ELECCIONES EN CHILE O NUEVAMENTE EL CHANTAJE DEL MAL MENOR.


Por: Ilich Galdámez,

ELECCIONES EN CHILE O NUEVAMENTE EL CHANTAJE DEL MAL MENOR.

El voto es un derecho ciudadano, eso no está en discusión, es un derecho adquirido y ganado al calor de cruentas y dolorosas luchas de los explotados y de los pueblos por ganar más espacios de participación y decisión. Lo que aquí está en entredicho es por qué y para qué se vota y eso lo determina las reglas del juego que rigen la sociedad o quienes detentan el poder real de decisión en esa sociedad.

 

El acto de sufragar cada cierto tiempo no es sinónimo de participación y menos de capacidad de decisión en la sociedad por parte de los ciudadanos. El voto es solo la forma de consulta básica y última de un proceso más largo y rico que es la democracia misma. Si la democracia es solo para y asunto de algunos, como en el caso chileno, simplemente para la gran mayoría el acto de votar no pasará de ser un ejercicio nulo y sin sentido que solo ratificará la política de las élites ya que estos grupos, a nombre de la democracia, han aventado de los espacios de discusión y decisión a las masas sin poder ni representación, amén de aventarlos a punta de represión de las calles a la hora de exigir por sus derechos. Por consecuencia la mayoría ciudadana seguirá ausentándose de participar en ese simple acto del sufragio porque la realidad le demuestra día a día, elección tras elección, que su voto nada o muy poco influye en su difícil vida cotidiana.

Nada se gana con el argumento de que hay que reimponer el voto obligatorio para aumentar, por medios coercitivos, la participación ciudadana… esto queda nulo ante el ejemplo venezolano, en donde el voto es voluntario, ya que en sus reciente elecciones regionales participó más del 72% de la ciudadanía! Cuando la democracia está acotada solo a los grupos de poder político, económico y militar, como en Chile, es muy difícil entusiasmar a los vilipendiados y olvidados del sistema, la mayoría. Lo que se requiere hacer con urgencia es volver a reencantar a la ciudadanía dándoles mayor participación en el proceso democrático, en fin, decidir sobre su propia vida, pero en el caso chileno eso es actualmente imposible mientras todo acto cívico, las elecciones entre ellas, sigan acotadas y cercenadas en su valor democrático por una constitución impuesta hasta ahora, por una dictadura sangrienta y profundamente antidemocrática, constitución que ha sido mantenida y protegida por la casta política que hoy se queja hipócritamente de la baja participación electoral cuando en el fondo ellos desean mantener esta situación que le ha permitido por casi 30 años al duopolio político alternarse en el poder y así tener la capacidad de control casi absoluto del sistema mercantilista neoliberal. Alguna duda al respecto?


El caso chileno

A medida que más se acerca el día de las elecciones generales en Chile, muchos ya están echando mano a ese pobre argumento-chantaje de “votar para que no gane Piñera” pero sin aclarar que las opciones que se oponen al candidato pinochetista son tan mediocres como la que se quiere rechazar, por tanto a lo que se está llamando en el fondo es a votar por votar como última tabla de salvación sin capacidad de análisis mínimo ni menos crítico.

 

Salvación, no de la feble democracia heredada de la dictadura, salvación, no de los espacio de participación casi inexistentes…salvación de qué entonces? Diríamos que, al calor de los hechos, a los que más les sirve y por tanto los que más levantan esa forma de chantaje son los miembros de Nueva Mayoría (todos), a los que les mueve solo el interés de no perder las granjerías y migajas que les otorga la situación de poder político y económico que hoy ostentan y de ser parte de un enjambre de funcionarios parasitarios en la cual las finanzas estales juegan un papel fundamental. A estas gentes les asusta el hecho que esa subsistencia, ya transformada en objetivo político para ellos, se pierda en un posible próximo gobierno de la derecha pinochetista, gobierno que hará exactamente lo mismo a la hora de ocupar gobierno y ministerios.

