A 88 años de la Primera Conferencia Nacional del PCV

Delegados asistentes a la Primera Conferencia Nacional del PCV

Seguimos dando la cara con dignidad clasista y revolucionaria

Tras un prolongado período de luchas y aprendizaje colectivo, los comunistas, entonces dispersos y con una débil estructura a nivel nacional, resolvieron organizar en la ciudad de Maracay, Aragua, la Primera Conferencia Nacional, en condiciones de estricta clandestinidad. La exitosa y heroica realización de este evento, el 8 de agosto de 1937, marcó un hito en la historia política contemporánea de nuestro país. Dotó a la naciente clase obrera venezolana de un instrumento político para organizar sus luchas contra la explotación capitalista, forjar su conciencia de clase para la toma del poder político y asumir la gran tarea histórica de conquistar el socialismo-comunismo en Venezuela, como proyecto liberador destinado a superar la dependencia y el atraso secular impuestos por el imperialismo, la burguesía y los sucesivos gobiernos lacayos a su servicio.

No fueron pocos los obstáculos que la persistente voluntad comunista tuvo que superar para convertir la conferencia en un triunfo al servicio de los intereses del proletariado. Ello, frente a las vacilaciones pequeñoburguesas que, incluso en aquellos tiempos, se manifestaban dentro de fuerzas que se asumían como comunistas, pero que provenían de organizaciones de orientación y prácticas policlasistas, negando en esencia la necesidad de una existencia organizada de los comunistas venezolanos en un partido de nuevo tipo: dotado de una ideología científica, estructurado sobre los principios leninistas de organización y concebido como un sistema nacional de células eficazmente vinculadas a las organizaciones sociales de las masas; con una dirección nacional centralizada, cuyo funcionamiento orgánico y práctica consecuente se ejercieran bajo la más amplia democracia interna, unida a una férrea disciplina y una mística militante inquebrantable.

Las conclusiones y acciones acordadas en aquella conferencia clandestina demostraron, en poco tiempo, la justeza de sus decisiones. Cerca de 400 militantes comunistas, organizados en células tanto en las ciudades como en el campo, dieron prueba de su fuerza y vitalidad. Un ejemplo decisivo ocurrió el 19 de febrero de 1938, entre las 2 y las 4 de la madrugada, cuando circularon simultáneamente en 17 ciudades del país unas 17.000 hojas volantes con el manifiesto «DAR LA CARA», que anunciaba la creación del destacamento revolucionario de vanguardia de los comunistas venezolanos: el Partido Comunista de Venezuela. Esta acción, meticulosamente planificada y ejecutada por todo el activo comunista, desafió abiertamente el inciso sexto constitucional que prohibía toda actividad y propaganda comunista, en un gesto que recuerda a la Sentencia N°1.160 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en tiempos recientes. El propio Jesús Faría, delegado por el Zulia y entonces detenido, recibió en su celda el volante aprobado seis meses antes por la Conferencia Nacional, confirmando el alcance y las repercusiones de esa decisión.

Desde la Primera Conferencia Nacional hasta la actualidad, el PCV ha sido un destacamento insobornable, con independencia clasista, ideológica, política y organizativa, que ha sabido enfrentar con firmeza, valentía, creatividad y audacia política tanto a dictaduras civiles o militares, abiertas o encubiertas, como a la acción interna de traidores, provocadores y fraccionalistas que han intentado liquidarlo o someterlo mediante diversionismo y la imposición de teorías ajenas a su carácter marxista-leninista. Esa resistencia constante ha llevado a la derrota de quienes han buscado acabar con el partido, quedando sepultados por la marcha inexorable de la historia. ¡El PCV-DIGNIDAD volverá a vencer y triunfar frente a sus enemigos!

Hoy, como ayer, los verdaderos comunistas venezolanos enfrentamos el inmenso desafío que hace 88 años asumió aquella generación de forjadores y constructores. No se trata de volver a empezar, sino de identificar y aprender de la experiencia histórica contenida en nuestras luchas, del aprendizaje moral y ético presente en el ejemplo heroico de aquellos primeros comunistas, que debe fortalecernos para los nuevos tiempos y combates. Ello implica reforzar el vínculo entre nuestras células y la militancia con las organizaciones sociales del pueblo, especialmente con aquellas que luchan por derechos justos y desafían el poder del Estado burgués, su gobierno autoritario y su aparato represivo; además de promover el estudio y la reflexión colectiva permanente, apoyándonos en las obras de nuestros clásicos para el análisis científico de la realidad y los problemas que enfrentamos como explotados, excluidos y perseguidos.

En síntesis, se trata de retornar a la vida social plenamente armados ideológica y políticamente con la fuerza de nuestra historia, nuestras formas organizativas y prácticas de lucha, forjadas a lo largo de casi un siglo de existencia. Este legado, patrimonio inalienable del PCV-DIGNIDAD, está al servicio de los trabajadores y el pueblo en su combate por superar el atraso del capitalismo dependiente venezolano y su colapsado modelo de acumulación rentista.

El pueblo venezolano no está condenado a soportar las condiciones inhumanas del capitalismo dependiente ni las formas renovadas y más crueles de explotación económica, basadas en el neoliberalismo privatizador de los recursos que pertenecen a toda la nación. Tampoco debe someterse al dominio de una élite burocrática corrupta, inepta y autoritaria que usufructúa el poder para su beneficio, vulnerando derechos y libertades consagrados en la Constitución y las leyes, y arrastrando al país hacia un peligroso abismo.

Tras realizar 16 Congresos Nacionales, el PCV-DIGNIDAD se posiciona hoy como la organización política más avanzada para enfrentar la profunda crisis que afecta tanto a la nación como a los trabajadores del campo y la ciudad. Gracias a un riguroso análisis crítico desarrollado durante décadas de investigación, estudio, debate y construcción colectiva, contamos con una teoría política sólida que orienta el desarrollo de las fuerzas productivas, la ciencia y la técnica, garantizando así el bienestar pleno de las futuras generaciones. Nuestro objetivo es erradicar definitivamente el modelo económico multiimportador, controlado por élites entreguistas y sustentado en el clientelismo, el populismo, el parasitismo y la corrupción.

Por ello, nuestros enemigos de clase intentan una vez más la liquidación y destrucción total de nuestro partido, recurriendo a la judicialización y al despojo de nuestra personería jurídica, símbolos y membresía electoral, actualmente usurpados por individuos ajenos a nuestras filas. Además, emplean tácticas de diversionismo político para distorsionar la verdadera esencia y carácter del histórico Partido Comunista de Venezuela, creando un falso PCV subordinado a los intereses del poder.

A 88 años de aquella gesta fundacional, ratificamos nuestro compromiso histórico con el pueblo trabajador, por una democracia popular que restablezca plenamente los derechos y la dignidad del pueblo venezolano, derrotando al autoritarismo gobernante y a las fuerzas políticas al servicio del intervencionismo imperialista, sus aliados y operadores locales.

Caracas, 8 de agosto de 2025
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela