RECORDARLOS SIN QUE SE NOS QUEBRARA LA VOZ – PEDRO GRIMA GALLARDO


  por elelefantebocarriba

Tuve la oportunidad de compartir con el Presidente Chávez muchos temas. No siempre estábamos de acuerdo, pero siempre disfrute la discusión. Chávez no era fácil, de fuerte personalidad, convencido de sus creencias, consultaba mucho a libros y personas para llegar a sus conclusiones. Conocía de todos los temas, citaba autores y siempre tenía una respuesta clara y convincente. Estos son, entre otros, algunos de los temas que abordamos.

Un mundo multipolar.

El Hombre se alimenta de utopías. Una de ellas es el mundo multipolar del que tanto hablaba Chávez, en contraposición al mundo unipolar que pretende el Imperio dominante. Yo defendía (y defiendo) la tesis de que el mundo actual se debate entre dos utopías: el capitalismo y el comunismo. Curiosamente, de llegarse a materializarse alguna de ellas, veríamos la desaparición del Estado, tal como lo conocemos actualmente. En el capitalismo, el Estado sería sustituido por el Mercado y en el comunismo por el Estado Comunal, por la Ciudadanía. El capitalismo tuvo su máximo auge a finales del siglo XIX, con la Revolución Industrial, teniendo como líder al Imperio Británico, evolucionando a mediados del siglo XX hacia el capitalismo anglosajón con el protagonismo de Estados Unidos, sin embargo, éste último se considera más bien “mercantilista”, por el fuerte intervencionismo del Estado para proteger las grandes corporaciones. Por su lado el comunismo aparece con fuerza a principios del siglo XX, con la Revolución Soviética, se fortalece a mediados de ese mismo siglo con la Revolución China y se tropicaliza con la Revolución Cubana. Hoy, en el primer cuarto del siglo XXI, observamos un capitalismo guerrerista en decadencia y un comunismo basado en el comercio en pleno auge. Solo se discute en qué año China superará a Estados Unidos, pues eso se considera un fait accompli.  No tengo duda de quién será el vencedor del enfrentamiento entre estas dos utopías y pronostico un fin de siglo dominado por el comunismo.

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La Educación “Superior”.

A propósito de la propuesta Ley de Educación Universitaria (LEU), sancionada por la Asamblea Nacional el 23 de diciembre del 2012, el Presidente Chávez me solicitó la opinión. Yo estaba contento que se hubiese cambiado el adjetivo de “Superior” por “Universitaria”. Pero quería ir más allá. Indagué y encontré que en muchos países no existía una ley especial para la educación universitaria pues esa distinción traía implícita la desagradable discriminación hacia la educación primaria y secundaria. Fui entonces mucho más allá, le propuse que la educación universitaria debía legislarse desde la Ley Orgánica de Educación, que debería haber una sola escala de salarios para todos los educadores, que el Consejo nacional de Universidades debería desaparecer porque el Estado no tenía que pedirle permiso a un cuerpo conformado por representantes de las universidades nacidas en la colonia y representativas de las más rancias oligarquías para crear nuevas universidades o legislar en el tema educativo. El Presidente no consideró necesario responderme, simplemente vetó la LEU el 4 de enero del 2012.

Ciertamente se hace necesaria una reforma del sistema educativo, no solamente de la Ley de Universidades. Quizás en el 2012 no era el momento de asumir ese titánico reto que representa una reforma integral del sistema educativo, no sé tampoco si este es el momento o habrá que esperarse todavía más. Venezuela está pariendo un nuevo país que sustituirá a la Venezuela rentista petrolera que nació en 1917 y se ha mantenido durante cien años. Un parto doloroso, como todos los partos, que culminará con la alegría del recién llegado.