 

Ante una virtual segunda vuelta, en que Piñera enfrente a cualquier otro de los 7 restantes candidatos -lo más probable es que sea Alejandro Guillier- ya amenazan con todas las penas del infierno si es que no se vota por el competidor a Piñera, sin importar si, este o esta, representa realmente una alternativa real para Chile y no solo para salvar la plata o los muebles. Es lo que se llama la política del “mal menor” que a la larga ha resultado siendo la política del MAL MAYOR para el común de los ciudadanos. De eso los y las chilenas tienen mucha experiencia trágica acumulada y el último ejemplo en Latinoamérica de esa pueril actitud fueron las recientes elecciones en Perú en que se llamó a apoyar a una derecha para detener a la…derecha!

 

Enfrentados a la elección misma, qué hacer?

Votar en blanco o no votar no significa por sí solo un acto de rechazo o rebeldía a la chata realidad que viven millones de chilenos desde el 11 de septiembre de 1973 hasta ahora. Además el no votar no puede ser capitalizado, es casi imposible, por ningún grupo social o político como resultado de su accionar político. Sin embargo el votar nulo sí se puede cualificar y valorar a la hora del recuento de votos. Para la realidad actual chilena sería más digno, anular el voto rayándolo con consignas que realmente se opongan a la situación política del país, como por ejemplo: Viva Allende, Que se vayan todos, NO+AFP, fuera los corruptos, Abajo la Constitución de Pinochet, el cobre para los chilenos, etc.

 

Qué sucedería si fuera mayor la cantidad de votos nulos a los que indican una opción de candidato?…en un país en donde la abstención es mayoritaria, por tanto reproduce constantemente gobiernos de minoría y poco representativos, el voto nulo se transformaría en un grito moral que está cuestionando a la casta política mediocre y elitista. A lo menos sería el elemento aglutinador de los desposeídos, amén la piedra angular desde donde podría construirse el sujeto de cambio, propio y colectivo. Además el voto nulo no se suma a la candidatura o lista más votada como así el voto en blanco…detalle a considerar.

Qué tan trágico sería si Piñera gana ya sea a la primera vuelta o en el balotaje? Los mediocres de Nueva Mayoría (todos) están aterrados, como ya lo dijimos, de perder los buenos puestos y mejores sueldos además que se saben, incluso los comunistas, incapaces de poder levantar rápidamente el movimiento social opositor a las medidas francamente reaccionarias y duras en un posible gobierno del delincuente con corbata, Piñera. Además este conglomerado, que se ha caracterizado por su oportunismo político, no ha tenido ni tiene la voluntad de construir realmente un proyecto que dé al tarro de la basura con la herencia dictatorial, y además, ya no está en su estrategia política la organización de base y popular. Dadas así las cosas, se concluye rápidamente, que los únicos que estarán en condiciones de enfrentar al monstruo pinochetista, serán los movimientos sociales y no los partidos políticos.


Quiénes serían la verdadera oposición en un gobierno de Piñera?

La realidad muestra que los únicos que podrán rápidamente levantar la protesta y la movilización ante un nuevo gobierno derechista, es el movimiento NO+AFP, algunos grupos de trabajadores fuera de la inoperante y corrupta CUT, federaciones estudiantiles en mano de sectores no reformistas, movimientos ambientalista, grupos de pobladores como UKAMAU y las comunidades  mapuche en resistencia, todos ellos con una constante y consecuente experiencia de organización y calle cuando la mayoría de la clase política indicaba no hacerle olas a las políticas de los gobiernos oportunistas y mediocres de la Concertación/Nueva Mayoría. Esa experiencia de luchar sin transar les da la capacidad y la reserva moral necesarias para construir una oposición seria y levantar un proyecto de país, más allá de actos eleccionarios, realmente que termine con la comedia política actual.

