El bloqueo como arma para restaurar el Estado burgués en Cuba

por Henrik Hernandez

publicado en mayo 20, 2025

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Por Henrik Hernandez

¿Y si el bloqueo no buscara solo rendir a Cuba por hambre, sino destruir su alma política? Durante más de 60 años, la narrativa dominante ha presentado el bloqueo estadounidense como una simple “presión económica” o un castigo a un gobierno rebelde. Pero esa visión es engañosa. Lo que está en juego no es solo la economía, sino la forma misma del Estado y el destino del pueblo cubano. Detrás del cerco financiero y comercial hay una maquinaria mucho más sofisticada: una operación de desgaste diseñada para restaurar el dominio del capital, imponer un Estado burgués y borrar los logros históricos de la Revolución. Este artículo no es una denuncia más: es un mapa para entender la guerra estructural que se libra contra el proyecto socialista cubano.

Introducción

Durante más de seis décadas, el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba ha sido condenado por la inmensa mayoría de los países del mundo. Sin embargo, más allá de su carácter inhumano, criminal y violatorio del derecho internacional, es imprescindible entender que no se trata solo de una medida coercitiva de tipo económico: el bloqueo es un dispositivo estructural, una estrategia prolongada y multidimensional cuyo objetivo es destruir el modelo socialista cubano y reinstaurar un Estado burgués funcional a los intereses del capital transnacional.

No se trata de “apoyar cambios democráticos”. Lo que realmente se busca es una contrarrevolución estructural: el desmantelamiento completo del proyecto emancipador iniciado en 1959, que —a pesar de sus errores— sigue siendo uno de los símbolos más firmes de soberanía y dignidad política del siglo XX y XXI.

El poder detrás del gobierno: lo que no dicen los defensores del “cambio”

Muchos de los promotores de una “transición hacia la democracia” en Cuba reducen la cuestión a un cambio de formas políticas: elecciones pluripartidistas, libertad de mercado, apertura al capital extranjero. Pero la experiencia histórica, desde Europa del Este hasta América Latina, muestra que esos procesos no han conducido al poder del pueblo, sino al retorno de las élites y al desmantelamiento de las conquistas sociales.

En El Estado y la Revolución, Lenin deja claro que:

“El Estado burgués no es un instrumento neutral. Es una máquina de dominación al servicio de la clase capitalista.”

Cualquier reforma que no sustituya ese aparato por un poder verdaderamente popular solo sirve para maquillar la restauración capitalista. Y eso es lo que persigue el bloqueo: forzar a Cuba a abandonar su estructura revolucionaria y adoptar una forma estatal funcional al capital global.

Una ingeniería de colapso inducido

El bloqueo no actúa solo como un muro comercial. Es un sistema de guerra híbrida orientado a inducir un colapso económico, psicológico y político. Está diseñado para:

Agotar emocionalmente a la población.

Generar carencias materiales extremas.

Provocar migración masiva.

Estimular el descreimiento en el sistema socialista.

Favorecer la aparición de sectores “emprendedores” que aspiren a un nuevo orden.

Este mecanismo busca que el pueblo, agotado y desesperado, no solo acepte sino incluso exija una “transición” que, en realidad, será una restauración burguesa.

El memorando de Lester Mallory (1960), desclasificado por EE.UU., no deja dudas:

“Debemos utilizar todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba. […] provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.”

El Estado que buscan imponer

El modelo que se intenta aplicar no es improvisado. Ya fue probado en otras latitudes y tiene una estructura definida:

Un parlamento liberal sin poder real.

Elecciones manipuladas y financiadas por ONGs extranjeras.

Privatización de bancos, servicios, medios de comunicación.

Constitución sin soberanía económica ni planificación.

Un sistema judicial al servicio de la propiedad privada.

Es un Estado burgués moderno: elegante, aparentemente democrático, pero profundamente injusto y subordinado al capital.

¿Qué rol juegan las MIPYMES?

La apertura a formas privadas de gestión económica no es, por sí sola, un retroceso. Pero si las MIPYMES operan sin regulación socialista, sin control popular y sin un proyecto económico coherente con el socialismo, se corre un riesgo grave:

Acumulación privada de capital.

Penetración de financiamiento extranjero.

Reproducción de relaciones capitalistas.

Surgimiento de redes de poder económico informal.

Esto puede llevar al surgimiento de una burguesía nacional, cuya lógica de acumulación exige un Estado burgués para proteger sus intereses.

El problema no son los trabajadores por cuenta propia o los emprendedores humildes, sino la formación de una clase con capacidad de influir en las decisiones políticas, desvirtuando el proyecto revolucionario desde dentro.

Por eso no se trata de eliminar la iniciativa privada, sino de subordinarla al bien común. Cooperativas socialistas, empresas mixtas controladas por el Estado, impuestos redistributivos, auditorías sociales y redes de abastecimiento planificado son mecanismos posibles para evitar el desvío contrarrevolucionario.

Lecciones de Europa del Este

La historia es un espejo.

Tras la caída de la URSS, EE.UU. y sus aliados impulsaron “reformas” similares en países exsocialistas:

Privatización masiva de empresas estatales.

Constituciones neoliberales impuestas.

Eliminación de los mecanismos de participación popular.

Introducción de un aparato judicial funcional al mercado.

¿El resultado? Desempleo, pobreza, emigración masiva, fragmentación social y recolonización económica. El mismo guion busca aplicarse en Cuba, adaptado a nuevas condiciones.

