
El líder bolivariano exigió la liberación de sus connacionales y señaló que «han sido esclavizados, secuestrados, desaparecidos de manera forzosa»
Autor: Laura Mercedes Giráldez, enviada especial | internet@granma.cu
23 de abril de 2025

Caracas, Venezuela.–En una litera metálica, sin colchones ni sábanas, amanecen cada mañana más de 15 000 personas, agrupadas en celdas de cien.
No tienen privacidad en los inodoros, y –sin cubiertos– se alimentan diariamente con frijoles, pasta, dos tortillas, y café o una bebida azucarada.
Prohibidas la recreación al aire libre, las visitas y llamadas, solo salen 30 minutos al día para estirarse frente a las celdas. El horror crece en los espacios de castigo: sin luz ni ventilación, solo disponen de una cama de cemento y un inodoro.
El recinto, con una capacidad para 4 000 reclusos, fue inaugurado el 31 de enero de 2023. Lo nombraron Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). Sin embargo, más de 200 migrantes venezolanos, a los que no se les ha probado vínculo con el extinto Tren de Aragua, bien lo podrían llamar el infierno mismo.
El confinamiento absoluto al que han sido obligados se ubica a 75 kilómetros de San Salvador, la capital de El Salvador, y consta de 19 torres de vigilancia que superan los 15 metros de altura. Allí, alrededor de 600 militares, mil custodios y 250 policías fiscalizan hasta el menor de los movimientos.
Nayib Bukele, presidente de esa nación centroamericana, se ha regodeado con que es el penitenciario más grande de América Latina. ¡Todo un honor para quienes desempolvan el fascismo en pleno siglo xxi!
Aunque Bukele ha dicho que en el Cecot no hay presos políticos, se conoce que se encuentran allí, privados de libertad, expresidentes salvadoreños, expresidentes del Congreso, secretarios generales de partidos políticos, diputados y exalcaldes. Además, Bukele ha sido acusado de mantener el sistema carcelario más represivo del área.
En ese contexto, y no bastándole las constantes violaciones de derechos humanos en la megacárcel, le propuso a Nicolás Maduro un acuerdo para la repatriación de los 252 venezolanos secuestrados en su país, a cambio de que entregue igual cifra de supuestos presos políticos. Propuesta que generó repulsión incluso en el sector opositor de Venezuela.
El líder bolivariano, como respuesta, exigió la liberación de sus connacionales deportados desde Estados Unidos, y señaló que «han sido esclavizados, secuestrados, desaparecidos de manera forzosa».
Tráfico de personas, crímenes de lesa humanidad, cinismo, violación del derecho internacional, figuran entre los términos que el Gobierno bolivariano empleó para calificar este suceso atroz. Mientras tanto, hoy despertaron, en El Salvador, 252 venezolano