Las formas de morir en Gaza son innumerables, incluso para los más pequeños.
Durante la noche, en brazos de sus padres. Bajo toneladas de escombros. Destrozados por los bombardeos del ejército israelí.
Miles de niños han sido asesinados. Muchos más se encuentran heridos, traumatizados o desaparecidos.
En Gaza, cada día mueren niños y adultos — y muchos más corren un alto riesgo de morir por los ataques, por la falta de atención médica, por la sed o por la desnutrición. Más de un millón de niños están en riesgo inminente de hambruna.
Esta es la realidad para la población civil en uno de los territorios más densamente poblados del mundo.
A diario, recibimos imágenes y videos de niños llevados al hospital en bolsas de plástico, de madres escarbando entre ruinas en busca de sus hijos, de escuelas que han desaparecido.
Material que en la mayoría de los casos optamos por no publicar, por su crudeza o por respeto a los principios éticos del periodismo.“No apartes la mirada” ,No cierres los ojos, No dejes de escuchar esos gritos….Porque a veces, lo difícil debe mostrarse.
Para que tú lo entiendas.Para que no nos acostumbremos.Porque aún es posible ayudar.