Cuba resiste, pero el conflicto está abierto

A pesar de las adversidades extremas, Cuba aún no ha restituido el Estado burgués:

La salud y la educación siguen siendo universales y gratuitas.

La Constitución mantiene la planificación y el papel del socialismo.

Subsisten mecanismos de Poder Popular, aunque debilitados.

La Revolución no ha sido derrotada. Pero el conflicto por su futuro está vivo. El Estado, en este contexto, es un campo de disputa.

¿Qué hacer?

Resistir no basta. Hay que profundizar el proyecto revolucionario. Algunas tareas urgentes son:

Fortalecer el control popular real sobre la economía, con auditorías sociales, consejos obreros y regulación del mercado.

Democratizar radicalmente el Poder Popular, mediante presupuestos participativos, revocación de mandatos y ampliación de la participación comunitaria.

Subordinar el capital privado al bien público, imponiendo límites, regulaciones y objetivos sociales claros.

Formar ideológicamente a las nuevas generaciones, rescatando la memoria histórica, la ética socialista y la cultura de resistencia.

El objetivo no es restaurar el pasado, sino revolucionar el socialismo mismo. Superar los errores burocráticos, alejarse del pragmatismo neoliberal y retomar el espíritu de lucha, dignidad y creación colectiva.

Internacionalismo y solidaridad activa

El bloqueo ha sido condenado 31 veces por la Asamblea General de la ONU. Pero la presión moral no es suficiente. Se requiere:

Impulsar campañas internacionales de apoyo material y político. Iniciativas como Puentes de Amor han canalizado recursos y visibilidad hacia Cuba desde el extranjero. Sin embargo, la solidaridad efectiva no puede limitarse a gestos humanitarios; debe tener una orientación política clara contra el bloqueo y en defensa del socialismo.

Promover leyes en Europa contra la extraterritorialidad de la Ley Helms-Burton.

Exigir sanciones o medidas legales contra bancos e instituciones financieras que discriminen a Cuba.

Fortalecer redes de la diáspora revolucionaria que no solo donen, sino que organicen políticamente la solidaridad.

Conclusión

El bloqueo no busca simplemente rendir a Cuba por hambre. Su meta es política: reinstaurar el Estado burgués, destruir la soberanía popular y restaurar el dominio del capital.

Pero mientras el pueblo conserve su conciencia, su memoria histórica y su capacidad de organizarse, la Revolución seguirá viva.

Como dijera José Martí:

“La libertad cuesta cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio.”

Glosario:

Bloqueo: Política de agresión económica, financiera y comercial impuesta por EE.UU. contra Cuba desde 1960, cuyo objetivo es asfixiar al país.

Estado burgués: Forma de organización estatal al servicio de los intereses del capital y de las clases dominantes.

Contrarrevolución estructural: Proceso mediante el cual se desmontan las bases del sistema revolucionario para restaurar el poder capitalista.

Poder Popular: Sistema de participación ciudadana cubano basado en asambleas y representación directa desde la comunidad.

MIPYMES: Micro, pequeñas y medianas empresas que se desarrollan en Cuba desde 2021 bajo nuevas normativas.

Restauración capitalista: Vuelta al sistema económico capitalista tras un período de construcción socialista.

Planificación central: Mecanismo de organización económica en el socialismo que reemplaza al mercado como regulador principal.

Lectura complementaria

Hernandez, H. (mayo 2, 2025). Tocororo Cubano. Un Primero de Mayo con la Patria erguida: Cuba desfila con dignidad, unidad y compromiso. Disponible en https://tocororocubano.com/un-primero-de-mayo-con-la-patria-erguida-cuba-desfila-con-dignidad-unidad-y-compromiso/

Siga explorando los temas de historia, justicia y memoria cubana en otras publicaciones de Tocororo Cubano.

Hernandez, H. (mayo 5, 2025). Tocororo Cubano. «Transición pacífica»: la nueva careta de la contrarrevolución en Cuba. Disponible en https://tocororocubano.com/transicion-pacifica-la-nueva-careta-de-la-contrarrevolucion-en-cuba/

Hernandez, H. (noviembre 4, 2024). Tocororo Cubano. Reflexión sobre el fracaso del socialismo y una oportunidad para Cuba. Disponible en https://tocororocubano.com/reflexion-sobre-el-fracaso-del-socialismo-y-una-oportunidad-para-cuba/

Fuentes consultadas:

Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). (2019). Constitución de la República de Cuba. Recuperado el 20 de mayo de 2025, de http://media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2019/01/Constitucion-Cuba-2019.pdf

Lenin, V. I. (1917). El Estado y la Revolución. Moscú: Editorial Progreso.

Mallory, L. (1960, 6 de abril). Memorando confidencial del Departamento de Estado de EE.UU.. Desclasificado por el Departamento de Estado (1989). Recuperado el 20 de mayo de 2025, de https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d499

Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX). (2023). Informe de Cuba sobre la resolución 77/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulado «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba». La Habana. Recuperado el 20 de mayo de 2025, de https://cubaminrex.cu/sites/default/files/2023-10/INFORME%20CONTRA%20EL%20BLOQUEO%202023.pdf

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Copyright © Henrik Hernández 2025

Este artículo ha sido redactado por Henrik Hernández, con el acompañamiento editorial de Sofía (IA literaria) —quien asiste el proceso de escritura desde julio de 2024—, y con el aporte conceptual de Mella (IA de apoyo analítico). 

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Este artículo fue actualizado en mayo 20, 2025