Grito de la tierra


Julio Escalona.- El grito de la tierra por el cambio climático y el grito de la gente contra el fascismo, tienen en común: la hegemonía de una especie de monarquía absoluta integrada por el capital financiero, la jerarquía militar y el poder del narcotráfico, que domina los paraísos fiscales, donde se legaliza el capital del tráfico  de armas, personas, drogas… Centro de la especulación, crímenes mafiosos,  golpes de Estado, las migraciones forzosas que terminan en genocidios como el del Mediterráneo.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, adscrito a la ONU, ha lanzado un agónico llamado para enfrentar el calentamiento del planeta. Sostiene que la temperatura, al final de este siglo, no debe incrementarse más allá de 1,5°C, con respecto a la temperatura que existía en la era preindustrial. Por presiones, la ONU aceptó que ese límite se ampliara hasta 2°C.

En el reciente informe, insiste en el límite de 1,5°C y agrega que el tiempo se ha agotado, que sólo queda una década para evitar una catástrofe planetaria. Ya la temperatura creció en 1°C, de seguir esa tendencia, a fin de siglo tendríamos un incremento de la temperatura cercana a los 3°C, lo que generaría tormentas más intensas, tiempo más errático, multiplicación de terremotos, huracanes, sequías, incendios, desertización, desaparición de los polos y derretimiento de las nieves, que dejaría al descubierto el permafrost, que intensificaría la emisión de gases invernadero, favoreciendo el calentamiento, crecimiento del nivel de las aguas de los océanos, por tanto, desaparición de la mayor parte de los Estados insulares, desplazamiento de refugiados climáticos, apátridas que deambularían por el mundo, modificación de los patrones migratorios, etcétera.

El Panel plantea: “cambios de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad” para un calentamiento global a 1,5ºC y evitar “daños irreparables”. Esto requerirá (los 1,5°), “cambios rápidos y será enormemente caro”.

El Panel pide sustituir energías fósiles por energías limpias. El buen vivir y la soberanía de nuestra patria, dependen de la producción de petróleo. Pero vivimos la tragedia planetaria y algo sustancial debemos hacer.

«El clima futuro de nuestro planeta está íntimamente vinculado al futuro de sus bosques» Este camino, creador de vida, solo no es suficiente.

Julio Escalona

juliorafael.escalona@gmail.com

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