Anclamos en Puerto Excremento


Maryclen Stelling.- La violencia en el nombre de una causa supuestamente “justa” define y expresa una nueva etapa en la política venezolana, que parece haber arribado al puerto de  la intolerancia violenta, donde se impone abiertamente  la escatología política o la política escatológica.

El término escatología se refiere primer término, a las creencias en torno al “fin de los tempos”, a las últimas cosas que van a suceder en el fin del mundo y de la humanidad.  A la vez alude al acto de analizar los excrementos…y al gusto por los mismos. Desde esta perspectiva se van naturalizando el uso de expresiones, imágenes y temas soeces relacionados con los excrementos, las heces.

En ciertos sectores políticos desesperados parece haberse impuesto la creencia escatológica de que es “el fin de los tiempos”… lo que equivale a concluir en criollo “es ahora o nunca”. Y de ello, es un ejemplo el reciente intento de  magnicidio y el consecuente manejo político-discursivo, mediático y por  redes que, desde una acera política,  apunta a su justificación y legitimación.

Dada su gravedad, este episodio se constituye en el capítulo  fundamental de un registro escatológico de la historia reciente del país, que parecería justificar para ciertos sectores la violencia en nombre de una causa supuestamente “justa”  y sagrada con miras a salvar al país. Posteriormente, se han incorporado otras etapas en torno a las investigaciones emprendidas por el Gobierno  sobre la conspiración nacional y sus tentáculos internacionales.

A la intencional discursiva política del odio, el rencor y el resentimiento que no  suscita ilusión ni esperanza,  se añade el caso Requesens.  Episodio en caliente, contado desde dos espacios políticos. Etapa en la que se profundiza un proceso escatológico en el discurso político, en las  narrativas mediáticas y en las redes.  En una suerte de radiografía escatológica, se observa cómo se naturaliza el uso de expresiones, imágenes y temas soeces relacionados con los excrementos,  el hurgar en las heces y en el escrutinio burlista del cuerpo.

Dada la crítica situación  política, económica, psicológica y ética que nos aqueja, es necesario recordar que  el deterioro de la política afecta muy seriamente la credibilidad ciudadana y la democracia.

“Por la boca muere el pez y el hombre por la palabra”.

Maryclen Stelling

@maryclens

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