¿Cuáles son las posibilidades de paz en Ucrania en estos momentos?

Por Roxana Elizabeth Springer, Resumen Latinoamericano, 10 julio de 2025

¿Qué dificulta tanto encontrar una solución? ¿Es Rusia una amenaza para Europa? Cinco preguntas del periodista alemán David Goeßmann para el experto en Eurasia, Anatol Lieven.

David Goeßmann: Las conversaciones de hace unas semanas entre Rusia y Ucrania en Estambul fracasaron. ¿Qué posibilidades hay de paz?

Anatol Lieven: No veo ninguna perspectiva de fin de la guerra por el momento. Rusia y Ucrania siguen estando muy distanciadas en cuanto a los términos de paz, y la administración del presidente de EEUU, Donald Trump no ha presentado una propuesta de compromiso propia. Según informes, los generales rusos le están diciendo al presidente ruso, Vladímir Putin, que Ucrania colapsará a principios del próximo año. Putin está dispuesto a seguir luchando, al menos por un tiempo. Tendremos que ver qué sucede en el campo de batalla y con la economía rusa.

David Goeßmann: ¿Por qué es tan difícil encontrar una solución diplomática a la guerra de Ucrania?

Anatol Lieven: Ucrania nunca reconocerá legalmente la soberanía rusa sobre los territorios ocupados, pero no puede reconquistarlos. Por lo tanto, deberá establecerse un alto el fuego a lo largo de la línea de batalla existente, y la cuestión de su estatus legal deberá dejarse para futuras negociaciones, como propuso el presidente ucraniano Volodímir Zelenski poco después del inicio de la guerra.

En mi opinión, factores políticos internos impiden que el gobierno ucraniano presente una oferta de paz que Rusia pueda aceptar, al igual que el establishment francés no pudo hacer la paz con los comunistas en Vietnam mucho después de que la guerra allí estuviera claramente perdida. Los europeos están demasiado divididos para presentar una propuesta conjunta coherente. Por lo tanto, la iniciativa para la paz deberá provenir de Estados Unidos.

La única pregunta es si Estados Unidos puede abandonarlo de manera gradual y pacífica o si caerá a sangre y fuego, llevándose consigo a muchos otros países.

Será necesario consultar a los Estados europeos sobre el futuro de las sanciones y los activos rusos en Europa que han confiscado. Pero son incapaces de unirse en torno a una estrategia de paz seria.

David Goeßmann: En Europa y Estados Unidos se teme que Rusia trascienda Ucrania e invada otros países europeos. ¿Qué opina al respecto?

Anatol Lieven: Tanto las capacidades militares rusas como sus intenciones con respecto a la OTAN han sido enormemente exageradas. Incluso las maniobras híbridas (que no constituyen una «guerra») han sido hasta ahora muy pequeñas y, en esencia, advertencias, no ataques serios. La bravuconería nuclear rusa ha tenido como objetivo disuadir a la OTAN de intervenir en Ucrania, no ser el preludio de un ataque ruso contra la OTAN.

David Goeßmann: La OTAN ha decidido que cada estado miembro dedique el 5 % de su PIB a infraestructura militar y afines.

¿Cómo valora esta militarización sin precedentes?

Anatol Lieven: Estas cifras son absurdas. El 5% del PIB de la UE equivaldría a aproximadamente 900 000 millones de dólares al año, tanto como el presupuesto militar de Estados Unidos y casi el triple de los de Rusia y China juntos. Es completamente innecesario e imposible. Se trata de un soborno vano al presidente estadounidense Trump para que Estados Unidos mantenga su compromiso con Europa, no de una estrategia seria.

David Goeßmann: La lucha por la supremacía global continúa bajo el gobierno de Trump, como lo demuestran los bombardeos a Irán o la confrontación con China. ¿Hacia dónde nos dirigimos?

Anatol Lieven: El anhelo de hegemonía universal estadounidense (también conocido como la «Doctrina Wolfowitz») es un proyecto megalómano que no podrá sostenerse por mucho tiempo. La única pregunta es si Estados Unidos podrá abandonarlo gradualmente y de forma pacífica, o si se hundirá a sangre y fuego, llevándose consigo a muchos otros países.

Entre las potencias con armas nucleares, podemos esperar que el miedo a la aniquilación nuclear les impida caer en una guerra. El ejemplo de India y Pakistán demuestra que la Destrucción Mutua Asegurada (MAD) puede funcionar, pues sin ella, India habría invadido Pakistán hace mucho tiempo. Pero el sueño liberal de una «Paz Democrática» global está completamente muerto, aniquilado tanto por Israel y Estados Unidos como por Rusia.