Lenín Moreno / El candidato del amor


El exvicepresidente de Rafael Correa y enviado de la ONU para la discapacidad se medirá en las Presidenciales de este 19-F

“Exvicepresidente y actual candidato a la Presidencia de la República del Ecuador”, así de simple se describe en sus cuentas de Facebook y Twitter Lenín Moreno, un hombre que a pocas semanas de cumplir 64 años de edad –nació el 19 de marzo de 1953– y respaldado por Alianza PAIS (el partido que llevó al Palacio de Carondelet a Rafael Correa) cumplirá su mayor sueño de joven, tener el poder para resolver las injusticias de su país.

De padres maestros, cuenta Moreno que de niño aprendió de ellos la solidaridad cuando les tocó vivir, –por decisión de su padre para impartir clases–, en la localidad más remota de la selva amazónica ecuatoriana. Allí vio cómo ayudaban con sus sueldos a los alumnos más necesitados.

De joven aprendió en la escuela a no tolerar ni las tiranías ni las dictaduras. Y en la universidad, –estudió en la Central de Ecuador–, mientras cursaba medicina y psicología –simultáneamente– lideró junto a cientos de jóvenes la huelga más larga de esa casa de estudios para protestar en contra de la administración de los recursos, que consideraban lo hacían incorrectamente.

La huelga concluyó sin ningún resultado y las autoridades de las escuelas de psicología y medicina impidieron a los jóvenes implicados en la protesta inscribirse.

Sólo en la carrera de administración les permitieron ingresar. Moreno se graduó de administrador con las mejores calificaciones.

Militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Ecuador y se unió como voluntario en el programa nacional de alfabetización del país andino. Conoció a su esposa en una fiesta.

Luego de un año de noviazgo se casaron y tuvieron tres hijas.

“Es un padre ejemplar. Sus hijas consultan todo con su papá. Somos personas privilegiadas, tenemos una vida digna, con trabajo, con esfuerzo”, comentó Rocío González, esposa de Moreno.

Moreno se dedicó a la actividad empresarial. Llevó adelante una editorial que promocionaba a las corporaciones ecuatorianas en el exterior. Luego se dedicó a promover el turismo ecuatoriano.

“En Ecuador convergen todas las bellezas del mundo (…) Tenemos la mejor gastronomía, música, historia, sitios turísticos, fauna y flores extraordinarias”, dijo Moreno.

LA BALA QUE RECONDUJO SU VIDA

Pero un hecho trágico recondujo la vida de Moreno.

“Regresábamos con mi familia de vacaciones en Esmeralda (a 318 kilómetros al noroeste de Quito). Dejamos a las niñas en el apartamento y salí en el carro con mi esposa a comprar el pan. Dos chicos me asaltaron. Les entregué sin resistirme las llaves del auto. Pero uno de ellos que estaba detrás de mí apuntándome con una pistola me disparó (…) No fui arrollado porque mi esposa salió corriendo de la panadería y con fuerza me sacó debajo del carro (…) A partir de ese momento empezó una tragedia de médicos, operaciones y un dolor terrible”, relató Moreno.

Esa bala inmovilizó de por vida las piernas de Moreno a los 45 años de edad y le generó muchos meses de dolor físico y emocional; pero la visita de un amigo le dio las herramientas para superar esta etapa fuerte de su vida.

“Un día recibí la visita de un amigo que hizo un chiste cotidiano, y después de una risa de 5 minutos, el dolor se había ido. Aunque no fue para siempre, Dios marcó mi camino”, contó.

“El buen humor, el optimismo, la solidaridad, son el mejor remedio para las enfermedades del cuerpo y el alma. Tienen un efecto analgésico extraordinario”, dijo Moreno al contar que empezó a recuperarse cuando perdonó a los chicos que le dispararon y comenzó a rezar por ellos.

A partir de entonces, la vida de Moreno apuntó a ayudar a todas las personas que como él sufren de alguna discapacidad o enfermedad con el humor. Creó la fundación “Eventa” para promover el humor y la alegría como estilo de vida.

