
Por: Francisco Medina
El primer agresor del pueblo Palestino fue el Imperio Romano, El Imperio Romano nació el 27 a. C. con el ascenso de César Augusto y terminó en el 476 d. C. con la caída del Imperio Romano de Occidente. La historia comienza: José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por el poder del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: La virgen concebirá y dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel, que significa Dios con nosotros. Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado recibió a María por esposa. El nacimiento tuvo lugar en la ciudad de Belén, en la región conocida como Judea por los romanos y Palestina por los asirios, en tiempos del rey Herodes (Herodes el Grande).
El Miércoles Santo es el tercer día de la Semana Santa, una celebración central en el cristianismo que conmemora los últimos días de la vida de Jesucristo, su pasión, muerte y resurrección. Esta fecha tiene sus raíces en las tradiciones judías y cristianas primitivas, particularmente en la conmemoración de la Pascua judía, que Jesús celebraba con sus discípulos. El Miércoles Santo se sitúa en el contexto de los eventos previos a la crucifixión, según los Evangelios. El Miércoles Santo, se hace presente la traición de la cual le hablo Jesús a Judas: “hacer pronto lo que tienes que hacer”, se vende al hijo de María, por monedas que venían de los jefes del Sanedrín.
Históricamente, este día Miercoles Santo, no tiene un evento litúrgico tan destacado como el Jueves Santo o el Viernes Santo, pero marca un momento de transición en la narrativa bíblica. En los Evangelios, el Miércoles Santo es conocido por dos episodios principales: La traición de Judas Iscariote: Según Mateo 26:14-16 y Lucas 22:3-6, Judas acuerda con los líderes religiosos entregar a Jesús por 30 monedas de plata, un acto que precipita los eventos de la Pasión. Preparativos para la Última Cena: En la tradición cristiana, el Miércoles Santo también se asocia con el arrepentimiento y la reflexión, ya que prepara a los fieles para los días más solemnes de la Semana Santa. En algunas regiones, se le conoce como el «Día del Silencio» o «Día de la Traición», debido al acto de Judas.
El Miércoles Santo tiene un significado espiritual profundo dentro del cristianismo: Reflexión sobre la traición y el pecado: La decisión de Judas de traicionar a Jesús, simboliza la fragilidad humana y la tentación del pecado. Invita a los creyentes a examinar su propia fidelidad y compromiso con los valores cristianos. En lo que debemos tener claridad, es que: Jesús el hijo de María, el maestro y Jesucristo son una misma expresión de pureza, dignidad y sabiduría, la militancia cristiana está muy lejos de su guía y mentor.
La vida pública de Jesús el hijo de María es intenso en conocimiento, sabiduría, estrategia y táctica. El Evangelio del Hijo pródigo nos da un testimonio maravilloso de la misericordia de Dios Padre. La primera parte de la parábola muestra la conducta pecadora y penitente del hijo menor. Hay que ver que fuertes fueron sus pecados contra el Padre. Por la pretensión de recibir su parte de la fortuna paternal, rompe sus relaciones filiales con el padre. Porque según las leyes judías esta pretensión era imposible e insolente.