Ciencia y Política Científica

El Presidente Chávez era un amante de la ciencia, un visionario de la Venezuela del futuro. De él fue la iniciativa de incluir en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) un artículo donde el Estado reconoce a la ciencia, la tecnología y la innovación como un asunto de interés público, lo que implicaba también su deseo de que la ciencia tuviera una repercusión directa en el desarrollo social del país. Nacionalizó la CANTV consciente que los nuevos retos en comunicación requerían de una empresa al servicio de todos y no solo de sus dueños privados. Creo el FONACIT para que apoyara también a los proyectos de innovación. Creó el programa de estímulo a la investigación y la innovación (PEII). Gracias a él tenemos una Agencia Bolivariana para las Actividades Espaciales (ABAE) que ha permitido el lanzamiento de tres satélites mediante el Convenio Binacional con la República Popular China. Permitió la creación de una fábrica de teléfonos celulares, VTELCA. Y de nuevo gracias a su iniciativa se han repartido entre los escolares del país tres millones de computadoras Canaima. Lo anterior es solo una parte de su gran plan para convertir a Venezuela en una potencia en el siglo XXI.

Chávez entendió perfectamente la diferencia entre ciencia y política científica. La ciencia la hacen los científicos, los académicos, mientras que la política científica le corresponde fundamentalmente al Estado y más concretamente aún, a su Presidente. He repetido en muchos foros el ejemplo de Francia, cuando el mandatario Charles De Gaulle tomó la decisión de que Francia fuera una potencia nuclear y creó el fondo necesario para lograrlo; efectivamente, hoy Francia es la primera potencia en conocimiento de la utilización de la energía nuclear para fines pacíficos. Fue la decisión de un estadista, no la de un científico que lo hizo posible tamaña hazaña.

El PSUV

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) fue fundado hace 10 años, el 14 de marzo de 2008, por iniciativa del líder de la Revolución Bolivariana, el Comandante Hugo Chávez, como vanguardia en las luchas del poder popular por la inclusión, la igualdad y la justicia social. Cuando me enteré de esa iniciativa me acordé de un informe que estudié en mi juventud: “Los tres instrumentos de la Revolución Bolivariana” cuyo autor fue Argimiro Gabaldón alias Comandante Carache, conductor del Frente Guerrillero de Liberación Nacional Simón Bolívar o “Libertador”, perteneciente a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN). En dicho informe se establecía que los tres instrumentos de la Revolución venezolana eran el Partido, el Frente y el Ejército. Así fueron creados: el Partido de la Revolución Venezolana (PRV), un partido de cuadros (no de masas); el Frente de Liberación Nacional (FLN), un frente que aglutinara todas las tendencias de izquierda para el trabajo social y de apoyo logístico a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), el brazo armado de la Revolución. Para nosotros, jóvenes militantes revolucionarios, ese documento se convirtió en una Biblia; nosotros, estudiantes de Liceo, éramos parte del FLN. No teníamos el nivel para militar en el PRV, pues para pertenecer a él debíamos alcanzar el nivel de “cuadros” y pasar a ser militantes de la Revolución las veinticuatro horas del día. Tampoco formábamos filas en las FALN, aunque recibíamos un elemental entrenamiento paramilitar (en una ocasión me dieron una pistola Luger 9mm para que protegiera al Comandante Francisco Prada en una visita que realizó a Mérida; yo tenía apenas quince años).  Regresando al tema de la creación del PSUV, le escribí a mi colega Adán Chávez, físico como yo y compañero de estudios en el departamento de Física de la ULA; en esa época todavía no conocía personalmente al Presidente Chávez y seguramente, tampoco me habría atrevido a hacerle llegar mi preocupación, la cual consistía, fundamentalmente en : a) el modelo de PSUV no se correspondía con lo que habíamos estudiado en el documento de Gabaldón, y b) quiénes se serían sus militantes, pues ya nos habíamos dado cuenta que entre nuestras filas había muchos cuarto-republicanos de franela roja. Con respecto a la primera decidí seguir a Chávez con fe ciega seguro que él sabía mejor que yo lo que era mejor para el país, así que me inscribí en el PSUV; con respecto a la segunda, me dije a mi mismo que no teníamos alternativa en un país donde hace apenas unos años el 95% de la población votaba por AD y COPEI.

Al filo del tiempo creo que los dos teníamos razón.

