No es poca cosa la “ecuación energética” de Cristina. por :F. David Arráez Y.


        

“Necesitamos a Venezuela en la ecuación energética latinoamericana, para hacer sustentable el crecimiento (…), es pura racionalidad en el funcionamiento energético”.

Palabras de la Presidenta Cristina Fernández en reciente reunión en Buenos Aires con Lula y Evo Morales.

No es la primera vez que Cristina se refiere en estos términos sobre el cierre de la “Ecuación Energética” de Latinoamérica, incluso mucho antes de ser investida en el cargo de Presidenta de la hermana República Argentina.

Dicho de esa manera, pudiera ser interpretado como un llamado puramente pragmático, pero se trata de un asunto vital, de allí el tratado de seguridad energética propuesto por el Presidente Chávez y acogido con entusiasmo por un grupo de países de Suramérica y el Caribe.

Sin integración energética, la integración de Suramérica sería incompleta, es más, no sería viable, así lo creemos.

La crisis energética global que se avecina no es cuento. Ya el mundo se ha consumido la mitad de los recursos petrolíferos conocidos, hemos alcanzado el cenit en la producción petrolera, los cálculos de mister Hubbert (Curva de Hubbert) se han venido cumpliendo con precisión matemática, en estos estudios mister Hubbert predijo que para el año de 1970 la producción petrolera en Estados Unidos de Norteamérica llegaría al cenit y así fue.

Esto no contradice las expresiones del Presidente Chávez cuando dice que Venezuela tiene reservas hidrocarburíferas para compartir con nuestros hermanos de Suramérica y el Caribe por 200 años, pero esta, como toda verdad, es relativa y tiene sus condicionantes, veamos: La distribución geográfica de estos recursos es asimétrica, cada región, país, yacimiento o pozo productor de hidrocarburos tiene su propio cenit y agotamiento, al sumar todos estos valores y hacer la representación gráfica de los mismos obtenemos una curva resultante (curva de Hubbert) en forma de campana, donde podemos observar que ya estamos en el cenit de la producción petrolera mundial; al nivel de extracción actual de aproximadamente de 86 millones de barriles diarios para satisfacer una demanda exagerada, producto del sistema (Capitalista) derrochador e ineficiente, donde sólo los Estados Unidos de Norteamérica con el 6% de la población mundial consume el 25% de la energía producida y el 50% de los combustibles líquidos. A estos niveles de consumo con tendencia al incremento y al insaciable apetito energético de los Estados Unidos de Norteamérica es difícil preservar las reservas del mundo dondequiera que estas se encuentren, ejemplos sobran, la invasión a Afganistán para asegurar el paso de gasoductos, la invasión a Irak con argumentos fraudulentos para posesionarse de sus reservas, las amenazas a Irán, la secesión de Kosovo ubicado estratégicamente desde donde se controla infraestructuras energéticas, la agresión a Venezuela con la no oculta intención de derrocar al Gobierno Bolivariano, la flagrante violación de la soberanía de la hermana República del Ecuador para cometer la cobarde masacre condenada por la mayoría de los pueblos del mundo, no olvidemos que Ecuador es un país petrolero recién reincorporado a la OPEP, conducido por el Presidente Bolivariano Rafael Correa que ha demostrado su valentía y dignidad en la actual crisis, la conspiración permanente a Bolivia conducida por Evo Morales que ha recuperado sus recursos energéticos para su pueblo; hay que recordar que Bolivia posee la segunda reserva de gas de la región. Es por esa razón que se hace estrictamente necesario la integración energética de Suramérica y el Caribe pero para ello es indispensable la soberanía energética de cada país, sin la recuperación de los recursos naturales, fundamentalmente los energéticos es muy difícil la integración por no decir imposible, los intereses de las transnacionales energéticas son contrarios a la integración. La propuesta del Gobierno Bolivariano de la construcción del Gran Gasoducto del Sur que sería como la arteria principal de Suramérica ha sido atacada por todos los flancos, algunos dicen que es un proyecto faraónico, otros que es muy costoso (Más de 20 millardos de dólares), organizaciones ecologistas afirman que causaría un daño irreparable al ecosistema amazónico, Etc. Pero observamos como se construyen en estos momentos grandes gasoductos en Asia, Euro-Asia y Europa y las potencias comprometen la paz mundial con el propósito de proteger los miles de kilómetros de gasoductos para garantizar el suministro de este hidrocarburo tan apetecido y sostén de sus economías.

Lo cierto es que la tendencia en el mundo es hacia el mejor aprovechamiento de un recurso disponible (gas natural) el cual fue “Venteado” o “quemado” por mecheros durante más de un siglo y aún continúa desperdiciándose, sobre todo el gas asociado al petróleo; además una vez que se agote el petróleo el gas continuará explotándose, no por mucho tiempo, es verdad, pero en todo caso sobrevivirá al petróleo.

“Resulta inexplicable la existencia de ciudadanos que quieren enajenar nuestros depósitos de petróleo acordando concesiones de exploración y explotación al capital extranjero para favorecer a éste, con las crecidas ganancias que de tal actividad se obtiene, en lugar de reservar en absoluto tales beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del pueblo argentino. Porque entregar nuestro petróleo es como entregar nuestra bandera”

Palabras del para entonces Coronel Enrique Mosconi, primer presidente de YPF.

En diciembre de 1907 mientras se hacían perforaciones en busca de agua en el pueblo de Comodoro Rivadavia (Patagonia) se consigue por primera vez petróleo en el territorio de Argentina, el gobierno de la época por decreto toma posesión del yacimiento.

