DUQUE, MALUMA Y LOS ESTUDIANTES


Renán Vega Cantor

-Duque, Maluma y los estudiantes

 

“El reggaetón, a diferencia del rock y la salsa, adormece cualquier intento de rebeldía. Por eso a Maluma Álvaro Uribe le debe parecer el mejor presidente de la historia”. Iván Gallo, en: https://www.las2orillas.co/lo-siento-pelados-pero-esa-mierda-no-esmusica/, octubre 4 de 2018.

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levan más de un mes en paro, han llenado las calles de las ciudades colombianas de vida y colorido, han recurrido a múltiples repertorios de acción y movilización para hacer visibles sus demandas, han denunciado el abandono de la educación por parte del Estado colombiano, han logrado que el gobierno de Duque les concediera a los rectores unos pocos recursos, han recibido bolillo, gases y cárcel, así como amenazas y chantajes dentro y fuera de las universidades. Estos son los valerosos estudiantes de las universidades públicas que, nuevamente, nos han hecho sentir jóvenes y nos han dado un aire de esperanza y aliento para sobrellevar ese caos generalizado que se llama Colombia. Su movilización está demostrando la importancia de la universidad pública para una sociedad y también, en sentido contrario, lo que se pierde cuando no se cuenta con ella o se le ha debilitado de tal manera, que en la práctica es inoperante, como sucede en nuestro país. Las demandas de los estudiantes, que se centran en lograr una financiación digna y decente para las 32 universidades públicas, han canalizado el descontento por las precarias condiciones de esos centros de educación superior y para ello clamaron por la convocatoria de una Mesa Amplia de Negociación, que apenas se instaló y funcionó por pocas horas, porque el gobierno de Duque sin ninguna seriedad no asumió ni siquiera la discusión del tema financiero, simplemente se limitó a decir que no hay dinero para concederle a las universidades, lo que significa que deben seguir subsistiendo en medio de las miserables condiciones que hoy soportan. Como resultado de esa negativa, estudiantes y profesores se levantaron de la mesa y de inmediato pidieron una reunión directa con Iván Duque, quien oficia como presidente de Colombia. Este se ha negado a recibir a los estudiantes, aunque hayan organizado cinco grandes marchas a nivel nacional y otras acciones que han hecho visible el problema de la universidad pública. El foco mediático que pretende desviar la justeza de las reivindicaciones de los estudiantes y convertirlo en un problema de orden público ―a raíz de ciertos enfrentamientos en las marchas del 8 de noviembre― le sirvió a Duque para afirmar que las autoridades deben encontrar a los responsables de estos ataques y “llevarlos a la justicia” porque “lo que hay es una violación flagrante de la Constitución y de la ley”. En esta recortada lógica presidencial los estudiantes no existen como sujetos, dignos de respeto y consideración, con demandas justas y sentidas y por eso no merecen ser escuchados. Su presencia como seres deliberantes y propositivos no cuenta. Sólo se habla de ellos a la hora de amenazarlos y perseguirlos como si fueran delincuentes, mientras que los delincuentes de alta alcurnia merodean en el Congreso, el Palacio Presidencial, las altas cortes, la Fiscalía…

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La protesta universitaria en Colombia no tiene el vuelo mediático de las las guarimbas en Venezuela, las cuales buscan derrotar a un gobierno legítimo y constitucional; guarimbas que cuentan con el aval directo de Estados Unidos y sus agencias, secretas y no tan secretas (como USAID, la CIA y muchas más). Esas pretendidas protestas, entre las cuales se encuentran las de los “estudiantes” han sido tan singulares que hasta sus “valerosos lideres” han sido llevados a Washington y han sido recibidos por funcionarios de alto nivel de diversos gobiernos de los Estados Unidos, e incluso algunos de esos “líderes” estudiantiles han recibido millonarios premios por su pretendida lucha en pro de la libertad y la democracia, concedidas por dudosas instituciones y ONG’s de ese país. Esos “estudiantes” de la oposición, impulsados por sus amos de los Estados Unidos y por medios de desinformación en Colombia y por políticos criollos quemaron vivos a varios policías y militantes chavistas, algo que es bueno recordarle a RCN, ahora que se presenta como “victima” de las movilizaciones de estudiantes en Bogotá.

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Un hecho coyuntural de tipo anecdótico demuestra el gran interés que los jóvenes estudiantes de las universidades públicas despiertan en Iván Duque: la recepción en el Palacio Presidencial del reguetonero Maluma (un alias artístico, puesto que su verdadero nombre es Juan Luis Londoño). El martes 6 de noviembre ingresó a la Casa de Narquiño Maluma a hablar sobre la juventud colombiana y “de los proyectos que quieren hacer en conjunto frente a este tema”. “Por fin hermano”, le dijo Maluma a Duque, quien respondió: “Mi admiración hermano. Siga haciendo música y haciendo país”. Maluma difundió una fotografía del encuentro y explicó el motivo de su visita: “Hoy tuve la oportunidad de conocer a el señor presidente. Gracias por esta gran invitación; que honor y que orgullo saber que compartimos tantos ideales y el primordial, trabajar por la juventud de nuestro país. Se vienen proyectos muy importantes con la Presidencia”. Iván Duque se reunió con Maluma para “discutir temas sociales”, temas de gran profundidad suponemos por el nivel cultural e intelectual del reguetonero, al tiempo que arguyó que no se va a reunir con los estudiantes, porque eso lo delegó en su Ministra de Educación.

Como Duque afirmó que Maluma está “haciendo país”, es pertinente examinar algunas de sus grandes contribuciones culturales y educativas a la juventud colombiana, que son aplaudidos desde la Presidencia de la República, en la que no tienen cabida los estudiantes. Con los aportes indiscutibles de Maluma al saber colombiano y universal, desde el Palacio Presidencial se deben estar diseñando nuevas cátedras para impulsar en las universidades públicas y educar a esos jóvenes desobedientes y rebeldes que hoy ocupan las calles y las plazas de las grandes ciudades. A partir de las contribuciones intelectuales de Maluma, podrían destacarse las siguientes cátedras: Cátedra de misoginia y reducción de las mujeres a objetos sexuales: Las letras de las canciones de Maluma tienen una notable profundidad filosófica que, en primerísimo lugar, dignifican a las mujeres colombianas. En una de ellas, Cuatro Babys, se dicen versos de este candor: “La primera se desespera, se encojona si se lo echo afuera. La segunda tiene la funda y me paga pa’ que se lo hunda. La tercera me quita el estrés, polvo corridos siempre echamos tres. A la cuenta de una le bajo la luna pero ella quiere con Maluma y conmigo a la vez”. En Un Polvo elaboró estos notables versos, que han enriquecido la poesía mundial: “Ver tu cara cuando lo tengas adentro”, “Se pone en cuatro y me pide que por el… la castigue”. O en Vitamina, cuando con una gran dosis de imaginación poética –que empequeñece a los mejores poetas de todos los tiempos– tuvo una inspiración celestial con estos versos, que aparecen en la estrofa principal: “No hay razones pa’ que te cohíbas, yo sé que te gusta, te motiva, me dijeron que eres posesiva… y te tragas todas mis vitaminas”. 5 Esta es una primera contribución de Maluma a la juventud femenina, una verdadera pedagogía de la violencia contra las mujeres, reducidas a ser objeto de consumo sexual por los meros machos. Que grandes enseñanzas para toda la vida que reciben los niños y jóvenes que escuchan mensajes de tanta humanidad y respeto por las mujeres, como los de las canciones del reguetonero paisa. ¿Qué puede esperarse de un país cuyos niños y jóvenes se eduquen con tanto amor y altruismo? Este es uno de los grandes aportes educativos de Maluma, para orgullo de la juventud colombiana, que Duque va a impulsar en los próximos años como parte de la “innovación” y la “creatividad” que destilan los reguetoneros paisas, como suprema expresión de la economía naranja. Lo que sí es seguro es que esas fabulosas enseñanzas incidirán en forma directa en el aumento de la violencia, los crímenes, el odio, el machismo y las actitudes misogenas, sobre todo contra las mujeres más pobres y humildes. ¡Qué linda enseñanza que nos da Maluma, a través de Duque y el Palacio de Narquiño!, como un proyecto alterno al que proponen esos revoltosos estudiantes de las universidades públicas. Cátedra apologética de la violación de mujeres: Por supuesto que en un individuo tan bien formado en aquello de injuriar y denigrar de las mujeres, no podía faltar su apología de la violación, que