TE LO ADVIERTO, NICOLAS! – CARLOS PÉREZ MUJICA


No te quejes que tú mismo has hecho que te tuteemos. Es más, en la última campaña insististe tanto en que te llamáramos “Nico” de una manera tan relajada y confianzuda que, pues, ahora lo hacemos, nos lo creímos, y eso, es realmente lo de menos.

El verdadero problema que tenemos es tu lentitud para tomar decisiones ejemplares o ejemplarizantes -no sé las de cual naturaleza serían las más apropiadas-, pero lo que si te digo “Nico”, es que en comparación con tu parsimonia ¡las placas tectónicas se mueven con mayor celeridad!

Después de mucho tiempo te vienes a enterar de la unanimidad con la que los venezolanos -que no son dirigentes oposicionistas- entendemos y estamos de acuerdo con la conveniencia de incrementar el precio de los combustibles hasta llevarlos a precios internacionales para así evitar o, en el mejor de los casos, disminuir el intenso contrabando de extracción que sufren estos productos derivados de los hidrocarburos fósiles a través de toda nuestra frontera.

Tú siempre andas cayéndote a cobas con eso de “Yo he ordenado…”y bueno, nada nos cuesta seguirte la corriente, está bien Nicolás, ¡Tú “ordenas”!.

No nos sorprendió para nada tu anuncio del lunes, pero al parecer los opositores lo van a tomar como han tomado todas las cosas que tú anuncias. Se quejan de tu inacción, de la pesadez y de la tranquilidad con la que hasta ahora has capeado el temporal, pero chillan ante cualquier cambio impulsado por tu gestión. Ya andan diciendo que este paquete de anuncios que has hecho es una copia maltrecha de aquel viejo “Plan Real” que a principios de la década de los 90 impulsara el Ministro de Hacienda brasileño Fernando Enrique Cardoso durante la gestión de Itamar Franco quien sustituyó al depuesto por corrupto Fernando Collor de Mello. Advierten los oposicionistas de un probable giro de tu gestión hacia el Neoliberalismo, pero tú panita, tipo tranquilo. Me recuerdas camarada al ex presidente Luís Herrera Campins que en una de sus vernáculas salidas aseguró que: “Si un problema tiene solución, no hay por qué preocuparse y si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada”.

Ahora bien “Nico”, quedan una serie de cabos sueltos que quisiéramos -y el plural es porque seguramente hablo por muchos-, que nos explicaras para entender cómo va a ser lo de la distribución del combustible.

Suponemos que se asignará una cuota de gasolina o de cualquier otro carburante a cada una de las unidades registradas en el Censo Nacional de Vehículos que -tal como si fuera un billete de 100 bolívares-, ya lleva varios fines de semana de prórroga. Y mientras esto ocurre, ya en Cúcuta están falsificando los carnets con sus respectivos códigos QR con la intención de proveer de ellos a cada uno de los “bachaqueros”, sanguijuelas que seguirán desangrando a nuestra nación.

Imaginemos entonces que, a cada vehículo se le establezca un cupo de al menos un tanque semanal, y digamos que el depósito de este hipotético automóvil posee una capacidad de 50 litros. Esa cantidad de litros rendirá unos 400 kilómetros y hay que darle pata al cacharrito para lograr recorrer esa distancia sobre todo si cumplimos exclusivamente con los itinerarios básicos signados por la costumbre al desplazarnos por la ciudad.

Como ya tú declaraste Nicolás, que se iba a colocar el importe del combustible a precios del mercado internacional y como ese valor es un monto fluctuante, dependiente fundamentalmente de dónde te encuentres y de lo difícil que resulte su adquisición y transporte, oscilando éste entre los 0.29 centavos de dólar en Irán y los 2.13 dólares en Hong Kong (https://es.globalpetrolprices.com/gasoline_prices/), y conociendo el apasionamiento con que fantasean nuestros amigos opositores parecerse a los Estados Unidos, pongámosle a cada litro de gasolina unos posibles 0.83 centavos de dólar como allá en los “United”, con la reciente derogatoria de la Ley de Ilícitos Cambiarios, representaría entonces unos 3.735.000 bolívares por litro (aunque creo que Dolartoday sigue empujando hacia arriba).

Bueno, ahora especulemos que el coche que hemos tomado como ejemplo sólo consume medio tanque semanal, pero ya se le asignó un depósito completo nada le cuesta al propietario sacarle la mitad del contenido es decir 25 litros y vendérselos a los contrabandistas a la mitad de su valor internacional, este vagabundo recibirá 38.750.625 bolívares sin hacer absolutamente nada, pero como la operación la repetirá todas las semanas, se ganará mensualmente 155.002.500 bolívares y te lo juro Nicolás que eso sucederá.

Ahora bien, si en vez de distribuir la cantidad a cada vehículo se le asignase a cada ciudadano que posea el Carnet de la Patria, cualquier fulano propietario de un automóvil con la hipotética capacidad de 50 litros, se iría bien temprano en la mañana a la bomba de gasolina, llenaría el tanque, luego se iría a su casa, le sacaría la gasolina, enviaría a continuación supongamos a su hijo igualmente carnetizado de 18 años que también abarrotaría el depósito del mismo carro y haría la misma operación, luego enviaría a su hija de 20 años, luego al mayorcito de sus hijos de 25 y finalmente a su mujer, obteniendo una ganancia semanal neta de 420.187.500 bolívares, ¡1.680.750.000 bolos mensuales!, ¿Qué te parece Nicolás?, tú lo “ordenaste”, ¿recuerdas?.

Lo mismo sucedería si un individuo propietario de varios vehículos acudiera (como seguramente lo hará) cada semana a colocar el tanque full de gasolina con cada uno de sus carros y luego se fuera a su casa, les sacara el combustible, se quedara con tan solo un auto para desplazarse y luego desviaría hacia el mercado negro el resto del combustible obteniendo una jugosa ganancia. Todas estas posibilidades introducirían nuevas distorsiones a la ya deformada economía que nos está acogotando.

Eso panoramas resultan proyectando el comportamiento de un carro particular -o de su dueño-, pero ahora imagínense a los mafiosos del transporte público, que hasta este momento extorsionan a los viajeros exigiéndoles que paguen en efectivo, con billetes nuevos y a precios estratosféricos sus pasajes, para luego llevarse los billetes y revenderlos en la frontera al triple, cuádruple y hasta al quíntuple de su valor real, haciéndose de ganancias mal habidas por todos lados en una desalmada operación.

“Ya creé un sistema de subsidio directo de la gasolina y de todos los hidrocarburos al pueblo de Venezuela y al transporte público, pero (el combustible) tiene que colocarse al precio internacional para que se acabe el contrabando…”, “He aprobado el subsidio directo a todos los privados, públicos, carritos, camionetas…”, “Yo mismo preparé este plan de recuperación económica…”. En un país con una de las inflaciones más altas del mundo, con unos de los salarios más depauperados de la región, con esta escasez de productos básicos y con los niveles insultantes de corrupción, la tentación de realizar este tipo de fechorías -que muchos considerarán como pretexto que esa es la “gotica” de petróleo que le toca-, estará siempre presente. Ganar dinero sin esfuerzo, como nos han enseñado. La viveza criolla reverdecerá.

Ay Nico, como a ti te gusta tanto “ordenar”, te pido por favor que “ordenes” se revisen todas estas cosas que hemos comentado en éste texto porque no es que por yaracuyano sea brujo o vidente pero, te aseguro Nicolás que eso va a pasar.

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