 

El movimiento social NO+AFP ha demostrado, más allá de capacidad de organización y movilización, que es posible convocar a millones, levantando sus propuestas anti sistema por fuera de la institucionalidad vigente, practicando la desobediencia civil, de realizar un diálogo constante con las víctimas del sistema de pensiones a través de todo el país y de transformarse en una herramienta válida a la hora de discutirle a los representantes del sistema y del gobierno; el Plebiscito NO+AFP realizado sin financiamiento ni permiso estatal, solo sustentado por el movimiento y sus orgánicas además de la solidaridad de miles de ciudadanos comunes, demostró que se pueden transgredir los acotados y mezquinos espacios que permite la constitución pinochetista. Este plebiscito abre la posibilidad a la los ciudadanos de practicar el sano ejercicio de cuestionar toda la institucionalidad que hasta ahora no ha sido más que una camisa de fuerza para la sociedad chilena.

 

No cabe dudas que ante la eventualidad, casi sin discusión de un triunfo de Piñera y sus cómplices, obligaría al movimiento social a subir la calidad de sus acciones y mejorar su propuesta de país, pero más allá del movimiento social “peloduro” ya descrito, qué organizaciones políticas estarían en condiciones de afrontar la tarea de ser parte de la oposición organizada y luchadora? Ya constatamos que ningún partido ni orgánica social ligada a la Nueva Mayoría está capacitada moral u orgánicamente para ello.

 

Es el Frente Amplio quien tiene la oportunidad de su vida de serlo…si es que logra salvar sus propios fantasmas que nacen de su amplitud muchas veces más hacia la derecha que hacia la izquierda popular. Todos sabemos que la noche del 19 de noviembre es el “dateline” para ese conglomerado. Si una parte, como se cree, con la candidata Beatriz Sánchez, los diputado Boric y Jackson a la cabeza, decide darle su voto a Alejandro Guillier en una eventual segunda vuelta para evitar el triunfo de Sebastían Piñera, llevaría inmediatamente al quiebre del grupo y por consiguiente a su fracturación terminal ya que un porcentaje importante del FA ha planteado desde hace mucho que no votarán por el mal menor en segunda vuelta…de paso se haría realidad el temor de muchos de sus miembros de haber sido uno de los movimientos con más corta vida en el historial de las izquierdas chilenas. Ahora, si Piñera gana en primera vuelta, evitaría al FA el vía crucis de tener que discutir y posiblemente dividirse entre los que apoyan o no al mal menor, reforzando, por consecuencia, el concepto de grupo y de unidad lo que los pone en una situación inmejorable de ser protagonistas junto al amplio y variopinto movimiento social en la oposición seria al gobierno del neo pinochetismo…depende de ellos.

 

En la memoria colectiva está el hecho y la enseñanza de que, fue en el gobierno de Piñera, cuando el movimiento estudiantil creció y puso en entredicho no solo el sistema mercantilista en la educación sino que además remeció los cimientos de la institucionalidad misma, demostrando con ello que es en las situaciones más duras y adversas cuando nace y se multiplica la necesidad de organizarse y oponerse a las injusticias…en la situación actual habrá que sumarle la experiencia de un movimiento social más maduro y politizado que será capaz de transformar la otrora protesta por protestar en un movimiento que sepa tener la capacidad de movilizar y levantar su propio proyecto de país. En contraposición, está más que demostrado, que es en los gobiernos supuestamente amigos, como los la Concertación/Nueva Mayoría, cuando el movimiento social decae y es fácilmente desarmado con mesas de diálogo, cooptación de dirigentes por la vía económica, con el limitante y falso argumento de que todo se resuelve en los pasillos del poder ejecutivo y legislativo y la nefasta cantinela de que “ahora hay un gobierno amigo al que no hay que oponerse sino que hay que apoyar en sus reformas…”.

 

Por último, como lo sentenció Rosa Luxemburgo: “cuando más oscuro es el túnel, más cerca de la salida estamos…”

 

Ilich Galdámez, hijo de detenido desaparecido.

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