Asimismo, escribió 10 libros sobre el humor: Filosofía para la vida y el trabajo, Teoría y práctica del humor, Ser amable es fácil, divertido y productivo, Los mejores chistes del mundo, Humor de los famosos, Trompabulario, Ríase, no sea enfermo y Cuentos no ecológicos.

EL VICEPRESIDENTE DE CORREA

Lenín Moreno supo primero de Rafael Correa a través de una de sus hijas que fue alumna de él en la Universidad de San Francisco de Quito, y a quien le pareció un profesor muy interesante.

Luego, cuando Correa asumió el Ministerio de Economía y Finanzas en el gobierno de Alfredo Palacio en 2005, cuenta Moreno que le impactó su posición respecto a la deuda del país y el gasto social; estaban de acuerdo en todo. Y como militante de izquierda, estaba en la búsqueda de un candidato para apoyar con su equipo político para las presidenciales de 2006.

Moreno vio en Correa el candidato con todos los atributos buscados. “Y de repente coincidimos en una concentración, la primera concentración. Él me dijo: “yo he oído hablar de ti”. Él había oído hablar de que yo había escrito unos libros, de que estaba trabajando sobre el tema del humor”, contó.

“Entonces yo le dije: Rafael, estoy contigo. Me dio un abrazo”.

“¿Y a quién ponemos en la Vicepresidencia?”, preguntó después Moreno entre su equipo. “Es allí cuando (fundador de Alianza PAIS y ex ministro de Seguridad Interna y Externa de Correa) Gustavo Larrea le propone a él ser el candidato a vicepresidente.

“Fui donde mi mujer y me dijo lo que siempre dicen nuestras queridas mujeres: “No sé, mi amor; lo que tú decidas yo te respaldo” (…) Con lo cual te dejan en las mismas de siempre. Entonces les dije: “¿Saben una cosa? Acepto”. Aunque después, relató, le entró un fuerte miedo por el tema de la movilidad.

“Tenía miedo de todo lo que podía ocurrir, de cómo iba a viajar, cómo iba a ingresar a un avión, ya te puedes imaginar, los hoteles del Ecuador no tienen las condiciones, no todos, para una persona con discapacidad. A veces había que arrastrarse hacia un baño. Las cosas no son fáciles para una persona con discapacidad”, contó.

Finalmente, siguió adelante y fue vicepresidente de la República entre 2007 y 2013.

En su gestión realizó un exitoso plan de trabajo social para las personas con capacidades especiales, marcando un antes y un después en la atención de este sector.

“En Ecuador parecía no haber gente con capacidades especiales, porque eran escondidos por sus familiares”, contó una activista de Alianza PAIS. Asimismo, indicó Moreno: “Encontramos personas en cuevas, en gallineros, que les lanzaban la comida una vez a la semana. Era terrible. Se satanizaba la discapacidad. Se maltrataba”.

El modelo asistencial consistió principalmente en ubicar geográficamente, atender, diagnosticar, medicar y visitar regularmente a este sector vulnerable.

Igualmente, en algunos casos especiales, entregaron sillas de rueda, camas, colchones, entre otros enseres; viviendas y una contribución económica (de entre 50 y 240 dólares mensuales) en casos extremos. Este proyecto, cuya misión es mejorar la calidad de vida de todo el segmento, ha sido copiado por muchos países de la región debido a la integralidad del plan apenas resumido en estas líneas.

“Alcanzamos la solución de las personas con discapacidad. Las prótesis, sillas de rueda, bastones, llegaron a no tener precio. Todos sabían que podían conseguir con facilidad”, dijo Moreno, al tiempo que resaltó que se les devolvió la dignidad a estas personas al garantizarles un puesto laboral.

“Había una ley que obligaba a los empresarios a contratar a personas con discapacidad. El 4% de la nómina de más de 25 empleados, pero como no había seguridad jurídica no se cumplía”, dijo.

Por el éxito de este trabajo, la ONU nombró a Moreno como nuevo enviado especial de las Naciones Unidas para la discapacidad y accesibilidad.

Además, en 2012 fue candidato a Premio Nobel de La Paz y fue elegido por la OEA presidente del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Discapacidades.

EMMA GRAND/ CIUDAD CCS

Comentarios de Facebook