El heredero del Mono Jojoy y otros siete excomandantes de las Farc que se fueron sin dejar rastro


Algunos hombres cercanos a Iván Márquez, que todavía tenían información sobre rutas y laboratorios, dejaron sus esquemas de seguridad y zonas veredales sin dar razón

Por:  Septiembre 06, 2018

“El Loco Iván”: En los 30 años que estuvo en las Farc Olivio Merchán Gómez cayó dos veces preso. Las dos veces se voló de las cárceles de La Picota y la Modelo. Nacido en Lejanías Meta, los únicos libros que pudo leer fue dentro de la guerrilla. En San José del Guaviare fue raspachín desde los 13 años hasta que se vinculó a la guerrilla. Durante el proceso estuvo comprometido hasta el punto de haber sido uno de los organizadores de la Décima Conferencia del Yarí. Sus dos hijos adolescentes pertenecen a las Farc. Fue jefe del Bloque Oriental de las Farc. No se sabe nada de él desde julio del 2018.

“El Zarco Aldinever”: Considerado el heredero del mono Jojoy en el Bloque Oriental, José Manuel Sierra Sabogal ingresó a las Farc en 1990, cuando tenía 14 años, justo en el momento en que el gobierno de César Gaviria mandaba a bombardear el Campamento de la Uribe en el Meta. Los paras mataron a su abuelo y a las dos tías que lo criaron. No le quedó de otra que ingresar a la guerrilla.  El Zarco Aldinever lleva el peso de un crimen que difícilmente podrá ser aceptado por la sociedad colombiana: él fue uno de los 9 comandantes que estuvo involucrado en 2012 en el secuestro de Edson Páez Serna, estudiante de administración de empresas de la Universidad de San Martín por el que su familia pagó $200 millones a las Farc pero el muchacho nunca apareció. El Zarco no se reporta desde la primera semana de agosto de 2018. Estaba en la Zona de Mesetas.

Fabián Ramírez: Nacido en 1965 en Paujil, selva adentro del Caquetá, José Benito Cabrera Cuevas era uno de los comandantes de las Farc más temidos. Comandó los ataques a las Delicias en 1996 en donde mataron a 47 soldados y tomaron prisioneros a más de 60, además del Billar Caquetá en 1998. La especialidad del Jefe del Bloque Sur era recaudar fondos para la guerrilla a través de actividades derivadas del narcotráfico. El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía una recompensa de USD$2.5 millones por información que sirviera a su captura. Sobre él pesa una circular roja de Interpol por secuestro y terrorismo. No se sabe nada de él desde la última semana de agosto.

Albeiro Córdoba: Elmer Mata Caviedes era considerado hace diez años el jefe del narcotráfico en las Farc. Hijo de Efraín Guzmán, uno de los fundadores del Secretariado, tenía el control de las rutas, el cobro y la comercialización de la cocaína. Albeiro Córdoba abandonó su esquema de seguridad en la última semana de agosto y se cree que se fue al Vichada.

Iván Ali: En noviembre de 2017 Nelson Enrique Díaz era uno de los Comandantes de las Farc que más estaba convencido y apoyaba la paz con el Gobierno. Bajo su mando estaban 600 guerrilleros y dirigía el Territorio de Reincorporación y Capacitación en el Guaviare. Cambiaron las armas por los libros e incluso hacían talleres de lectura. Al igual que Albeiro Córdoba, renunció a su esquema de seguridad y no se sabe nada de él desde hace dos semanas.

Iván Márquez: Ingresó a las Farc en 1977, después de un paso breve por la JUCO. Estudió Derecho en la Unión Soviética. En 1986 fue elegido congresista por la UP. Debido a la ola de asesinatos que estuvo a punto de exterminar con la Unión Patriótica, renunció a su curul y se fue para el monte. Formó parte de la Mesa de Negociaciones de La Habana e iba a ser senador con la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. En el Congreso de ese partido obtuvo la máxima votación con 888 votaciones, superando a Rodrigo Londoño, jefe máximo de las Farc. Lo último que se supo de él es que estaba refugiado en la Zona de Miravalle, al lado de Alias El Paisa.

El Paisa: Hernán Darío Velásquez Saldarriaga era el comandante máximo de la columna Teófilo Forero, la más temida de la guerrilla. Ingresó a las Farc no por convicción política, sino porque quería hacerse rico traficando marihuana, pero después de perder un cultivo que le fumigaron con glifosato en la Sierra Nevada, se fue para el Caquetá “a probar finura” junto al comandante Juvenal. Rápidamente se ganó un puesto dentro de la guerrillerada. El dossier de El Paisa será un difícil capítulo en la JEP: La explosión de una casa-bomba en Neiva que dejó 18 muertos y 45 heridos; el ataque con granadas a los establecimientos Bogotá Beer Company y Palos de Moguer en plena Zona Rosa de Bogotá que mató a una mujer e hirió a 73 personas; la bomba al Club El Nogal que dejó 37 muertes, el ataque más temerario que se hizo en pleno norte de Bogotá. Con el proceso de paz se puso al frente de la Zona Veredal en Miravalle, Caquetá, pero desde hace junio no se sabe nada de él.

Romaña: Henry Castellanos se convirtió en uno de los hombres duros de las Farc cuando se inventó las temibles “pescas milagrosas”, y su imagen se volvió muy popular cuando apareció junto a el Mono Jojoy en el 99 durante las negociaciones del Caguán. Estuvo en la guerrilla durante cuarenta años y con el proceso de paz se puso al frente de los proyectos productivos en el pacífico, pero amenazado por las disidencias y los narcos, tuvo que salir de la Zona Veredal hacia La Uribe, Meta. Desde hace un mes se le perdió el rastro al excomandante de la guerrilla, quien abandonó el municipio nuevamente y se cree que se fue para Arauca.

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