeda, Guillermo García Ponce, silvestre Ortiz Bucarán y Enrique Arestigueta Gramko y por otra parte el movimiento militar del Coronel Hugo Trejo, Martin Parada, Echeverría y otros, no pudieron, no supieron, o no quisieron unirse en torno a un programa popular por carecer de una estrategia de poder y mando único.

El imperialismo desde New York con Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jovito Villarba, el departamento de estado de los EEUU, el industrial Eugenio Mendoza y Blas Lamberti, si lograron con el llamado plan de New York y su concreción posterior en el plan de punto fijo,  estabilizar, organizar la transición hacia el régimen liberal burgués del punto fijismo en el periodo 1958-1998.

El régimen punto fijista, en lo esencial, fue un régimen entreguista a los intereses del capital trasnacional, corrupto, represivo, y autoritario. Cometió faltas graves y delitos. No fue nada democrático y sí delictual y por eso se agotó histórica y políticamente.

Hoy las circunstancias son distintas, el periodo histórico a nuestro entender, según documento de la clase obrera que yo comparto, dice así, cito:

“ nos encontramos en la fase terminal del imperialismo, como etapa superior del capitalismo y del nacimiento del socialismo, fase inicial de la reconstrucción de la sociedad humana en las nuevas circunstancias, sociedad donde desaparecerán la propiedad privada sobre los medios de producción y sobre los seres humanos, las clases sociales y en con ello la lucha de clases es decir la guerra, por lo que todos los seres humanos seremos iguales nacional e internacionalmente entre nosotros, frente a los medios de producción, distribución e intercambio de los bienes producidos y los servicios prestados. Fundamento esencial para que prevalezca la paz social.

Esa realidad en nuestro país se expresó en el proceso electoral de 1998, cuando bajo la dirección de nuestro Comandante Chávez, alcanzamos la libertad y nosotros como pueblo en la Revolución Bolivariana y avanzando en nuestra constitución como patria Bolivariana”.

En síntesis, debemos aprender de la historia, de nuestra realidad histórica concreta, del análisis dialectico, científico para andar o caminar por el sendero de la libertad, como pueblo y militante de las rojas auroras.

Nota: palabras de Soto Rojas en la universidad UNIARTE 22/01/2020

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