
Prof. Mariña
La Batalla de Armagedón, es un concepto central en la escatología cristiana (el estudio de los eventos finales), descrito principalmente en el Libro del Apocalipsis.
El término se usa coloquialmente para describir una catástrofe mundial o un conflicto apocalíptico.
Para identificar este escrito, hemos escogido tan tenebroso título, en virtud del inmenso impacto de un cambio epocal que hoy se cierne sobre el destino del Oriente Medio y sobre la propia humanidad.
Valiéndonos del tenor de este terrible concepto, como lo es la guerra a gran escala, intentamos asumir el proceso de la revolución iraní, como palabra clave para, simbólicamente, analizar el escenario de su conflicto con el estado hebreo de Israel.
La batalla de Armagedón, pareciera representar el «clímax profético», perfecto, para abordar la historia del medio oriente, en su lucha histórica frente al enemigo sionista.
El Ayatola Jhamenei esta marcando el antes y el después de un momento histórico crucial e irrepetible, para el devenir del pueblo irani.
Lo que se avecina no es la lucha entre Dios y el Mal, sino entre el Sionismo occidental y la explosión revolucionaria del nuevo orden que significaría la derrota total del estado sionista de Israel.
Abordar el tema de esta lucha indetenible, va más allá del enfrentamiento entre Dios y las fuerzas del mal, esta vez podríamos presenciar que se trata de la gran batalla entre la dignidad y los valores revolucionarios de la nación persa y la desbocada intención supremacista de Israel y el poder sionista
judeo-anglo-sajón, en su propósito de dominación de la cuenca petrolera del Medio Oriente.
La guerra «hebreo-persa» podría estar marcando el inicio de la caída de la supremacía de Los Estados Unidos sobre la región del medio oriente.
Parar ahora, y acordar la paz, sería retroceder la historia a los días previos al ataque inicial de Israel.
Sería permitir la recuperación del enemigo y su preparación de nuevo, para un virtual ataque futuro al suelo irani.
Paradójicamente, sería la guerra y con ella el triunfo del gobierno revolucionario del Ayatola Ali Jamenei, lo que podría conducir a millones de combatientes a una guerra sin retorno, frente a los genocidas sionistas de Israel.
Los pueblos del mundo saben que fue el ejército genocida de Israel, con una carga á sus espaldas, de miles de niños asesinados en Palestina, quien inició la guerra en Irán.
Pero es ahora, ante la capacidad defensiva de Irán, y lo que podría ser la virtual desaparición de la entidad sionista hebrea, cuando los sempiternos y verdaderos promotores de las guerras del mundo, amenazan con invasión, exigen la rendicion del Ayatola y al no lograrlo, deciden llamar al cese de hostilidades y a la negociacion de la paz.
Se les olvida que las verdaderas revoluciones no se rinden, no sucumben ante nadie y no negocian la independencia alcanzads en la guerra.
Así que, la sobrevivencia y consolidación de la Revolución Irani, está abriendo el camino a una nueva época de gloria, para los pueblos indoblegables y para la lucha frente al enemigo común encarnado por el sionismo.
Pero acaso el lector se preguntará las razones que llevaron a Netanyahu a bombardear a Irán, precisamente en pleno proceso de acuerdos en relación al manido tema de las supuestas armas nucleares de Irán?
Argumentamos dos razones:
La primear son los hidrocarburos,
Como es sabido, la presencia del poderío imperial en la region del medio oriente, se ha dado en un devenir de guerras permanentes, casi desde la creación del Estado de Israel en 1948.
En los últimos años, los presidentes de Estados Unidos van y vienen, mientra que Benjamin Netanyahu se ha encargado de cubrirle las espaldas al frente de Israel, él es el gendarme en la región, así como el matón del barrio. Ha bombardeado por mampuesto, a Libia, Siria, Líbano, Irak, Jordania, Kuwait, Omán, Barahin, Emiratos Árabes, Arabia Saudita y Egipto.
La influencia y el control del imperio norteamericano, sobre esos países es de larga data, sólo que, del grupo indicado, faltaba Irán y ya vemos que, en efecto, constituye una razón de peso para colonizarlo mediante lo que representa la guerra por mampuesto que, desde siempre USA, ha mantenido valiéndose de Israel.
Pero hay un país que, no es del medio oriente, pero sus lazos con Irán, ponen en juego los intereses de USA.
Se trata de China y su ya célebre Ruta de la Seda.
Aquí la intención del imperio al detonar la guerra, fue evitar el comercio de China por vía terrestre y no a través del Canal de Suez o el Estrecho de Ormuz.
Con la guerra subrepticia de Israel, Estados Unidos se propuso evitar el impacto comercial creado por la construcción, dentro de la Ruta de la Seda, de una red ferroviaria que beneficia el comercio de Irán y China con países de Asia Central, como Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán, mejorando la conectividad regional, reduciendo costos de transporte y favoreciendo la posición económica de China e Irán, como centros Logísticos entre Asia, Europa y Oriente, conectando a países como Grecia, Turquía, Paquistán y Malasia.
La tercera razón se basa en la intención de USA de evitar la cooperación entre Rusia e Irán en el campo de la energía nuclear.
Como es sabido, el proyecto de la central nuclear de Bushehr, que construye Rusia en Iran, constituye un ejemplo de colaboración pacífica en el uso de la energía nuclear bajo los marcos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) y las normas internacionales.
Este proyecto no solo fortalece la capacidad de Irán para el desarrollo pacífico de la energía nuclear, sino que, también promueve el intercambio de tecnología nuclear pacífica a nivel internacional, contribuyendo a la seguridad energética y el desarrollo sostenible de la región.
Viva Irán.
Viva el Ayatola Ali Jamenei
Saludos al grupo
Prof. Mariña
UMBV-IAESEN