La Operación Livia Gouverneur

Tal día como hoy 27 de noviembre en 1961 se ejecutó la Operación Livia Gouverneur, organizada por el Partido Comunista de Venezuela, llevada a cabo por militantes de la Juventud Comunista de Venezuela, que consistió en tomar el control de un avión en pleno vuelo y lanzar panfletos sobre Caracas para denunciar la represión del gobierno de Rómulo Betancourt y el asesinato de la joven estudiante universitaria, militante y combatiente de la Juventud Comunista de Venezuela Livia Gouverneur. Esta fue una de las operaciones de propaganda más impactantes llevadas a cabo por las fuerzas revolucionarias de liberación nacional dirigidas por el Partido Comunista de Venezuela

En 1961, el Comité Político Militar del Partido Comunista de Venezuela, encargó a la Juventud Comunista de Venezuela, que ejecutara la Operación Livia Gouverneur. La Operación Livia Gouverneur fue ejecutada por la UTC “21 de noviembre” integrada por los cinco militantes de la JCV, los jóvenes no se conocían, eran cinco estudiantes: Efraín León Ascanio de 22 años, militante de la JCV en el sector El Manicomio; Gilman Bracamonte de 20 años y Rubén Basilio Palma de 22 años, ambos militantes de la JCV en el sector El Cementerio; Antonio Paiva, militante de la JCV, estudiante de Ingeniería en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Rafael Bosque, estudiante de bachillerato y militante de la JCV en la parroquia San Juan, Comandante del grupo. El grupo era conocido como “Los Aguiluchos”. Los jóvenes se vieron por primera vez, unas semanas antes, cuando se reunieron para recibir las instrucciones, consistentes en ingresar al avión con armas y panfletos metidos en el equipaje, el cual debían pasar como equipaje de mano, cosa que sería muy difícil por el tamaño de los bolsos. Se reunieron varias veces con un piloto que conocía las características de los aviones, y les explicó los detalles que debían conocer de la nave, para saber, como moverse dentro de ella. El día 27 de noviembre, los aguiluchos pusieron en marcha la operación, todos procedieron a pasar por el control de seguridad del aeropuerto, donde chequean el equipaje antes de abordar, en esa época no había detectores de metales ni rayos x. Al ver los bolsos, una agente le preguntó a Rafael Bosque: “Vas a llevar eso como equipaje de mano?” y él le contestó: “Sí”. Ella le preguntó de nuevo: “Vas a llevar en mano ese equipaje tan grande? Y ¿qué llevas allí?”, a lo que Rafel le contestó: “Un estuche con una ametralladora y un maletín lleno de propaganda” y todos, incluyendo a la agente se rieron a carcajadas y la agente los dejó pasar, por lo que procedieron a abordar el avión, un avión DC-6 de AVENSA que cubría la ruta de vuelo Maiquetía-Maracaibo que llevaba 41 pasajeros. Una vez emprendido el vuelo, ametralladora en mano, los aguiluchos dijeron estas palabras: “Señores pasajeros, no se preocupen, nada les pasará. Este avión ha sido tomado por nosotros en cumplimiento de una misión política que nos ha encomendado nuestro Partido, el PARTIDO COMUNISTA”. Rafael Bosque se dirigió a la cabina, y le dijo a la tripulación “Queremos que vuele sobre Caracas, vamos a tirar unas hojas volantes. Pedimos la restitución de las garantías constitucionales”. Los aguiluchos obligaron a la tripulación a sobrevolar Caracas y con el avión en pleno vuelo lanzaron una lluvia volante donde se denunciaba el asesinato de Livia Gouverneur y la represión del gobierno adeco de Rómulo Betancourt. El avión entró a Caracas por Catia y dio tres vueltas de allí a Petare. Pasando por el centro a 500 metros de altura: se veía la gente asombrada mirando el avión. Le ordenaron al piloto despresurizar el avión para equilibrar la presión interna y externa y así poder abrir las ventanillas. Con la entrada de aire la propaganda se dispersó e inundó la cabina. Era tanto papel que el piloto Juan Knoll Cárdenas tuvo que ponerse junto con los aguiluchos a lanzar propaganda. Meses antes en Portugal, el 22 de enero de 1961 se había ejecutado una operación similar en Portugal, conocida como la “Operación Dulcinea”. La noticia se conoció inmediatamente en todos los países del mundo, y recibió gran apoyo popular, convirtiéndose incluso en una acción que aumentó el número de simpatizantes y combatientes de la lucha armada. Luego de llevarse a cabo la operación con todo éxito, en vista de que no pudieron ir a Cuba por el combustible, el avión es llevado a Curazao, donde solicitaron asilo político, el cual les fue negado por las autoridades de la isla, quedando detenidos los camaradas, quienes serían extraditados a Venezuela días más tarde. Los aguiluchos fueron arrestados, y estuvieron presos durante cuatro años y medio, desde noviembre de 1961 hasta marzo de 1966. La operación se cumplió al cien por ciento, de manera positiva, tal como se planificó, pues se realizó sin errores. No hubo bajas ni problemas para los pasajeros, ni para los tripulantes, ni para los heroicos jóvenes. Los volantes decían lo siguiente:
¡La suspensión indefinida de las garantías constitucionales es la dictadura personalista de Rómulo Betancourt!
¡Un año de violación de los derechos humanos y de las libertades públicas, abolida la constitución y asesinando a los estudiantes es el balance de la nueva dictadura!
¡Todos los venezolanos a la protesta del 28 de noviembre!
¡Honor a los caídos en la lucha por la libertad!
¡Honor a Livia Gouverneur!
Operación Livia Gouverneur.