UNA ARGENTINA POROSA

Jorge Rachid
La Patria un término abandonado por la política actual, que nos remite a nuestra historia, pertenencia e identidad, que siempre nos contuvo como expresión de unidad de los pueblos latinoamericanos, en los propios originarios hasta nuestros Padres Fundadores, que siempre lucharon por una Patria Matria Grande Latinoamericana.
Ni San Martín, ni Belgrano, menos Artigas o Bolívar entregaron su esfuerzo revolucionario en función de crear Patrias fragmentadas, intrusadas, manejadas a control remoto por el imperio anglosajón, al desprenderse de la colonización española. Primero Inglaterra siglo XlX y luego EEUU siglo XX hasta hoy, consiguieron cooptar las élites oligárquicas de cada país en la defensa de sus intereses estratégicos colonizadores.
Hoy nuestro país está siendo sometido a un proceso intenso y final de depemdemcia, que comenzó con una cultura dominante neoliberal del “fin de la historia”, penetrando de la mano del Consenso de Washington y la Constitución Nacional de 1994, en las políticas sociales fragmentando el país, en un mapa social absolutamente injusto, permitiendo asimismo la introducción del lucro y el mercantilismo en los sistemas solidarios, que componían la conciencia colectiva del pueblo.
Desde Macri a Milei, convertidos en verdaderos ejecutores de políticas de extranjerización de la economía y jerarquización del sistema financiero, en detrimento de la producción al servicio de la timba de Carry Trade. La Argentina no sólo perdió soberanía en las decisiones, ejecutando las políticas económicas marcadas por el FMI, que paulatinamente fueron naturalizadas por las nuevas generaciones, como una verdad absoluta y necesaria. La relación opresor-oprimido se estableció como concepto de relación social habitual, como la mirada binaria del amor y el odio entre argentinos, de la mano de la frivolización, superficial y sin contenido doctrinario e ideológico de la política, eje central de la estrategia del enemigo.
No fue sólo la claudicación de amplias capas dirigenciales, no exclusivas de la políticas, sino empresariales, sindicales, sociales que comenzaron a alejarse de aquellos fundamentos, históricos y filosóficos. que apuntalaron la soberanía nacional, fortaleciendo la identidad del pueblo y consolidando el sentimiento patriótico. Ejes que apuntalan la memoria colectiva de Patria.
El patriotismo no es un envase de la democracia, es un proyecto común de compartir un destino como pueblo. Eso no se resuelve en una elección, es una práctica con prédica permanente, que se ejerce con persuasión y militancia.
En ese camino reconocer el peligro de una Argentina porosa es asumir el desafío de defenderla, de aquellos sectores, hoy en el Gobierno, que pretenden fragmentarla, obedeciendo los dictados del imperio en retroceso EEUU, que necesita de América Latina para evitar su derrumbe, ante un mundo multipolar, girado hacia al Oriente, generando un nuevo mapa geopolítico que llegó para consolidarse, en un mundo que pueda desarrollarse en paz y en armonía con el ambiente.
La necesidad de rectificar el rumbo es imperiosa, ante el avance de políticas de claudicación nacional, de un Gobierno que no duda en dejar que la Argentina no sólo sea colonia económica, sino desde el punto de vista militar, participando activamente en conflictos de terceros países, de la mano de nuestros ocupas de Malvinas junto a la OTAN y EEUU. Por esa razón es prioritario frenar éste proceso, en paz y democracia, pero colocando la Patria en primer lugar, recuperando el sentimiento patriótico y saliendo de la sociedad del odio, fomentado por los enemigos de la Patria.
JORGE RACHID
CABA, 9 de mayo de 2025
BIBLIOTECA
Fermín Chávez: Epistemología de la Periferia Ed. UNLa
Rodolfo Kush: América Profunda Ed. Ross
Padre Leonardo Castellani: Pensar la Patria Ed. Católica