HAY QUE PARAR EL GENOCIDIO CONTRA EL PUEBLO PALESTINO

Hoja de Ruta 18

Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires, abril 17 2025

Hacemos un llamado a la Comunidad Internacional, a organismos como la ONU, el
Parlamento Europeo, la UNESCO, la OMS, a las religiones y a los pueblos del mundo, para
poner fin al genocidio que el Estado de Israel está cometiendo contra el Pueblo Palestino.
La Corte Penal Internacional ha acusado al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu,
como responsable de genocidio contra el pueblo palestino por las muertes de niños y
población civil. Los aliados de Israel, como Estados Unidos y varios países europeos, son
cómplices del genocidio.
Numerosas voces influyentes en el mundo —como las del Papa Francisco, el Consejo Mundial
de Iglesias y otras personalidades internacionales— han alzado su voz, pero no son
escuchadas. Mientras tanto, Estados Unidos hace valer su derecho de veto en la ONU para
bloquear sanciones y denuncias contra Israel, que actúa con total impunidad. El objetivo es
claro: destruir Palestina para apropiarse de su territorio. Incluso Donald Trump ha expresado
su intención de expulsar a los palestinos para ocupar sus tierras y construir un Disney Word.
Es urgente fortalecer y reformar las Naciones Unidas para que sus decisiones, pactos y
protocolos sean respetados. Entre ellos, la creación de dos Estados libres y soberanos: Israel
y Palestina. Sin embargo, Israel y sus aliados violan estos acuerdos constantemente con
total impunidad.

Cabe destacar que no todo el pueblo judío apoya las atrocidades de su gobierno. Existen
organizaciones, movimientos y figuras públicas que trabajan para detener la violencia por
parte del gobierno de Israel y promover una convivencia justa e igualitaria entre ambos
pueblos.
La violencia desatada contra Palestina debe terminar de inmediato. No podemos permitir
que este conflicto escale hacia una guerra regional que involucre a Líbano, Irán, Siria,
Yemen y Sudán, amenazando la paz mundial. Recordemos los conflictos pasados de Israel
con Egipto (1948-1978) y Jordania (1948-1994). Es inaceptable que organismos
internacionales como la ONU no logren implementar mecanismos efectivos para detener la
guerra y construir una paz duradera.
Este no es el único conflicto que amenaza al mundo. La guerra entre Rusia y Ucrania, así
como los intereses de las grandes potencias y la OTAN, demuestran cómo se fomenta la
industria bélica, el negocio de los mercaderes de la muerte.
Las verdaderas guerras que debemos librar son contra el hambre, la pobreza, la desigualdad
y la violencia estructural que sufren millones de personas. Debemos actuar antes de que
sea demasiado tarde.
Como decía Martin Luther King: «Si el mundo terminara hoy, igual plantaría un manzano».
Este es el símbolo de la esperanza y la certeza de que otro mundo es posible.
Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires, abril 17 2025