El día que no pasó nada


Basta con revisar el formato del escenario libio

José Vicente Rangel.- 1 La ultra derecha internacional –léase, gobierno de Mr. Trump, Unión Europea, el inefable Grupo Lima– y la comatosa oposición venezolana, convirtieron el 10 de enero del 2.019 en una fecha mítica para consumar el atentado contra la democracia y el Estado de derecho en nuestro país. No escatimaron esfuerzos ni recursos. Las redes y el poder mediático se volcaron sobre los venezolanos. Con su inmensa capacidad para distorsionar la verdad. Para mentir. Para difamar. Con la fuerza letal que tiene el mensaje generado en laboratorios expertos en infamias para avasallar pueblos y violar principios consagrados en el ordenamiento jurídico internacional. Todo el poder de fuego del imperio y sus cipayos se proyectó sobre un escenario condicionado para recibir la descarga, que acabaría con la resistencia de un pueblo como el venezolano, poseedor de |singulares reservas de valor y coraje.

2 La intención no era otra que transformar la fecha del 10/E en la oportunidad para consumar el propósito desestabilizador. Para rematar el trabajo que, previamente, los factores de la subversión habían ejecutado con habilidad y constancia. El logro de ese objetivo lo definió con claridad el personaje escogido como emblema por la alianza golpista, Juan Guaidó, de esta manera: “Estamos en dictadura, sin máscara, sin disimulo y sin filtro. Tenemos que reconocer que enfrentamos un sistema opresor y miserable que obliga a la gente a depender de una caja de Klap”.

3 Semejante forma de argumentar, de justificar la infamia golpista, traída por los cabellos por el presidente de la Asamblea Nacional en desacato, es reveladora de pobreza intelectual y de la búsqueda de justificaciones absurdas para actuar. Consistente en montar sobre una gran falsedad los turbios designios orientados a vulnerar la Constitución y a destruir la democracia, mediante un acto de fuerza contra el Estado de derecho. Que, en el marco de la desesperación con que actúan el imperio y sus secuaces, culminaría con una invasión armada extranjera. Basta con revisar el formato del “escenario Libio” para tomar conciencia de que lo que se quiere hacer en Venezuela es algo similar, calcado con los mismos detalles y desarrollos.

4 Sin embargo, cabe señalar que la aplicación del formato libio –y de otros parecidos–, fracasó hasta ahora, y lo confirma el resultado del 10/E. por lo siguiente: a) por la fortaleza del proceso bolivariano y las profundas raíces populares del chavismo; b) por la debilidad  orgánica de la oposición; c) por la carencia en ella de liderazgos,  programa y proyecto de nación; d) por la influencia del exterior sobre la oposición interna, que la convierte en instrumento sin conexión con la realidad del país.

5 Finalmente, lo que la oposición externa e interna pronosticaban que pasaría el 10/E, que Maduro no se juramentaría, que los militares se alzarían y lo harían preso, que las calles se poblarían de manifestantes enfurecidos contra el gobierno bolivariano, resultó ser puras bolas, o para decirlo poéticamente, “vapores de la fantasía”. El 10/E no pasó nada de lo planeado y anunciado por la subversión. En cambio, ese día se repitió el fracaso histórico que arrastra la oposición desde el 11 de abril del 2.002, y triunfó la legalidad democrática expresada en el discurso del Presidente Nicolás Maduro.

Laberinto

  • Se comentan las divergencias existentes entre los Cardenales venezolanos Urosa y Porras. ¿Cierto o falso? En todo caso, es cada día más evidente que el enfoque sobre la situación política y económica del país genera divergencias en todos los escenarios e instituciones. ¿Acaso la Iglesia católica es una excepción?…
  • Novedosas situaciones se plantean con motivo del ascenso al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil. Por una parte refuerza el esquema geopolítico elaborado por los Estados Unidos para América Latina, ya que el hecho, en sí mismo, potencia una alianza en el escenario global como consecuencia del apoyo futuro para el ingreso de Brasil al Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente…
  • Esta posibilidad, que perfectamente podría darse, representa también un estímulo a la opción militar para poner en marcha acciones contra gobiernos como el de Nicolás Maduro o Evo Morales, y las expectativas que se abren en la región con los próximos éxitos de sectores progresistas, debido al fracaso de proyectos neoliberales como el de Mauricio Macri en Argentina, que despertó ilusiones en sectores conservadores y que, actualmente, atraviesa por una severa crisis…
  • Sin duda que el Brasil de Bolsonaro se convertirá –junto con la Colombia de Duque– en uno de los más importantes socios de EE.UU. contra las amenazas políticas vinculadas a alternativas progresistas…
  • Prueba de ello es la manera como Bolsonaro, siendo candidato presidencial en campaña, se ofreció para agredir a Venezuela, así como la actitud asumida por uno de los generales del influyente entorno castrense del presidente, que manifestó que una vez consumada una ocupación militar de territorio venezolano, sería la Fuerza Armada brasileña la encargada de manejar la situación…*
  • Personajes claves de Brasil que influirán a partir de ahora en el escenario nacional e internacional: Jair Bolsonaro, ultraderechista, cristiano evangélico, racista, dice estar de acuerdo con la tortura; Antonio Martins Mourao, del ala ultraderechista de la Fuerza Armada; Ernesto Fraga Araujo, diplomático, defensor de la política del presidente de Estados Unidos; Sergio Moro, Ministro de Justicia, lideró la operación para detener a Lula; la Iglesia Universal del Reino de Dios, clave en una política afianzada en las comunidades evangélicas, estratos medios empobrecidos y sectores desprotegidos de las periferias de las grandes ciudades…
  • El pasado mes de diciembre comenzó a circular un libro excepcional de la Comisión Presidencial Para La Conmemoración Del Bicentenario Del Congreso de Angostura y el Centro Nacional de Historia, “Pueblos Libres Vencen A Imperios Poderosos”, cuyo contenido es el  intercambio de correspondencia entre Simón Bolivar y un agente estadounidense, Juan Bautista Irvine. La publicación es un acierto, sobre todo por las circunstancias por las que atraviesa Venezuela y por el descaro ingerencista del imperio del cual el país es víctima. Los editores destacan, a manera de epígrafe de la obra, la siguiente frase de El Libertador: “Por fortuna se ha visto con frecuencia un puñado de hombres libres vencer a imperios poderosos”. Ojala que este libro circulara profusamente, en particular entre la juventud, en los centros de enseñanza, escuelas, liceos, universidades; que llegara a los centros de trabajo, fábricas, cuarteles, comunas, sindicatos, como manera de sembrar patria y derrotar a la antipatria. La derecha le tiene pavor a la noción de patria porque sabe que cultivarla es una peligrosa arma que se vuelve contra los intereses que ella representa…
  • Con motivo del desastre de los gobiernos neoliberales, el vicepresidente de Bolivia García Lineras, intelectual y analista político, estampó esta frase: “Al neoliberalismo se le acabó el combustible”…
  • Masacre en Colombia. De acuerdo a informes de organismos competentes, durante el año 2.018 fueron asesinados en el vecino país 178 líderes sociales. La responsabilidad es de los gobiernos de Juan Manuel Santos y del actual, el de Iván Duque. Éste tiene el más alto porcentaje en la masacre. Sin embargo, la OEA y el inefable Almagro guardan un silencio cómplice.
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