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La UNELLEZ

Una mañana de diciembre 2004 me dieron la noticia que Adán Chávez me había propuesto como nuevo Rector de la UNELLEZ. De la UNELLEZ yo no sabía absolutamente nada, excepto que la sede quedaba en Barinas. El tres de enero viaje a Barinas y me encontré con una universidad en una caótica situación. La universidad estaba tomada y el Secretario aparecía en primera plana del diario De Frente declarando que el nuevo rector pasaría sobre su cadáver. Me entrevisté con el Secretario General de Gobierno, Ing. Argenis Chávez, y le pregunté cuál era mi equipo de trabajo. Me contestó que no tenían a nadie y que debía traerlo yo. Durante una semana, a razón de diez reuniones diarias, hablé con profesores, empleados, estudiantes, prensa, televisión, cuerpo de seguridad, cuerpo de bomberos, incluso con personas que yo no sabía ni quiénes eran. Así poco a poco me fui empapando de la terrible situación conflictiva en que me había metido: estaban sacando a un rector muy chavista que aparentemente había cometido una infinidad de exabruptos y que estaba apoyado por el chavismo radical. Otros chavistas apoyaban el cambio de rector y a empujones (literalmente) me introdujeron en el rectorado pasando por encima de un grupo de estudiantes acostados en las escaleras. El once de enero logré hacer mi primer consejo directivo con las autoridades que yo sabía debía cambiar en los próximos días.

Para esa época todavía no conocía personalmente al Presidente Chávez pero sabía que contaba con su apoyo, según me comentaba mi hija, su secreta compañera sentimental. Durante dos años traté de dirigir la UNELLEZ de la mejor manera posible. Asumí su municipalización. Les devolví a los investigadores el presupuesto que el anterior rector había desviado hacia otros fines. Me traje a José Rodríguez (Sant Roz) para que se encargara de la Oficina de Información y creara “Surcos” el periódico de la UNELLEZ. Me traje al cineasta Tarik Souki para que se encargara de Cultura y creara la Cinemateca. Inauguramos el edificio de la nueva biblioteca. Le propusimos al gobernador, el Maestro Chávez, padre de Hugo Chávez, la construcción de la Ciudad Universitaria de Barinas, un proyecto de doscientos millones de bolívares para la época que habría transformado completamente la ciudad de Barinas. Desafortunadamente se opusieron al proyecto personajes que militaban en la Revolución pero que prontamente saltaron la talanquera. A los dos años de gestión fui destituido por el Ministro de turno sin mediar palabra alguna mediante decreto en Gaceta Oficial. Ni siquiera pude entrar a mi oficina a recoger mis objetos personales, la UNELLEZ había sido tomada de nuevo por el chavismo radical.

Lo sfumato

En Chávez no todo fue político. En los momentos terribles de su enfermedad encontró refugio en la pintura. Excelente dibujante, Chávez asombró a propios y extraños con sus obras. Yo no sabía que tenía esas capacidades, que casualmente coincidían con uno de mis pasatiempos más querido. Él sabía por mi hija que yo pintaba y aproveché para hablarle del sfumato de Leonardo DaVinci, una técnica que consiste en desenfocar levemente el dibujo con los dedos o un trapo, o también después de la terminación, a través de un velo ligero y homogéneo de color diluido en el aglutinante con el objetivo de suavizar las características faciales o, en el caso de los paisajes, reducir la nitidez de los perfiles de las montañas u objetos distantes para recrear el efecto de desenfoque causado, a distancia, de la humedad atmosférica. También le hice llegar algunos de mis libros de pintura.

Echo mucho de menos a Chávez. El día de su desaparición física, todos en la casa lloramos desconsoladamente. Pasó mucho tiempo antes que pudiéramos recordarlo sin que se nos quebrara la voz y aun hoy tengo que hacer un esfuerzo enorme para que no me suceda.

elelefantebocarriba | 8 abril, 2018 en 9:15 am | Etiquetas: Pedro Grima | Categorías: AutoresChávez entre nosotrosPedro Grima | URL: https://wp.me/p8yy92-Ey
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