Cuatro años más tarde en 1911 se crea la Dirección General de la Explotación de Petróleo y en 1922 la Dirección Nacional de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), asumiendo como su primer director el ilustre y patriota Coronel Mosconi. YPF se convirtió en la empresa insignia del estado argentino, esta empresa exploraba, extraía, refinaba, trasportaba y comercializaba petróleo y sus derivados. Sus operaciones se extendieron por buena parte del territorio argentino, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego en el sur, Salta en el norte, Mendoza al oeste, también en la plataforma continental, YPF llegó a tener 16 tanqueros que surcaban todos los mares y se convirtió en la octava petrolera estatal del mundo. En el año 1946 nace la empresa estatal Gas del Estado.

Desde el descubrimiento de petróleo en Argentina las transnacionales comenzaron su trabajo de conspiraciones con el objetivo de apoderarse de ese recurso. Cuando se produce el primer golpe de estado del siglo XX en el año de 1930 contra el Presidente Hipólito Irigoyen, se dijo en ese entonces que el asalto militar tenía “Olor a Petróleo” comenzaron los lacayos de la época a hacer su trabajo antinacional y traidor, decían que los argentinos no eran capaces de manejar una industria tan compleja e internacional y lograron que se firmaran los primeros contratos de concesión. El Presidente Frondizi que había expresado en su libro “Petróleo y Política” conceptos nacionalistas, cambia de opinión, ¡ que parecido con Rómulo Betancourt y su libro “Venezuela, Política y Petróleo” ¡

La privatización de YPF en los 90 por el entonces Presidente innombrable de largas patillas fue precedida por una campaña basada en argumentos falaces que decían que YPF daba pérdidas sin aclarar que la dictadura genocida que gobernó a Argentina (1976-1983) había usado las ganancias y activos de YPF como “Garantías” para solicitar préstamos en el exterior para usos distintos del fortalecimiento y expansión de YPF.

Ya en 1989 se estableció la igualdad de tratamiento al capital nacional con el capital extranjero, se inició una política de desregulación que favoreció tanto al capital nacional como al internacional en detrimento de los intereses del pueblo argentino.

Lo más grave, lo que más favoreció a las trasnacionales de la energía fue la ley de Federalización de los yacimientos de hidrocarburos, para lo cual hubo que reformar la Constitución Nacional para insertar el artículo 124 que sustenta el dominio jurídico de las provincias de los recursos hidrocarburíferos dentro del ámbito territorial de dichas provincias, lo cual trajo como consecuencia las negociaciones de las transnacionales con los gobernadores provinciales de turno, sumado a la potestad de estos gobernadores para obtener empréstitos internacionales, este artículo despoja al 85% de los argentinos de gozar de los beneficios directos de esas reservas energéticas. (La población que vive en las provincias petroleras y/o gasíferas constituye el 15% de la población de Argentina)

Los Kirchner apoyaron esta ley, así como la privatización de YPF, quizás por una visión puramente regional ya que la provincia de Santa Cruz es petrolera y el Ex-Presidente Néstor Kirchner ejercía la gobernación de esa provincia. El errar es atributo humano, también el rectificar; a esto último apostamos.

La matriz energética de Argentina depende de un 90% de los hidrocarburos, 43% del petróleo y 47% del gas y como consecuencia de la poca inversión de las transnacionales en exploración y sólo dedicadas a intensificar la explotación de los mejores yacimientos, hoy Argentina se encuentra en una situación comprometida de sus reservas que en pocos años estarían agotadas, en justicia hay que decir que el Presidente Kirchner reactivó el plan nuclear, continuando la construcción de La núcleo eléctrica Atucha II paralizada por el innombrable, el estudio para la cuarta planta nuclear, el aumento hasta los 78,5 metros de la cota de la represa binacional de Yacyretá (Argentina-Paraguay), al concluir los trabajos se incrementará sensiblemente la capacidad de generación de ese complejo hidroeléctrico, además de la construcción de varias termoeléctricas a gas de ciclo combinado, pero esto no es suficiente. Argentina necesita recuperar sus recursos energéticos, no es posible que el control de la producción y de la comercialización se base en las declaraciones juradas de las empresas concesionarias y que el 70% del producto de las ventas se liquiden en el exterior.

Repsol, la principal petrolera que opera en Argentina no invierte para aumentar su capacidad refinadora, ni siquiera en exploración, compró a YPF por 15.000 millones de $ y en 6 años recuperó más del 50% de la inversión.

Con la integración energética de países soberanos, dueños de sus recursos naturales y una política de ahorro energético que cambie la actual irracional cultura de consumo, unida al desarrollo de energías alternativas que en nuestro continente son abundantes podríamos soportar la crisis que se avecina.

En el siglo XX una mujer conquistó el corazón del pueblo humilde y trabajador de Argentina, Eva Duarte de Perón “Evita”, Hoy existe la oportunidad histórica de que otra mujer argentina se gane el amor del pueblo argentino y la admiración del continente recuperando los recursos naturales para su pueblo. Cristina es una mujer inteligente y decidida, un acto soberano de esa magnitud no sería poca cosa.

Aprovechamos esta oportunidad para saludar la valiente y digna posición del gobierno argentino en la condena a la flagrante violación de la soberanía de la hermana República del Ecuador.
F. David Arráez Y.

gasoductodelsur@hotmail.com

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