es el trasfondo de su canción y video clip Borro cassette. Allí se dice simplemente que una mujer es emborrachada por un hombre y este aprovecha esa condición para abusar de ella: “Y no hay un día que no pare de pensar en su belleza/ Te estoy buscando para ver si los repetimos/ Esa noche que bien lo hicimos/ Entre tragos nos desvestimos/ Las botellas que nos tomamos/ A la locura que nos llevaron/ Son indudables las contribuciones que se hace a la juventud colombina con piezas de tanta altura poética, como la citada, en el afán de difundir grandes valores como el odio, el individualismo, la cosificación del cuerpo, la violencia y el despojo. Cátedra de humildad y modestia: Maluma nos da extraordinarios ejemplos de modestia y de humildad, como cuando dijo, a raíz de las críticas a Cuatro Babys: “Por una cosa o la otra siempre te van a juzgar, solo haz lo que te salga del corazón, lo que te haga feliz. Si hablaron de Jesucristo por qué te sorprendes cuando hablan de ti?”. Estamos enterados, eso es lo que puede llamarse una Pedagogía de la humildad, que tanto fortalece ese prejuicio traqueto (ratificado en los últimos quince años, desde Antioquia para todo el país) de que los colombianos somos el centro del mundo y podemos hacer y deshacer a nuestro modo cuando se nos venga en gana y y podemos pisotear al que se nos antoje, como ahora que se lincha a venezolanos. Cátedra de racismo: Otra gran enseñanza que se desprende la vida cotidiana de ese gran educador que es Maluma es la del trato que se debe dar a aquellos que son considerados inferiores, como parte de una pedagogía del odio y el desprecio. Un ejemplo de este tipo de enseñanza práctica se produjo en una visita a Panamá en junio de 2016, cuando nuestro gran filósofo educativo manifestó su desprecio por los negros y hasta un niño enfermo de cáncer. En esa ocasión, cuando se supo que el presentador oficial iba a ser Franklyn Robinson, el manager del cantante colombiano frunció el ceño y dijo “¿Ese negrito? No, Maluma no lo va a aceptar”. 6 No seguimos profundizando en el estudio de las múltiples contribuciones que Maluma ha hecho al país. Solamente Iván Duque sabe apreciar esa basura auditiva que es el reggaetón, y de la cual el “jilguero paisa” es uno de sus máximos exponentes, para vergüenza de este país, pena ajena que nos da al saber que ese “sabio artista” es recibido en pleno Palacio Presidencial, que ha sido convertido en el principal centro de la farándula criolla. Lo que si queda claro es el proyecto de país que se construye desde el Palacio de Narquiño en el que se recibe con los brazos abiertos a individuos de la altura moral de Maluma pero donde no pueden entrar los estudiantes universitarios, que representan a miles de colombianos, a aquellos que solo pueden acceder a la universidad pública, en el mejor de los casos, y a los millones que nunca podrán ingresar a la universidad. Ese proyecto de país, que en estos momentos encarnan Iván Duque y Maluma rinde culto a la violencia, el clasismo, la injusticia, la desigualdad, la ostentación, la misoginia, el racismo. Ese es el país que han construido las clases dominantes de Colombia, y en el cual, por supuesto, no tiene cabida la universidad pública, y por eso hay que destruirla, como lo vienen haciendo desde hace varias décadas. La expresión cultural de ese proyecto de país se puede describir de esta forma: “El reggaetón ha naturalizado una forma particular de hombre: el macho barriocéntrico. Este sujeto se constituye a partir de una heterosexualidad centrada en el machismo, la lógica gansteril, la objetivación de la mujer, la homofobia y en perpetuar un imaginario específico sobre el barrio. Su identidad se nutre, además de una estética que imita el rap norteamericano, y de la poca conciencia social e interés por la educación”. Estas palabras del escritor puertorriqueño Alfredo Nieves Moreno resumen de manera magistral el ideario cultural que subyace a personajes como Maluma y a quienes lo admiran. Que un individuo de esa catadura sea recibido por el Presidente de la República nos dice mucho sobre el proyecto educativo y cultural que se impulsa desde las altas esferas del poder, que puede sintetizarse lacónicamente diciendo que lo que se busca es generalizar la cultura traqueta

 

 

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