
Probablemente, quienes fueron víctimas de una u otra forma de Álvaro Uribe Vélez, desde que este iniciara sus andanzas en la vida pública, sintieron algo de alivio cuando el expresidente, considerado ‘intocable’ en Colombia, fue declarado culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, por la jueza Sandra Heredia.
Fue el resultado de un largo proceso judicial iniciado en 2012, al cual, sin embargo, todavía le falta mucho camino por recorrer, pues la defensa del exjefe de Estado anunció que apelará el 11 de este mes.
No obstante, pese a su supuesta invulnerabilidad judicial, Uribe ha sufrido tal vez la peor derrota de su vida, al convertirse no solamente en el primer ex-gobernante colombiano enjuiciado, sino también en ser declarado culpable de los cargos imputados.
Eso, luego de una larga trayectoria en la cual se le ha acusado de cometer no solamente esos delitos por los cuales ahora ha sido sentenciado, sino por muchos otros que no llegaron nunca a los tribunales.
Prontuario
Abogado de 73 años, Álvaro Uribe Vélez ha sido señalado desde hace muchos años de estar vinculado con el paramilitarismo y algunos de los principales capos del narcotráfico en Colombia.
Hay aspectos recurrentes en las reseñas sobre sus relaciones con irregulares. En el libro Biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez, publicado en 2002 y cuyos autores son Jhosep Contreras y Fernando Garavito, se relatan sus supuestos nexos y los de su familia con las tenebrosas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC; y las masacres ocurridas en sus fincas La Granja y El Aro, cuando él era gobernador del departamento de Antioquia.
En el documental Matarife, de 2018, de Daniel Mendoza, se mencionan esas relaciones, con testimonios como el del ya fallecido John Jairo Velásquez, un conocido sicario apodado ‘Popeye’, atribuyéndole una relación directa con la eliminación de sus adversarios.
Tanto en el libro como en el filme, se hacen referencias a las formas en las cuales Álvaro Uribe Vélez utilizó los poderes para perseguir y asesinar a líderes sociales, dirigentes sindicales y de izquierda.
Narcotráfico
En 2007 salió a la luz un libro explosivo en el cual una conocida periodista y presentadora de televisión, Virginia Vallejo, quien durante cinco años fue amante de Pablo Escobar Gaviria, revelaba cómo este se había valido de los servicios de un entonces muy joven director de Aeronáutica Nacional, Álvaro Uribe Vélez, utilizando pistas para el cargamento de drogas. El libro, Amando a Pablo / odiando a Escobar; ofrece párrafos reveladores, como el de la página 111, donde Escobar le confiesa: ‘Mi negocio y el de mis socios es el transporte, me explica Pablo luego; y está construido sobre una sola base: las pistas de aterrizaje y los aviones y helicópteros. Ese muchacho bendito, Álvaro Uribe nos concedió docenas de licencias para las primeras y centenares para los segundos’.
Vallejo, quien se vio obligada a solicitar asilo en Estados Unidos al correr peligro su vida, en entrevista concedida a Francesc Relea, de El País, le dijo: ‘Pablo quería mucho a Alvarito. Cuando las Farc mataron al padre de Uribe en un intento de secuestro, Pablo les envió un helicóptero para recoger sus restos. El hermano, Santiago, se estaba desangrando’.
Falsos positivos
Los años de Uribe en la presidencia de Colombia entre los años 2002 a 2010; estuvieron también marcados por los llamados falsos positivos, las ejecuciones extrajudiciales del Ejército contra civiles inocentes a quienes identificaban luego como supuestos guerrilleros para magnificar la supuesta lucha contra estos grupos. Cifras de la Jurisdicción Especial de la Paz estiman en 6.402 las víctimas, entre las cuales están las de San José de Apartadó, Antioquia, en 2007, donde incluso fueron degollados tres niños entre varios civiles.
Las calles fueron centro de celebraciones de la condena
Tan pronto se conoció la decisión de la jueza Sandra Heredia, decenas de manifestantes salieron a las calles en distintas ciudades de Colombia a celebrar la declaración de culpabilidad del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
En la localidad de Chapinero, un punto estratégico de la capital colombiana, Bogotá, fueron quemados cauchos y se mostraron pancartas en las cuales podía leerse: ‘Culpable’.
‘Es un día importante, a pesar de que han tratado de manipular las cosas, mostrándolas como una pelea entre la izquierda y la derecha; es una pelea entre impunidad y justicia, y se hizo justicia. Hay una larga tradición en Colombia de que al poder jamás se le toca (…) de que siempre se salen con la suya; ojalá sea el primer movimiento y se venga el efecto dominó, porque este país tiene una historia muy larga de impunidad”, declaró uno de ellos, identificado como Sergio Serrano, para El noctámbulo noticiero, de CITYTV.
En algunos casos, se exhibieron muñecos que representaban al ex-presidente y que luego fueron quemados.
‘El pueblo te condena’, podía leerse en otra de las pancartas exhibidas en las calles.
Previamente, antes de la larga jornada que culminaría con la decisión de la jueza Heredia, apareció colgada una pancarta con la frase: ‘Uribe a la cárcel’, en un puente en una de las vías más transitadas de Cali, cuya imagen rápidamente se viralizó a través de las redes sociales.
Tal vez por ironías de la vida, quien inició este proceso en 2012 fue el mismo expresidente Álvaro Uribe, cuando se preparaba una denuncia en su contra por sus supuestos vínculos con el paramilitarismo, por lo cual demandó al senador Iván Cepeda, alegando supuesta manipulación de testigos.
Inesperadamente, la situación se le tornó en contra cuando la Corte Suprema de Colombia no solo desestimó su denuncia, sino que abrió una investigación en su contra por el mismo delito.
Cepeda, entonces, pasó de ser acusado a víctima, denunciando que el abogado Diego Cadena había intentado sobornar en las cárceles a testigos como el ex-paramilitar Juan Guillermo Monsalve, una de las piezas claves en este proceso.
‘El ex-presidente, hoy condenado, Álvaro Uribe, intentó imponer a las víctimas un modelo que intentaba la negación y la impunidad, en los cuales él también estaba comprometido. Ese modelo autoritario se ha frustrado, en buena parte, gracias a la decisión, al valor civil y a la dignidad del poder judicial, declaró el senador Iván Cepeda al conocerse la decisión de la jueza Sandra Heredia.
‘No solamente sentimos que se honra nuestra dignidad, sino la de muchas víctimas en Colombia, remarcó el senador Cepeda.